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Wikileaks se carga The Fifth Estate

The fifth Estate

The Fifth Estate es la biografía de Wikileaks dirigida por Bill Condon, fue estrenada hace dos semanas en el Festival de cine de Toronto y hace unos días en España. A diferencia del director del documental We steal secrets, Condon no ha podido entrevistar al fundador de la organización Julian Assange, pero al igual que él ha despertado las críticas de Wikileaks, que califica la película de irresponsable y completamente alejada de la realidad.

No sorprende a nadie, puesto que Julian Assange ya había expresado sus dudas acerca de un proyecto basado en el libro de su antiguo colaborador y ahora némesis, el alemán Daniel Domscheit-Berg, que retrata a Assange como un megalómano desquiciado por una mezcla de sed de venganza y hambre de poder y con un total desinterés por las consecuencias de sus bombazos mediáticos. Los dos activistas tuvieron una pelea que acabó con Assange siendo exiliado de su propio proyecto y con el alemán siendo exiliado del Chaos Computer Club, el centro neurálgico de la escena hacker en Europa, que desde entonces le acusa de oportunista sin escrúpulos y de no abrir el código de su malogrado proyecto Openleaks para atestiguar su fiabilidad.

Las primeras impresiones sobre el proyecto fueron atenuadas por las candorosas declaraciones del actor principal, Benedict Cumberbatch, que comentó su reticencia a convertir al activista en un malo de cómic y cuya actuación ya ha sido descrita como un caso de posesión demoníaca, especialmente por la exactitud con la que el británico imita el acento y el swagger del australiano (el actor Daniel Bruhl, sin embargo, es mucho más atractivo que el personaje que interpreta, un dato que nunca es casual en el mundo del celuloide).

Después de leer aquellas declaraciones, el propio Assange suplicó al actor que abandonase el proyecto, pero no tuvo éxito. Hoy la organización ha publicado un comunicado en el que aseguran que los guiones recibidos durante el rodaje no se corresponden con la realidad (la cúpula de wikileaks asegura que no ha visto la película) y han publicado una lista de inexactitudes que van desde la nimiedad (la película dice que Assange se tiñe el pelo de blanco, Wikileaks dice que no) a lo criminal (The Fifth Estate asegura que Wikileaks causó un perjuicio físico a 2.000 informadores del ejército norteamericano, Wikileaks dice que no es así).

La conclusión final es también una llamada a los espectadores:

“La película es ficción. La mayor parte de los acontecimientos nunca tuvieron lugar o la gente que los protagoniza jamás estuvieron involucrados en ellos. Aparecen nombres reales, sitios reales y parece que está retratando acontecimientos reales pero sigue siendo un trabajo de ficción cinematográfica y se inventa o manipula los hechos para que se ajusten a las necesidades de su narración.

La percepción pública de Wikileaks es sumamente importante. La película no tiene lugar en un vació histórico, sino que aparece en el contexto de una gran persecución criminal contra Wikileaks y Julian Assange por destapar las actividades del Pentágono y el Departamento de Estado de los Estados Unidos. La película también se estrena en el contexto de la apelación del soldado Manning y su petición de indulto presidencial.

Bajo ningún concepto deben los espectadores entender esta película como un retrato de hechos reales relacionados con Wikileaks, sus actividades o sus miembros. Esperamos que se interesen por el tema con una mente abierta y que apoyen a Wikileaks.

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