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El fiscal pide un año y tres meses de cárcel para un policía de Valencia por partir el brazo a un mantero con la porra

Pape Magatte, ayer tras el juicio en la Audiencia Provincial de Valencia.

El fiscal ha solicitado un año y tres meses de cárcel para un policía local de Valencia por un delito de lesiones con arma (artículo 148.1 del Código Penal) por partir el brazo a Pape Magatte, un senegalés que vendía refrescos y cervezas en la calle. El Ministerio Público reclama la misma pena para el mantero de 47 años por atentado a la autoridad al haberse roto el dedo cuando perseguía al hombre. El juicio, que se ha celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Valencia, ha quedado visto para sentencia.

Los hechos ocurrieron el pasado 10 de junio de 2017, según se ha explicado en la vista oral. Pape se encontraba en la calle Quart, una de las principales vías del casco antiguo de Valencia, vendiendo cervezas y cocacolas. En ese momento, dos agentes se acercaron y le pidieron la identificación. Pape al ver la llegada de los agentes comenzó a correr. Durante la persecución, uno de los agentes cayó al suelo y se rompió el dedo, según ha mantenido la defensa en el juicio, mientras que el otro consiguió alcanzar a Pape al grito de “negro de mierda”.

Momentos después y cuando ya se había parado para ser detenido, según Pape, llegó el agente que había caído y le pegó con la porra en el brazo rompiéndole el cúbito del brazo izquierdo y provocándole una incapacidad de sus ocupaciones habituales de 59 días. El agente ha defendido en el juicio que en ningún momento utilizó la porra y que fue Pape quien se rompió el brazo al caer al suelo durante un forcejeo. El fiscal no ha creído esta versión, puesto que pretende condenarlo por lesiones con arma, un agravante de este delito.

Tras la detención, Pape fue trasladado al hospital y posteriormente al CIE de Valencia, de donde salió al día siguiente.

Durante el juicio, el abogado del Ayuntamiento de Valencia ha defendido que hace 35 años se podía tener miedo a los policías, pero que en la actualidad “es a la inversa”. Los agentes han llevado a la vista oral a dos hosteleros de la zona para que testificaran en su favor.

La defensa de Pape, que lleva el letrado Francisco Solans de SOS Racismo, ha pedido la libre absolución y cinco años de cárcel para el policía local por lesiones con agravantes xenófobos.

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