Los inversores extranjeros ‘pasan’ de la Comunitat Valenciana
El presidente del Valencia CF defendía el viernes la venta del club a un inversor extranjero, Peter Lim, con números en la mano: El magnate de Singapur, según sus cálculos, traería a la Comunitat Valenciana más de 500 millones de euros. Durante 2013, sin embargo, dijo Amadeo Salvo, apenas llegaron 166 millones de euros en capital extranjero a todos los sectores productivos de la autonomía.
Salvo, elevado a la presidencia por la Generalitat, puso en solfa –seguramente sin voluntad de polémica- los pobres resultados del Consell a la hora de atraer inversores foráneos. En el último trienio, a la Comunitat Valenciana apenas ha llegado dinero de fuera: 390 millones en 2011 (1,6% de Producto Interior Bruto); 96 en 2012 (0,7%) y 166 en 2013 (1,1).
La Comunitat Valenciana representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) español, pero capta inversores extranjeros muy por debajo de su teórico potencial y a años luz de Madrid (líder indiscutible) o de Catalunya, donde el fantasma independentista aireado por la Generalitat Valenciana no parece asustar a los capitalistas del mundo: 3.044 millones captados en 2011, 2.666 en 2012 y 3.511 (20 veces más que la Comunitat Valenciana) en 2013.
El presidente del Consell, Alberto Fabra, es, a pesar de todo, optimista. En la presentación del Plan de Acción Comercial Exterior para la internacionalización global de la Comunitat glosó las virtudes de su tierra y habló incluso de una “nueva economía valenciana”. “La internacionalización es un pilar integral en la nueva Economía Valenciana, tanto en la potenciación de las exportaciones como en la captación de nuevo capital extranjero y reinversión de las empresas extranjeras ya instaladas”.
Mucho trabajo tiene por delante. Sea por los escándalos de corrupción, la falta de infraestructuras –el corredor mediterráneo-, la quiebra de la administración u otras razones, el dinero internacional lleva tiempo sin elegir la Comunitat Valenciana. Entre 1995 y 2008, por ejemplo, sólo se consiguió el 4,3 por ciento de la inversión extranjera directa en España.
En 2010, además, la Generalitat cerró Valenciana Community Investments, la empresa creada para promocionar las virtudes del territorio entre los empresarios del mundo. Cuatro años más tarde, un proyecto megaómano junto al circuito de velocidad de Cheste y la compra del Valencia, que parece embarrancada en innumerables problemas, son de los pocos proyectos que están en cartera.
