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“La Unión Europea tiene que adoptar un papel clave en las negociaciones entre palestinos e israelíes”

El historiador palestino Mustafa Kabha. | Foto: L. O.

Laura Olías

El historiador palestino Mustafa Kabha ha visitado unos días España, pero no ha tenido ni tiempo de ver Madrid. Junto a su esposa, atiende a eldiario.es en el edificio de la misión diplomática palestina en la capital. “He estado todo el tiempo de reuniones, entrevistas y ponencias”. Kabha es también director del centro de Estudios Étnicos y Religiosos de la Open University de Israel y centra su conversación en la escalada de violencia que vive Cisjordania en la actualidad. El pueblo palestino “no ve en el horizonte ninguna solución aceptable”, dice, y eso junto a la represión continuada de las fuerzas israelíes conduce a la desesperación.

Este 29 de noviembre se celebra el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Ese día, en 1947, la Asamblea General aprobó la resolución denominada “de partición” en la cual se estipulaba la creación de un “Estado judío” y un “Estado árabe” en Palestina, “con Jerusalén como corpus separatum sometido a un régimen internacional especial. De los dos Estados previstos en dicha resolución, hasta el momento sólo se ha creado uno: Israel”, indica la ONU en la página web dedicada al día.

¿Cómo llega el pueblo palestino a esta cita internacional en su apoyo? “Hay una situación bastante compleja y difícil ahora mismo. Y no se ve en el horizonte ninguna solución aceptable. Por ello, hay una erupción, un levantamiento de los ánimos en general. Sobre todo en las zonas de Cisjordania en las que hay contacto entr palestinos palestinos e israelíes”. Aunque algunos medios ya la han denominada la “tercera intifada”, Mustafa Kabha no cree que se haya alcanzado ese punto.

En la primera y segunda intifadas había “una dirección unificada por todas las organizaciones políticas palestinas, que desde el minuto cero adoptaron su dirección”, dice un representante de la embajada diplomática palestina presente en la entrevista. Ahora, “los levantamientos no están organizados, son espontáneos”.

Mustafa Kabha contextualiza las noticias de jóvenes que salen a la calle a protestar, a tirar piedras contra los militares israelíes y, en los casos más extremos, con intentos de apuñalamientos, como la explosión de la falta de esperanza y oportunidades de la generación de jóvenes palestinos. Una situación siempre aderezada por la represión militar israelí.

“Los jóvenes palestinos, como el resto de los jóvenes del mundo, quieren vivir con libertad y con dignidad. Pero el aumento de los asentamientos y colonias ilegales dentro de Cisjordania y la política de presión y de humillación hacia ellos, sus familias y sus amigos es diaria. Los checkpoints, los controles militares israelíes les impiden la movilidad. Además, la situación económica está bastante complicada en Cisjordania y, lo más importante, no tienen en el horizonte ninguna esperanza de apaciguar, de solucionar este conflicto. Esto ha llegado a los jóvenes a la erupción”, argumenta el historiador.

Otra de las cuestiones claves que explican el estallido de la violencia fue “tocar el statu quo de los santos lugares en Al Aqsa, el intento de Israel de hacer una división de tiempo y de lugar. De tiempo porque quería poner solo un horario determinado para visitar los santos lugares, y no todos los sitios, solo algunos, y es lo que hizo que la gente saliese a la calle”.

En su opinión una respuesta contundente de Israel, “en la que declare de una manera muy clara que no quiere cambiar este statu quo” es lo que puede contribuir a aliviar la situación. “Además Israel tiene que comprometerse a investigar todos los asesinatos y las ejecuciones a sangre fría de muchos jóvenes, chicos y chicas palestinas, algunos de 15, 16 y 17 años”.

“Un tercer actor fuerte en la negociación”

La autodeterminación de Palestina como un estado independiente después de tantos años se ve cada vez más lejos, lamenta el historiador. “En los últimos diez años, las negociaciones están en un círculo vicioso, sin ninguna salida. Y eso es otra de las razones de la gente para salir a la calle. El margen de maniobra para la parte palestina es muy estrecho ante la actitud de Israel de continuar con las ocupaciones ilegales. Hace falta una tercera parte y tiene que ser un intermediario honesto y neutral”.

¿Quién puede ser ese tercer actor? “Puede ser más de un actor. La Unión Europea es el candidato número uno. Y Rusia tiene que implicarse más, que tener un papel importante. Esto no quita la importancia de los Estados Unidos, pero debe replantear sus cuentas y ser más honesto en su intermediación. A la Unión Europea le unen muchas cosas con el mundo árabe. La cercanía, los intereses económicos y tiene que jugar un papel más activo en la negociación para la solución del conflicto”.

El izado de la bandera israelí en las Naciones Unidas y la decisión de la Unión Europea de marcar de manera expresa el etiquetado los productos que procedan de los asentamientos israelíes en suelo palestino son “logros importantes, pero los ciudadanos palestinos tienen que sentir más los avances”.

La paciencia se está agotando, indica. “Según los acuerdos de Oslo tendría que haber un Estado palestino independiente a finales de los años noventa, pero al no cumplir la parte israelí con sus compromisos, nos ha llevado a la situación compleja que vivimos hoy. La gente ya no tiene esperanza en estos acuerdos”.

Los asentamientos israelíes

Las ocupaciones de tierras palestinas por parte de colonos israelíes es el mayor desafío del país dirigido por Bejamin Netanyahu, cada vez más apoyado por una población “más polarizada a la derecha en la que ha aumetado el extremismo religioso”, teme el historiador. “Los acuerdos de Oslo no es que no se hayan materializado, sino que desde entonces Israrl ha robado, expropiado, quitado por la fuerza a los palestinos mucha extensión del terreno de Cisjordania para hacer asentamientos israelíes, carreteras... Más de medio millón de colonos israelíes viven ahora mismo en Cisjordania”.

“Las acciones de la comunidad internacional y las resoluciones de la ONU tienen que ser severas contra Israel por estos hechos. Igual que ocurrió con las resoluciones en el caso de Irak, cuando ocupó Kuwait en el año 90. Es Consejo de Seguridad de la ONU intervino, se formó una coalición, obligó a Irak a salir de Kuwait... Se tomaron medidas económicas por esa ocupación. En el caso de Palestina también hay una ocupación, todo el mundo dice que son territorios ocupados, entonces ¿por qué el Consejo de Seguridad y la comunidad internacional no toman medidas severas? Hay una doble vara de medir con Israel”.

Mustafa Kabha no esconde que su discurso está cargado de pesimismo, pero es un sentir lógico, basado en la experiencia. “No tenemos muchas esperanzas de que se llegue a una solución. Llevamos muchos años de un fraude a otro. La situación en el mundo árabe, que es nuestro mayor apoyo, cada vez está peor. No sabemos lo que va a ocurrir en 2016, hay elecciones en Estados Unidos y en muchos países europeos... Somos la parte débil de esa ecuación”.

Los países árabes, embarcados en sus propios conflictos no tienen entre sus prioridades la causa palestina, afirma, aunque “todos los pueblos árabes siempre la han apoyado y continúan haciéndolo”. “Si los palestinos resistimos y estamos aquí aguantando todo lo que tenemos encima es gracias a este apoyo de nuestros hermano árabes y de otros pueblos que nos han ayudado, tenemos muchos amigos en el mundo”.

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