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El Gobierno del PSOE se estrena esta tarde en el Senado para defender la tramitación de los Presupuestos del PP

Primera reunión del Consejo de Ministras

Marina Estévez Torreblanca

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, va a ser el primer miembro del gabinete de Pedro Sánchez que comparezca en el Parlamento. Será esta tarde, a las 16:00 horas, en el debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, un proyecto elaborado por el Gobierno del PP. Hasta este sábado no estuvo claro si Montero participaría en el debate de unos presupuestos que no son los del PSOE, pero que Pedro Sánchez se comprometió a mantener para contar con el apoyo del PNV a la moción de censura que acabó con Mariano Rajoy. Finalmente lo hará para demostrar que “el nuevo Gobierno tiene voluntad de rendir cuentas permanentemente y de comparecer en el Parlamento cada vez que sea necesario, sin hurtar el debate a los grupos parlamentarios y ni a los ciudadanos”. “El diálogo con todos los grupos políticos va a ser seña de identidad del Gobierno de Pedro Sánchez y vamos a evidenciarlo desde el primer momento”, asegura el comunicado de Hacienda, titulado “Montero no defenderá unas cuentas que no comparte pero si su

tramitación por la estabilidad del país“.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha dejado clara al menos dos veces su intención de cumplir los compromisos de estabilidad presupuestaria adquiridos con Bruselas. La primera fue simbólica: la elección de la directora general de Presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, como ministra de Economía. La segunda vez lo hizo en una carta que ha enviado a sus ministros en el día de su primer Consejo: “te insto a proponer (...) las medidas que se ajusten” a criterios como la “consolidación y modernización de la economía” y el “fortalecimiento de la cohesión social y territorial”. Pero añade, significativamente: “medidas que garanticen el respeto a la estabilidad económica y presupuestaria derivadas de nuestra condición de Estado miembro de la Unión Europea”.

Se trata de un aviso a navegantes cuando apenas faltan veinte días para que el nuevo Ejecutivo tenga que retratarse en una decisión crucial: el techo de gasto para los próximos Presupuestos Generales del Estado. Según el calendario establecido en Bruselas, a finales de junio el Gobierno debe aprobar el gasto máximo con el que elaborará los presupuestos del año siguiente. Con este techo de gasto, y en función de los ingresos, España se ha comprometido con Bruselas a cerrar 2018 con un déficit del 2,2% y 2019 de 1,3%. Teniendo en cuenta que el desequilibrio presupuestario ascendió al 3,1% del PIB a cierre de 2017, casi un punto de PIB por encima, la diferencia entre los ingresos y los gastos este año debería ser unos 10.000 millones inferior. La Comisión Europea ya había respondido al Gobierno español que veía improbable el cumplimiento de estos objetivos, aún sin incluir la subida de pensiones que pactó el PP con el PNV.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en su primera rueda de prensa tras el Consejo de Ministros ha asegurado que no se había tratado la opción de elevar los impuestos. Sí ha señalado que existe “ciertamente” la posibilidad de “introducir mejoras en política social”, aunque “respetando” los Presupuestos Generales del Estado. El PSOE se comprometió con el PNV a gobernar con esos presupuestos diseñados y elaborados por el PP. “Hay posibilidad, y nosotros tenemos esa cuestión trabajada en muchas comunidades autónomas, de introducir mejoras en política social”, ha recalcado Celaá. Montero ha señalado que “por ahora” no hay intención de subir los impuestos. 

“Sabemos que hay trabajadores que están esperando medidas para que todo aquello que barrió la crisis pueda ser devuelto”, ha afirmado la portavoz del Gobierno.

Incógnita sobre las enmiendas parciales

Hay dos hitos presupuestarios en el horizonte. Por un lado, la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, y por otro el inicio de la tramitación con los pasos previos de las cuentas públicas del 2019.

Respecto a los primeros, este lunes se celebra el debate de totalidad en el Senado y a las 12:00 finaliza el plazo de presentación de enmiendas parciales. El PP, según fuentes de esta formación, aún no ha decidido si tratará de modificar el proyecto. En un primer momento el PP especuló con la posibilidad de que trataran de tumbar las partidas presupuestarias pactadas con el PNV, en represalia por la decisión de los nacionalistas vascos de facilitar la caída de Mariano Rajoy, aunque después se ha desmentido, entre otras cosas, por el aviso de los populares vascos ante el destrozo que podría suponer para sus expectativas electorales a menos de un año de las elecciones municipales. 

Pase lo que pase, las enmiendas deberán volver al Congreso para ser ratificadas, y podrían ser rechazadas si recaban más votos a favor que en contra. 

El portavoz de Presupuestos de Unidos Podemos–En Comú Podem–En Marea, Segundo González, admite que el margen de mejora de los presupuestos de 2018 es escaso, a pesar de lo cual han presentado un veto a los mismos en el Senado y también los enmendarán parcialmente. Ellos tienen la vista puesta en las cuentas de 2019. 

Incremento impositivo

Según Unidos Podemos–En Comú Podem–En Marea, el Ejecutivo de Sánchez puede, si quiere, elevar el techo de gasto de cara a los presupuestos de 2019. La clave está en aumentar los ingresos a través de subidas de impuestos. El programa económico de Pedro Sánchez incluía por ejemplo aumentar al 15% el tipo mínimo de Sociedades. El líder socialista hablaba asimismo de un impuesto a las entidades financieras para recaudar hasta 1.000 millones anuales que sirvieran para aliviar las cuentas de la Seguridad Social.

De hecho, el propio Sánchez presentó unos presupuestos alternativos en abril en los que también abogaba por subir el IRPF hasta el 52% a las rentas superiores a 150.000 euros, la equiparación de los tipos de gravamen del gasóleo y la gasolina y un aumento de ingresos vía lucha contra el fraude fiscal de 1.500 millones,  entre otras medidas, para incrementar los ingresos públicos en 8.000 millones como alternativa al proyecto de cuentas públlicas del Ejecutivo de Rajoy.

Unidos Podemos se quiere reunir cuanto antes con la nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para saber, por ejemplo, qué medidas va a poner en marcha el gobierno socialista con respecto a la regla de gasto que impide a las administraciones gastar por encima del crecimiento medio estimado de la economía. “La partida está muy abierta”, opina González. 

Fuentes de Ciudadanos aseguran que mantendrán el criterio y seguirán apoyando los presupuestos. El partido de Albert Rivera solo apoyará enmiendas en caso de que “sean beneficiosas para el conjunto de los españoles”. 

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