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Por qué los problemas de seguridad ponen en riesgo el negocio de Uber y Cabify

Imagen de archivo de una manifestación de taxistas en Madrid.

Marta Garijo

La retirada de la licencia de transporte a Uber en Londres por “razones de seguridad” sumada a lo ocurrido en un Cabify de México, donde una pasajera fue asesinada por el conductor del vehículo, ha puesto el foco sobre la seguridad de estas plataformas de transporte, cómo la gestionan y qué requisitos tienen que cumplir sus conductores. Los taxistas ya habían utilizado ese aspecto en su batalla contra el funcionamiento de las plataformas.

La oficina de transportes de Londres decidió el viernes pasado no renovar la licencia de transporte de Uber aduciendo razones de seguridad. Apuntaba temas relativos al modo de denunciar delitos serios, cómo se obtenían los certificados médicos o el uso de un software que permitía bloquear el acceso de los reguladores a la aplicación.

Tras esta decisión, la empresa tiene un plazo de 21 días para presentar un recurso. La compañía tiene licencia para operar desde 2012 y el 26 de mayo se prorrogó la licencia durante cuatro meses. En un comunicado, la empresa dijo que recurrirán. “Los conductores que usan Uber tienen una licencia otorgada por el organismo de transportes de la ciudad y han pasado los mismos controles de antecedentes penales que los taxistas”, dijeron en el mismo texto.

“Nuestra tecnología ha conseguido mejorar las condiciones de seguridad de nuestros trayectos, que quedan registrados a través de GPS. Hemos seguido siempre las indicaciones de la oficina de transportes de Londres (TfL) acerca de informar sobre incidentes graves y tenemos un equipo especializado que trabaja estrechamente con la Policía Metropolitana. Tal y como ya hemos indicado a TfL, una inspección independiente demostró que greyball (el software del que habla la nota) nunca ha sido usada para los objetivos señalados por TfL”, añaden.

Este último episodio se suma a una serie de escándalos y publicidad negativa como revelaciones de programas de espionaje o reclamaciones de acoso sexual y discriminación como la hecha por la exingeniera de la plataforma Susan Fowler. Los desastres de relaciones públicas culminaron con la dimisión de su consejero delegado Travis Kalanick tras las presiones de los accionistas.

La normativa en España

En España, la regulación es diferente y la seguridad ha sido uno de los campos que se ha utilizado en la batalla entre los lobbies de taxistas y las plataformas de transporte. Por un lado está la normativa de las plataformas, que en su caso las empresas defienden que son un intermediario entre los conductores y los viajeros y que, por tanto, no tienen que cumplir una normativa de empresa de transporte. En la práctica, Cabify está dado de alta como una agencia de viajes mientras que la filial de Uber en España opera como una empresa de marketing.

Por otro lado, hay que tener en cuenta la normativa que tienen que cumplir los conductores de un coche con licencia VTC (para conductores que transportan viajeros). Eduardo Martín, presidente de Unauto, asociación de conductores de VTC, señala que los requisitos técnicos para conseguir una de estas licencias están recogidos en el Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre y desarrollados posteriormente en la orden FOM pertinente.

Entre estas especificaciones señala que es necesario cumplir unas determinadas características técnicas en el automóvil o contar con siete vehículos en la flota si no se ha comenzado la actividad antes de esta fecha (un punto que está recurrido por la CNMC en los tribunales porque considera que va contra la “libre competencia”).

Para conseguir la licencia no es necesario que se cumplan otros requisitos pero sí para trabajar con plataformas de transporte como Uber o Cabify. En el caso de Uber, la compañía pide a los conductores que los autónomos estén al corriente de sus pagos a la Seguridad Social, y si son empresas quienes utilizan la plataforma les piden que acrediten su inscripción en el registro mercantil. Otros requisitos que piden a los conductores es la ausencia de antecedentes penales del conductor con el certificado correspondiente.

Además, Uber pide a los conductores o a las empresas un seguro del vehículo que cubra cualquier incidencia con la cobertura exigida por la ley española que es de hasta 70 millones de euros por responsabilidad civil obligatoria y 50 millones de euros adicionales por responsabilidad civil limitada (apuntan que se trata del mismo seguro que tiene el taxi). También piden la Inspección Técnica del Vehículo, que garantiza que el vehículo es apto para la circulación y el transporte de personas.

En el caso de Cabify en su página web se recogen varios requisitos para poder trabajar con ellos. “Necesitaremos el certificado de no poseer antecedentes penales y, en caso de que aplique, documentación del vehículo y licencia o tarjeta de transporte VTC”, explican en su página y añaden que cuando se den de alta “recibirás un correo con un link y un código para realizar unas pruebas psicométricas que deberás completar antes del día de la capacitación”.

Cabify preguntado por este sobre las medidas que iban a tomar después del asesinato de una pasajera en México y si podrían implantarse en España no ha querido hacer declaraciones. Tras los hechos, la compañía aseguró en un comunicado que estudian implantar un botón del pánico en la aplicación.

En el caso de los taxistas, Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid defiende el trabajo de su colectivo y los requisitos que se les piden para operar. “El conductor de taxi necesita una cartilla municipal que habilita para conducir el taxi, un certificado médico de no tener enfermedades contagiosas y el título de estudios básicos”, apunta y explica que la cartilla municipal hay que renovarla cada cuatro años.

Unos requisitos que explica son competencia del ayuntamiento pero que son similares en todas las localidades. Sanz explica que estos requisitos tienen que ser cumplidos tanto en el caso de tener una licencia, como en el caso de trabajar para alguien que la tenga y lo contrate como conductor.

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