Alertas radiactivas y contrabando: esto se encuentra la Agencia Tributaria en los contenedores de los puertos

Las aduanas son una de las primeras líneas para interceptar los tráficos ilegales, el fraude, el terrorismo y la delincuencia organizada. En España, es la Agencia Tributaria (AEAT), también encargada de los impuestos, la que tiene entre sus competencias el control de las mercancías que atraviesan los pasos fronterizos.

En el caso de los productos que llegan por mar, los funcionarios de la Agencia Tributaria están presentes en los 46 puertos españoles, por los que pasan el 85% de las importaciones españolas y el 60% de las exportaciones.

Según la Agencia Tributaria, en los tres primeros trimestres de 2016 se analizaron 114.582 señalamientos de posibles riesgos, que han supuesto 12.039 propuestas de control o por parte de la propia agencia o de otras autoridades en paises terceros.  

El método que se utiliza para determinar qué contenedores deben controlarse es la llamada “Declaración Sumaria de Entrada (ENS por sus siglas en inglés: Entry Summary Declaration)”. Este protocolo permite, con carácter previo a la llegada de las mercancías, disponer de modo anticipado de la información suficiente sobre importaciones destinadas a la UE a través de España que puedan suponer amenazas a la seguridad.

La tecnología más utilizada es la inspección no intrusiva de contenedores con escáneres de rayos X. En el año 2016 se incorporaron otras tecnologías de detección avanzadas, como equipos identificadores de sustancias. En 2017 esperan contar con un nuevo escáner de contenedores en Algeciras y se preparará la documentación para la adquisición de otro en Barcelona.

Material radiactivo

Entre los hallazgos más llamativos, los funcionarios de la AEAT en puertos han detectado material radiactivo de baja intensidad en siete ocasiones, han explicado fuentes de la AEAT a eldiario.es.

Dentro de los diferentes tipos de tráficos ilícitos, el de material nuclear o radiactivo es uno de los que más preocupa a nivel internacional, fundamentalmente por las posibles consecuencias que tendría un ataque terrorista con este tipo de materiales. Por eso se ha desplegado todo un sistema de detección de esos materiales en puertos y aeropuertos. Desde entonces, se detectan numerosos productos metálicos de uso cotidiano contaminados como consecuencia de la fundición de fuentes radiactivas en el proceso de reciclaje de materiales metálicos.

En concreto, el año pasado hubo dos alarmas en Algeciras y una en Barcelona procedentes de plantas de gestión de papeles de desecho. Además, un pararrayos generó otra alarma en Algeciras, y unos aparatos empleados para medir la humedad en suelos provocaron controles en Barcelona y Bilbao. También hubo cuatro fuentes de radiactividad en Valencia, y por bandejas de horno contaminadas en Bilbao.

Se produjo otra alarma en Barcelona por materias primas de origen vegetal procedentes de EEUU para la elaboración de productos de farmacia. Asimismo, se han producido otras alarmas de menor categoría que finalmente no requirieron la activación de protocolos de actuación.

Contrabando y falsificaciones

Los contenedores son una vía habitual de entrada de contrabando en España. Aunque no hay cifras diferenciadas globales, sí que existen por productos. 

Así, en 2016, el 77% de las cajetillas de tabaco incautadas en España iban en contenedor (10,7 millones de los 14 millones que se interceptaron). Dado el volumen del contenido ilícito que trasladaban, sólo en dos de las operaciones, en el puerto de Algeciras y en el de Barcelona, se incautó la mayoría (2,5 millones de paquetes en la primera y 5,5 en la segunda). Se trata de cantidades muy superiores a las que tradicionalmente se hacen públicas por el contrabando en La Línea de la Concepción (Cádiz).

Otro de los contrabandos habituales es el de cocaína. En 2014 el 63% de toda la cocaína incautada por la Agencia Tributaria venía en contenedor (7,5 toneladas de las 12 requisadas), en 2015 fue un 42% (5,3 sobre 12,7 toneladas) y en 2016 volvió a subir al 72% (8,3 sobre 11,6 toneladas incautadas). Sólo en una operación en Algeciras se descubrieron 2,7 toneladas, y otras tres toneladas en Valencia.

Para camuflar la droga se usan métodos diversos, desde palés hechos con pasta mezclada con cocaína a tablas de surf. Según fuentes de la Agencia Tributaria, uno de los métodos que se está popularizando entre los traficantes es el rip-off  (gancho perdido), que consiste en introducir en un contenedor, sin conocimiento del importador o exportador,  mochilas o valijas con la droga, y una vez en el destino, romper los precintos y recuperarlo.

En cuanto a las falsificaciones, es más complicado hablar de cifras de lo que se incauta en los puertos, ya que es más habitual esperar a que lleguen a su destino para actuar, según las fuentes consultadas. En torno a 3/4 partes de las falsificaciones vienen de Asia, fundamentalmente de China.

Sí ha habido algunos casos en que se han requisado directamente en los puertos, como la Operación Renacer, en 2015, en la que se interceptaron en Algeciras once contenedores con 310.000 artículos falsificados, fundamentalmente textil y perfumes, provenientes de China. En 2016, la Operación Renacer II facilitó la incautación de 177.000 artículos en el mismo puerto.

También el año pasado se aprehendieron 14.000 botes de una conocida marca de champú en el puerto de Ceuta. Y en la Operación big black, bautizada así porque tenía como objetivo la venta de artículos fraudulentos en las rebajas del Black Friday, se incautaron en el puerto de Barcelona 185.000 falsificaciones de prendas de vestir de marcas conocidas, fundamentalmente cazadoras y camisas. Se aparentaba un envío formal efectuado por las propias marcas con documentación falsa.