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El Banco de España rebaja la previsión de crecimiento de la economía por las incertidumbres exteriores

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

Diego Larrouy

El Banco de España ha corregido este martes sus previsiones de crecimiento de la economía española para este año y los dos siguientes. Y lo ha hecho a la baja. En concreto, el organismo supervisor prevé un crecimiento del 2,6% del PIB para este ejercicio, frente al 2,7% del anterior escenario. También recorta la previsión para 2019, con un 2,2%, frente al 2,4% anterior, y en 2020, con un 20%, una décima menos.

El organismo explica que ha optado por tomar esta decisión a la baja en las previsiones por la evolución de la economía internacional. En concreto, el Banco de España considera que la economía mundial vive un freno debido a las incertidumbres como las políticas proteccionistas, la crisis en los mercados emergentes o la subida de los precios del petróleo. Todo ello, supone una revisión a la baja en las exportaciones españolas.

En concreto, el Banco de España ha recortado de manera notable las previsiones de crecimiento de las exportaciones españolas en los próximos años. Para este año prevé un incremento del 2,6%, dos puntos menos que en la anterior previsión. Para el ejercicio próximo augura un recorte de 0,9 puntos, hasta el 3,9%. Y, por último, estima un incremento del 4,1% en 2020, 0,4 puntos inferior.

En cualquiera de los casos, el organismo matiza que aunque se aprecia un empeoramiento en las condiciones económicas internacionales, las revisiones que se realizan son modestas ya que no se puede hablar de que se vaya a producir un parón de la economía.

Así, el Banco de España asegura que el crecimiento económico va a seguir apoyado en la demanda nacional, especialmente en el consumo privado. Sin embargo, matiza que se va a producir una desaceleración en estas magnitudes, debido principalmente a que se espera que los españoles comiencen a recuperar tasas de ahorro pasadas, que ahora se encuentran en mínimos.

Las alteraciones en las previsiones del Banco de España también afectan al déficit. El organismo estima un 2,8%, frente al 2,7% que planteó en junio y que es el que mantiene el Gobierno. Sin embargo, el supervisor ha visto un empeoramiento en las condiciones macroeconómicas para este año, especialmente ante la menor subida del PIB prevista.

El organismo ha corregido también sus previsiones de reducción del desempleo a la baja respecto a las anteriores estimaciones, de junio de este año. Mientras que mantiene la de final de 2018 en el 14,6%, considera que en 2019 será del 13,2% -dos décimas más- y del 11,9% en 2020 -0,5% más-. Pese a ello, consideran que se producirá una recuperación paulatina en los salarios.

El Banco de España ve también incertidumbres internas en España para el futuro de la economía, aunque las sitúa en un segundo plano. En es punto señalan a la evolución de la política fiscal, donde consideran que la fragmentación parlamentaria genera incertidumbre futura. Sin embargo, Óscar Arce, director general del Banco de España, ha señalado que no se percibe un cambio entre este gobierno y el anterior en esta incertidumbre. “En ningún caso estamos en una situación como la vivida en Italia”, ha subrayado.

El directivo del Banco de España ha restado gravedad a la posibilidad de que finalmente no se puedan aprobar los presupuestos generales para el próximo año. “Su aprobación es un síntoma de normalidad democrática, pero la Constitución ya contempla que se prorrogarán los de este año, el sector público no se va a parar”, ha destacado.

Arce ha asegurado que en las previsiones no han entrado a valorar los anuncios sobre posibles reformas fiscales para los próximos presupuestos, en caso de lograrse un acuerdo entre el PSOE y otras formaciones. La única alusión, sin mencionar ningún cambio concreto, ha sido recordar al Gobierno que “cualquier cambio supone una distorsión en el comportamiento de la economía”. “Es preciso hacer un análisis riguroso sobre los efectos”, ha remarcado, solicitando que haya un organismo que haga informes sobre los posibles impactos para el economía y el empleo de las medidas de calado.

El Banco de España ha aprovechado en esta actualización de sus previsiones para urgir al Gobierno a aplicar medidas para la reducción de la deuda. Según las estimaciones del organismo, el endeudamiento supondrá el 98,1% del PIB al cierre de este año y de en torno al 95% al final de 2020. El informe apunta que aunque el alza del PIB permita nuevas reducciones, se precisa de una consolidación fiscal en España. “Se van a tardar muchos años en acercar el endeudamiento a los niveles que marca Maastrich del 60%”, ha remarcado Arce.

Entre las sombras que también aprecia el Banco de España sobre el futuro de la economía española se encuentra el sector turístico. Según el informe presentado este martes, el organismo estima una “moderación” en los ingresos por turismo. La mejora de otros destinos como Turquía o Egipto van a afectar a la llegada de turistas a España. Arce ha destacado, sin embargo, la mejora de los ingresos por turista.

El Banco de España llama al Gobierno a “retomar” una agenda de reformas para mejorar la eficiencia y la fortaleza de la economía española de cara a que se produzca finalmente una nueva crisis económica. En concreto, pide reformas en aspectos jurídicos e institucionales que “merman el crecimiento”.

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