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El consorcio del AVE a La Meca amenaza con retirar a su personal ante los impagos y la parálisis del servicio por la COVID-19

El AVE a La Meca.

Antonio M. Vélez

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El grupo de empresas públicas y privadas españolas que construyeron y explotan el AVE La Meca-Medina ha amenazado a Arabia Saudí con “desmovilizar” al personal que está culminando las obras ante la acumulación de impagos de su cliente, la estatal Saudi Railways Organization (SRO), y tras la situación generada por la suspensión del servicio decretada desde marzo para intentar frenar el coronavirus en ese país.

Un informe interno de uno de los socios del consorcio al que ha tenido acceso eldiario.es señala que “se ha dado un ultimátum por parte del Consorcio a SRO para que se abonen las cantidades pendientes antes de sentarse a negociar la cobertura de los costes de personal y subcontratos” derivados de la suspensión de la actividad por el coronavirus, cuya duración se estima que se prolongará “como mínimo” durante este mes de mayo, dice el informe. 

El documento indica que “en las próximas semanas se verá si es posible alcanzar un nuevo acuerdo, aunque sea limitado en su duración”, o si por el contrario los equipos desplazados en el país “se desmovilizan hasta el inicio de la fase de operación”.

“El proyecto Haramain se encuentra en una situación compleja de negociación que se ha visto complicada por los efectos de la pandemia en Arabia y la falta de cumplimiento de sus obligaciones de pago por parte del Cliente”, concluye el informe, que cifra los impagos de los saudíes en 188,5 millones de euros a 24 de abril. 

Fuentes del consorcio, cuya plantilla actual es de 750 personas, indican que Arabia Saudí ha abonado “en las últimas semanas una parte de los pagos pendientes por plazos superiores a 90 días, entre ellos un porcentaje de los que motivaron la reclamación formal del pasado mes de febrero”. Entonces, el consorcio remitió a SRO una “notificación preliminar de Terminación de Contrato” por los retrasos que se venían produciendo, que a esa fecha, 18 de febrero, rondaban los 75 millones.

En poco más de dos meses, la bolsa de impagos se habría disparado un 150%, hasta los citados 188 millones, según se desprende del documento de uno de los socios del consorcio que, por parte española, integran las estatales Renfe, Adif e Ineco y las privadas Cobra, OHL, Indra, Consultrans, Copasa, Imathia, Abengoa y Talgo. 

Esas empresas, junto a la alemana Siemens y dos compañías locales, se han encargado desde 2012 de construir la superestructura ferroviaria y del suministro de los trenes, sistemas, operación y mantenimiento de la línea. El contrato, el mayor logrado por empresas españolas fuera de España, fue adjudicado en 2011 por un total de 6.736 millones, aunque los sobrecostes posteriores elevaron la cifra por encima de 7.000 millones. Sobre el proceso pende desde hace tiempo la sombra de la presunta corrupción del rey emérito, Juan Carlos I, por posibles comisiones de 100 millones de euros para lograr su adjudicación por parte de la dictadura saudí.

Sin servicio desde marzo

El servicio del AVE a La Meca lleva interrumpido desde marzo, tras suspenderse las peregrinaciones para contener la pandemia de coronavirus en el país, que acumula más de 30.000 casos confirmados y unos 200 fallecidos. Pero los trabajos de construcción de la infraestructura continúan, sobre todo en lo relativo a la señalización.

Al inicio de la crisis del coronavirus, funcionaba bajo “una operación parcial” conocida como fase CSP-1 (cinco días de operación y dos de construcción semanales) que, en principio, finalizaba el 31 de marzo de 2020, plazo que desde enero el consorcio negociaba extender hasta principios del próximo diciembre.

En el marco de esa negociación, Renfe, responsable de la explotación de la línea y la que más se juega en este proceso (el resto de socios ya han culminado la mayoría de trabajos), planteó sin éxito a los saudíes que, ante la baja demanda (las previsiones de tráfico de la infraestructura estaban sobreestimadas), determinadas partidas variables del contrato fueran sustituidas por un pago fijo, independiente del número de viajeros. 

Ante la negativa de SRO a modificar el contrato, comenzaron las negociaciones para una posible modificación de las tarifas y los porcentajes a percibir por Renfe Operadora por la venta de billetes. Pero las conversaciones relativas a la fecha de inicio de la operación al 100% “se suspendieron por la aparición del evento COVID-19”, dice el documento.

Desde el 8 de marzo, y como consecuencia de la crisis sanitaria, las autoridades saudíes emitieron instrucciones imponiendo limitaciones en la movilidad de los ciudadanos y trabajadores. Para cubrirse ante eventuales ampliaciones de plazo y/o costes adicionales, las dos partes declararon la existencia de eventos de fuerza mayor, así como el reinicio de un arbitraje internacional y, en el caso del consorcio, la aplicación de penalizaciones económicas por incumplimientos del contrato.

Mientras el servicio de transporte de viajeros quedó interrumpido por causas de “fuerza mayor natural” en la segunda quincena de marzo, los trabajos de construcción “continúan en la zona sur para completar el ERTMS/ETCS y las pruebas en material rodante”, señala el documento. El informe explica que tras ese “ultimátum”, el consorcio estaría en disposición de “reiniciar la operación adelantada CPS-1 lo antes posible” o bien “prescindir” de esa fase “y dedicar los 7 días de la semana a finalizar la fase CAPEX de construcción”.

En contraprestación, “ASC no despediría al personal saudí ni se rescindirían los contratos con proveedores locales de servicios, reiniciándose la operación CPS-1 tan pronto se suspendan las limitaciones impuestas por COVID-19. Además, ambas partes retomarían la negociación para el inicio de CPS Técnico a principios de diciembre de 2020; si bien por parte de SRO se presiona para adelantar esa fecha objetivo”.

El consorcio ha iniciado el proceso previsto en el contrato para intentar que un experto independiente de la Cámara de Comercio Internacional de París dirima sobre la posible ampliación de plazo de los trabajos. “SRO está tratando de paralizar o evitar el nombramiento de este experto independiente aduciendo, entre otras cuestiones, falta de jurisdicción o paralización administrativa por causa del COVID; pero de momento el proceso de nombramiento sigue adelante”, dice el documento.

Las previsiones del consorcio de aquí a los próximos meses son que las partes “lleguen a un acuerdo para el inicio de un CPS Técnico con prestaciones menores a las previstas en el Contrato. No obstante, estas negociaciones se verán afectadas con mayor o menor intensidad, como consecuencia de COVID -19”, por cuestiones como las limitaciones de movimientos de personas y mercancías en el contexto internacional, el desplome de precios del petróleo, “tensiones sobre tipo de cambio y situación financiera internacional, tanto del Gobierno de Arabia como del de España”, así como “la situación financiera de las empresas matrices españolas”.

“Habituales negociaciones”

Fuentes del consorcio señalan que “dentro de las habituales negociaciones con el cliente”, ha trasladado a SRO “la necesidad de adaptar los plazos del contrato y la prestación del servicio comercial a la evolución de los trabajos pendientes en la fase 1, lastrada por importantes demoras en la construcción de las estaciones” y de la obra civil.

En el caso de las estaciones, la de Yeda está inactiva desde un incendio en septiembre que obligó a suspender el servicio hasta diciembre y la de La Meca presenta aún trabajos pendientes. La obra civil ha sufrido demoras en la entrega de las plataformas de la vía, “que se han reflejado en una ralentización en la instalación de sistemas de señalización y telecomunicaciones”, según el consorcio, que recuerda que los acuerdos (“Settlement Agreement”) alcanzados en 2017 y 2018 ya reconocieron la existencia de esas demoras y permitieron poner fin a otros procedimientos de resolución de diferencias previstos en el contrato. 

“Tras la situación de 'stand by' derivada de la interrupción del servicio comercial, el personal expatriado que haya decidido regresar a sus países de origen se volverá a movilizar una vez que el cliente determine reanudar la operación, siguiendo siempre las indicaciones de las autoridades competentes”, indica el consorcio.

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