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Cupra, Lynk & Co, Polestar, Tesla: el automóvil cambia los concesionarios por tiendas 'fashion' en ejes comerciales

Interior de un City Garage de Cupra

Cristina G. Bolinches

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No son concesionarios. Se autodenominan clubs, 'spaces' o galerías, aunque, en realidad, se dedican a la venta de coches. En los últimos meses han comenzado a proliferar establecimientos en las principales calles comerciales de las grandes ciudades donde los viandantes pueden toparse tanto con un concierto en acústico como con el último modelo de la automovilística que está detrás de esa tienda. Una tendencia que va a ir a más en los próximos meses y que no es muy diferente a la idea de reconvertir las sucursales bancarias en cafeterías.

Las compañías de coches tratan así de diferenciarse y de acercarse al consumidor final, pero también de definir una imagen de marca en un momento donde están desembarcando grandes automovilísticas de origen chino, que están arañando mercado.

Una de ellas, Lynk & CO, que ultima la apertura de un local en plena Gran Vía madrileña. No es la única, es el mismo modelo de comercialización que están siguiendo otras enseñas, como Tesla o Cupra. 

Detrás de Lynk & Co está el gigante automovilístico chino Geely, que también es dueño de marcas de gama más alta como Polestar. Un grupo asiático que se está haciendo fuerte en Europa, porque hace un año se convirtió en socio de Renault, dentro del capital de su negocio de coches de combustión

El crecimiento del grupo chino Geely

Geely ha acelerado en Europa a través de Link & Co, que se define por tener un modelo de negocio diferente a las de automovilísticas tradicionales.

Además de vender coches (con un precio, de entrada, de 44.500 euros), propone otras tres alternativas para lograr clientes. Una pasa por el renting al uso, otra por un servicio de coche compartido o car sharing y la última, que denomina suscripción, es similar a un servicio de streaming de contenidos tipo Netflix, aunque por usar un coche. Esta última cuesta 600 euros mensuales (más una tarifa de inscripción de 200 euros) y permite recorrer, como máximo, 1.250 kilómetros al mes.

Lynk & Co no habla de tiendas, sino de clubs. Lo mismo ocurre con sus puntos de venta de Polestar, que denomina 'spaces' y que ha abierto establecimientos en la madrileña calle Velázquez, una de las calles más caras del barrio de Salamanca, y muy cerca del Passeig de Gràcia en Barcelona, el eje comercial de la capital catalana. En este caso, en la calle Rosselló, la misma en la que abrió una 'galería' el gigante estadounidense Tesla. Este último, desde que desembarcó en Europa, optó por esta idea de abrir puntos de venta en las áreas con gran visibilidad comercial.

Polestar dice que sus locales son 'spaces' y que abren una “nueva visión sobre la venta de automóviles”. Y Cupra, la enseña del grupo Volkswagen que ha relanzado los ingresos de Seat los denomina City Garajes y los define como espacios donde se pueden comprar coches y “vivir una experiencia de marca única e inmersiva”, porque son locales donde se realizan eventos. 

De momento, Cupra ha puesto en marcha este tipo de establecimientos en Milán, Múnich, Lisboa, Róterdam, Berlín, París, Sídney y Ciudad de México. El próximo lo abrirá en Madrid, en la calle Serrano -también en el barrio de Salamanca- a lo largo del primer trimestre de 2024. 

Un momento de transformación

El cambio de modelo comercial de las marcas de coches se produce en un momento donde las ventas en España crecen, pero aún no han recuperado los ritmos que se alcanzaban antes de la pandemia. También, ante la creciente presencia de las marcas chinas, que han conseguido hacerse un hueco con modelos eléctricos significativamente más baratos que los que se fabrican en Europa.

Una competencia vía precio que ha llevado a Bruselas a poner bajo la lupa las prácticas comerciales de las compañías del gigante asiático y donde las empresas del viejo continente reconocen que tienen que acelerar para conseguir, en un par de años, vender modelos enchufables y de cero emisiones que tengan un coste de venta inferior a los 25.000 euros. Una barrera de precio que, junto a las infraestructuras de recarga, frenan el desarrollo de los modelos eléctricos.

Al inicio de enero, las patronales del sector automovilístico confirmarán cuáles son los modelos más vendidos en España durante 2023. De momento, se saben los datos hasta noviembre. Y, en esos once primeros meses del año, los modelos más vendidos corresponden a algunas de estas multinacionales que han cambiado el modelo de distribución.

Por ejemplo, el modelo de híbrido enchufable más comercializado hasta el 30 de noviembre fue un Lynk & Co, con algo más de 3.800 unidades. Mientras, en eléctricos, los más matriculados en esos meses fueron dos Tesla, el Model Y (5.906 unidades) y el Model 3 (5.274).

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