Al asalto del negocio eléctrico: las grandes petroleras ya rondan los 800.000 clientes de luz
Las grandes petroleras del mercado español ya rondan los 800.000 clientes de electricidad a través de las comercializadoras de luz que controlan o en las que tienen participaciones minoritarias.
En un momento en el que las ventas de vehículos eléctricos siguen teniendo una cuota residual, pero en imparable ascenso (llevan meses superando las 1.000 unidades mensuales), Repsol, Cepsa, BP, Disa y Galp reclaman su parte del pastel del negocio eléctrico, en un movimiento en el que, en plena transición hacia una economía descarbonizada, también han llevado a cabo a escala global otras compañías del sector como la angloholandesa Shell o la francesa Total.
Pese a la pujanza de otros operadores como las gasolineras low cost y los hipermercados, las cinco grandes siguen dominando el mercado español de distribución de carburantes, con una cuota por número de estaciones de servicio del 58,2% en 2018, según la última memoria de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP). Esas cinco empresas también quieren convertirse en actores relevantes de un negocio, el eléctrico, dominado en España por Endesa, Iberdrola y Naturgy. Estas tres empresas, que copan el 85,4% del mercado por puntos de suministro, perdieron más de 300.000 clientes el año pasado, una cifra sin precedentes.
En 2018, los mayores crecimientos en el negocio de comercialización de electricidad (del 44%) correspondieron, según los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a dos empresas con etiqueta 100% renovable, Holaluz y la cooperativa Som Energia.
Pero el bloque de las petroleras, cuya presencia era testimonial hace solo un año, empieza a tener cierta masa crítica: esos cerca de 800.000 clientes equivalen al 2,7% de los 29,4 millones de puntos de suministro eléctrico existentes a 31 de diciembre de 2019. Si se tiene en cuenta solo al mercado libre (que supone un 61,7% de los suministros), su cuota alcanza el 3,18%.
Repsol a la cabeza
El gran movimiento llegó hace un año cuando Repsol, meses después de salir del capital de Naturgy, anunció la compra de Viesgo por 750 millones de euros. A 31 de marzo de este año, la primera petrolera española ya contaba con 715.617 clientes de electricidad, según datos facilitados por la compañía. Este dato supone un aumento de 25.000 clientes en solo un trimestre.
De esa cifra, 214.918 suministros estaban en el mercado regulado del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) y otros 500.699, en el mercado libre, el más rentable para las empresas. La compañía, que a 31 de marzo tenía otros 111.277 suministros de gas natural, ya sumó el año pasado casi 35.000 clientes eléctricos.
35.000 también son los clientes que declara la comercializadora Podo, que desde marzo de 2018 tiene como accionista minoritario (25%) a la petrolera portuguesa Galp, quinto operador en España por número de gasolineras. Se trata de los clientes de Podo que tienen luz y de los que tienen la opción dual luz/gas. La empresa no facilita el desglose, pero el grueso de esa cifra son clientes de electricidad.
Por su parte, Cepsa, la segunda petrolera en España, cerró el primer trimestre con 22.031 clientes de electricidad, de los que 19.224 eran particulares, otros 2.531, pymes, y 276, industriales, según datos de la empresa. A esas cifras se suman más de 21.000 suministros en gas natural (20.772 particulares, 770 correspondientes a pymes y 111 a industriales).
La compañía que controla el emirato de Abu Dabi, que ha basado su estrategia en el segmento doméstico por vender en un mismo paquete suministros de electricidad, gas y carburantes con importantes descuentos, espera aumentar “considerablemente en los próximos meses” esa cartera de clientes tras adjudicarse la quinta compra colectiva de energía de la OCU, en la que ya hay más de 18.000 inscritos (el periodo de adhesión acaba este mes) y cuyas ofertas, según esta organización de consumidores, “permitirán un ahorro de 194 euros” al año en la modalidad de gas y electricidad.
La tercera petrolera por número de estaciones de servicio en España, la británica BP, está presente en el sector eléctrico desde 2017 a través de la pequeña comercializadora valenciana Lucera, de la que tiene un 10,49% del capital y que actualmente cuenta con 20.000 clientes de luz y 1.200 de gas.
Por su parte, la canaria Disa, propiedad de la familia Carceller, anunció hace más de un año su apuesta por comercializar energía eléctrica en el mercado que domina, Canarias, aunque no facilita datos sobre su número de clientes.
