Rodrigo Rato reestructura sus empresas en vísperas del juicio por la salida a Bolsa de Bankia
La reciente entrada en prisión de Rodrigo Rato Figaredo tras ser condenado en octubre por el Tribunal Supremo por las tarjetas black de Caja Madrid no ha impedido al ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) reestructurar algunas de sus empresas, a través de una sucesión de ampliaciones de capital, una operación de absorción y una ampliación del objeto social de una de esas firmas.
Las últimas operaciones se han llevado a cabo con Rato ya en la cárcel y en vísperas del macrojuicio por la salida a Bolsa de Bankia que ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional, en el que Fiscalía y Abogacía piden cinco años de cárcel para el exvicepresidente económico por estafa a los inversores, acusación que el Ministerio Público ya ha planteado ampliar a falsedad documental.
Uno de los últimos movimientos ha sido la absorción de una de las sociedades del exbanquero, Rafi SL, por parte de su firma Arada SL. La operación, según el Registro Mercantil, está fechada el 15 de noviembre, con posterioridad al ingreso del expresidente de Bankia, el pasado 25 de octubre, en la prisión de Soto del Real (Madrid) para cumplir su condena de cuatro años y medio por las black.
Rafi SL es una inmobiliaria constituida en julio de 1992 y también dedicada a “la elaboración de informes jurídico-comerciales” que en el ejercicio 2017 contabilizaba 1.152.510,32 euros en activos, una cifra de negocios de solo 6.399,89 euros (idéntica a la de 2016) y un beneficio de 246 euros, según sus últimas cuentas, accesibles a través de la plataforma Insight View y firmadas por el propio Rato el 31 de marzo.
La sociedad absorbente, Arada SL, es la firma de Rato que más activos atesoraba a cierre de 2017, con un total de 4,3 millones, a los que ahora sumará los que contabilizaba Rafi SL.
La firma, cuyo administrador único es Rato y que tiene como apoderados solidarios a la exesposa del exministro, Ángeles Alarcó, presidenta de la empresa estatal Paradores hasta julio, y los hijos de ambos, realizó el pasado 17 de octubre, ocho días antes del ingreso en prisión de Rato, una ampliación de capital por importe de 72.121,46 euros. Con ella, el capital social de Arada se incrementó un 240%, hasta los 102.172,07 euros, según consta en el Registro Mercantil.
Esa ampliación se suma a las realizadas en junio pasado en varias empresas de Rato por un importe de más de un millón de euros, tal y como contó en julio El Economista. Entre esas ampliaciones figuran los 200.000 euros inyectados en junio pasado a El Manantial de la Información, vinculada desde hace años a Rato, aunque su administrador único es el empresario hotelero andaluz Santiago Cobo, marido de la diputada del PP y exalcaldesa de Cádiz Teófila Martínez.
Esta firma acaba de ampliar su objeto social a “la adquisición, enajenación, tenencia, administración, cesión, arrendamiento y explotación de bienes inmuebles”, “la gestión, intermediación y desarrollo de todo tipo de operaciones inmobiliarias y urbanísticas” y “la explotación directa o indirectamente, incluso en régimen de propiedad o arrendamiento”.
El Manantial de la Información registró el año pasado, según las cuentas anuales que ha depositado recientemente, unas pérdidas de 750.035,05 euros en 2017, lo que dispara el quebranto acumulado en 2017 por las sociedades vinculadas a Rato que han presentado cuentas de ese ejercicio (Arada, Explotaciones Carabaña, Rafi, Rafi Tealsa y Rodanman Gestión 3) por encima del millón de euros.
Las pérdidas de El Manantial se registraron como consecuencia de una “corrección valorativa” de 750.000 euros de la que la empresa no da detalles. En esas cuentas, se advierte de que la sociedad tiene unos fondos propios “por debajo de la mitad del capital social, por lo que la sociedad tomará las medidas oportunas para salir de esta situación patrimonial durante el ejercicio 2018”. La reciente ampliación de capital buscaría solventar ese desequilibrio.