Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Del dueño de La Tagliatella a IAG o Meliá: las cotizadas españolas que ya reconocen el impacto del coronavirus

Un restaurante La Tagliatella.

Antonio M. Vélez

7

Varias grandes empresas españolas que cotizan en bolsa reconocen ya en documentos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que la epidemia global de coronavirus está impactando en sus operaciones o va a tener consecuencias en el crecimiento mundial. Estos avisos se suman a las numerosas iniciativas que han puesto en marcha grandes empresas ante la expansión de la enfermedad, como limitar viajes o actos internos que impliquen aglomeraciones sociales.

Una de las más explícitas al advertir del “riesgo relacionado con el coronavirus y su expansión por el mundo” ha sido AmRest, el grupo de restauración propietario de marcas como La Tagliatella. Con más de 2.200 restaurantes en 26 países de Europa y Asia, en sus últimas cuentas recuerda que “hay casos confirmados del virus que se extiende por Europa, que es el área principal” de sus operaciones, y que, si bien el número de personas infectadas es todavía “relativamente bajo”, existe “el riesgo de que la enfermedad se extienda rápidamente” y “es razonable esperar que algo así pueda afectar a los resultados del Grupo de manera más evidente”.

El grupo que controla la mexicana Finaccess Capital, propiedad del magnate Carlos Fernández, tiene su principal mercado en Polonia (559 restaurantes), donde hasta este miércoles solo había un caso confirmado de coronavirus, y una presencia testimonial en Italia, epicentro de la crisis en Europa. Pero también cuenta con una importante red en tres países europeos donde la cifra de casos ya supera los 200: España (344 restaurantes), Francia (322) y Alemania (282).

En China, donde operaba a 31 de diciembre 74 restaurantes y que en 2019 aportó cerca de 80 millones de euros a su facturación (un 4,5% del total), Amrest reconoce que un número indeterminado de sus establecimientos “se han visto afectados recientemente”. Tras las medidas adoptadas por las autoridades chinas “para restringir la exposición que las personas pueden tener entre sí” para limitar los contagios, “la población ha sido más cautelosa en cuanto a visitar centros comerciales o permanecer en áreas concurridas”, explica.

Esto “no solo ha afectado al número de restaurants abiertos, sino también al nivel de tráfico general en los restaurantes en China”, dice Amrest, que no aporta cifras.

Precisamente, uno de los gigantes mundiales de la restauración, la estadounidense Starbucks, que el mes pasado cerró temporalmente más de 2.000 cafeterías en China por el virus, anunciaba este miércoles que, ante la expansión de la epidemia en Estados Unidos, va a celebrar por vía telemática la junta de accionistas que había convocado para el próximo día 18 en un teatro en Seattle.

En el Ibex 35, la empresa que más está sufriendo por la expansión del coronavirus es el grupo de aerolíneas IAG, que ha llegado a perder hasta un 40% de su valor en bolsa tras la llegada del COVID-19 a Europa, si bien en sus cuentas, formuladas el 27 de febrero y remitidas este miércoles a la CNMV, ni menciona la epidemia.

“Debilidad en la demanda”

IAG, dueña de Iberia o British Airways, ya reconoció el 28 de febrero, una semana después de trascender los primeros casos en Italia, que sus perspectivas de beneficios para 2020 se verían “negativamente afectadas” por una demanda de billetes “más débil” . “Actualmente, estamos experimentando debilidad en la demanda en las rutas asiáticas y europeas, así como también en los viajes de negocio a lo largo de nuestra red como resultado de la cancelación de eventos y restricciones en los viajes corporativos”, indicó.

Otras empresas del sector, como Amadeus, proveedor tecnológico de la industria turística, han sido menos explícitas. En sus cuentas, indicaba que “la aparición del Coronavirus en China tendrá seguramente un impacto en el PIB global y en el tráfico aéreo” de este año, aunque “es todavía demasiado pronto para entender su duración y alcance”. Y Aena, dueña de la red de aeropuertos en España, ha elevado incluso del 1,1% al 1,9% su previsión de alza en el tráfico sin considerar “un impacto potencial del coronavirus en el tráfico mundial y europeo en particular”.

La única hotelera del Ibex, Meliá, que este miércoles lideró las caídas en el Ibex (-5,35%) y que esta semana aseguraba que “mantiene una situación de normalidad” en sus operaciones “salvo en China y en el norte de Italia”, indicó en la presentación de resultados que remitió a la CNMV el 26 de febrero que el brote en China había tenido, “hasta el momento, un impacto moderado” en sus cuentas, dado que sus cinco hoteles operativos allí “son de gestión, si bien el Grupo mantiene una posición de cautela ante la evolución de esta alerta sanitaria”.

Meliá señalaba no obstante en sus cuentas que “este primer trimestre se verá impactado de forma importante”, especialmente en el mes de febrero “y con ciertas probabilidades también el mes de marzo, salvo que las medidas globales adoptadas por el gobierno chino y otros países afectados empiecen a dar los resultados esperados”.

La hotelera, que acaba de cerrar una campaña especial para permitir cancelar reservas sin coste con una antelación de hasta 24 horas como parte de un “exhaustivo Plan Global de Contingencia frente al COVID-19”, advertía de que “el impacto de la emergencia sanitaria en China por el coronavirus podría también frenar de forma importante los viajes a España, tanto de ocio como de negocio, poniendo en riesgo eventos internacionales ya programados”. En sus cuentas ya admitía “cierto impacto” por la cancelación de acontecimientos en Europa como el MWC de Barcelona o algunos eventos en Milán.

Mediaset, empresa de capital italiano con sede en Madrid, propietaria de Telecinco y Cuatro, reconoce en su informe de gestión que, tras haberse “mitigado” las incertidumbres derivadas del Brexit o la guerra comercial para la economía mundial, “han aparecido nuevos focos de inestabilidad entre los que cabe destacar de manera muy especial el brote de coronavirus que, a fecha de formulación de estos Estados Financieros [el 26 de febrero], se sabe está teniendo ya un impacto no menor a nivel global tanto social como económicamente y cuyas implicaciones últimas estamos aún lejos de poder discernir”.

Repsol se refería ampliamente al virus en las cuentas que formuló el 19 de febrero, dos días antes de detectarse el primer caso en Europa. Al mencionar las previsiones económicas para 2020, señalaba que “entre los riesgos destaca la posibilidad de una desaceleración más abrupta en China, dado el actual contexto de excesivo endeudamiento y por la evolución que pueda tener el brote”.

Y al repasar sus perspectivas para el sector energético a corto plazo, indicaba que “a comienzos de año, se esperaba un mercado del petróleo con un balance entre oferta y demanda más ajustado que en el global de 2019. Sin embargo, la evolución del nuevo coronavirus” ha supuesto “revisar las previsiones”, y las primeras estimaciones de los analistas sobre su impacto en la demanda de petróleo apuntaban a una reducción de entre 200 y 500 mil bl/d [barriles diarios] en la media de crecimiento anual este año, “concentrándose sus efectos más adversos principalmente en el primer trimestre y, en menor medida, en el segundo”.

Añadía Repsol que “el mercado estará muy pendiente de los nuevos recortes que podrían acordar” en la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que este viernes se reúne en Viena para abordar un posible recorte de la oferta para hacer frente a la caída de la demanda derivada de la crisis del coronavirus. El parón chino ha propiciado que desde la aparición de los primeros casos los precios del crudo Brent (de referencia para Europa) se hayan desplomado más de un 20%.

Respecto al gas, Repsol apuntaba que la irrupción del virus en China (principal motor de la demanda de gas natural licuado), junto a un invierno inusualmente cálido, “afectarían negativamente a las exportaciones de gas desde EE.UU. que no encontrarían fácil acomodo en el continente asiático”.

“Vertiginosa propagación”

Entre los bancos del Ibex, el único que ha mencionado hasta ahora el coronavirus es BBVA. En sus cuentas obviaba esta cuestión, pero sí advirtió de la “incertidumbre” sobre el impacto del virus en una modificación de una emisión de bonos fechada el 25 de febrero.

Por su parte, Acciona llamaba la atención en las perspectivas recogidas en su informe anual sobre “el impacto actual de la economía China en el resto del mundo a raíz de la vertiginosa propagación del coronavirus”, dado que este país supone el 17% del PIB mundial y aporta un tercio del crecimiento global, por lo que “una ralentización del crecimiento chino podría afectar al crecimiento global previsible para 2020”.

Mientras, Acerinox (también parte del Ibex) se limita a señalar que “la afección que la expansión del coronavirus pueda tener sobre la economía y nuestro sector es incierta”.

Fuera del Ibex, la más explícita es el grupo textil murciano Liwe, dueño de la enseña Inside y que tiene en Italia su principal mercado exterior junto a Portugal, con 25 tiendas. En sus cuentas dice que “el año 2020 se presenta ante Liwe con una gran incertidumbre”, con los mercados internacionales “muy revueltos con problemas que tienen que ver con el coronavirus, que está afectando muy directamente a países donde Liwe tiene una presencia de fabricación muy importante”.

“Además, este tema está afectando también a la economía global, de manera que los crecimientos a nivel mundial para el año que se está iniciando se están revisando a la baja, y la cotización del euro respecto al dólar se está viendo muy perjudicada para los intereses del Grupo”.

Por su parte, la inmobiliaria Metrovacesa indica, al repasar las perspectivas económicas para 2020, que “la posible extensión de la epidemia” puede tener “efectos en la actividad a nivel agregado” y es la principal amenaza para el crecimiento global; y la constructora San José subraya que el Fondo Monetario Internacional podría llevar a cabo [tal y como sugería este organismo el miércoles] “estimaciones más bajistas todavía para el 2020 por la crisis del Coronavirus, que afectará en gran medida al sector manufacturero con la consiguiente repercusión en el conjunto de la economía”.

La aseguradora Catalana Occidente menciona por su parte la “desaceleración estructural” en Asia Pacífico “por aranceles y tensiones comerciales, intensificada por el impacto del coronavirus”; y la farmacéutica Rovi (que recientemente fichó como consejera a la exministra Fátima Báñez) habla de “la incertidumbre sobre el posible impacto del coronavirus” en su margen bruto.

Por último, la papelera Iberpapel indica que “hay signos de comienzo de recuperación de la demanda de papel, pero todavía no somos capaces de valorar la repercusión de la crisis del coronavirus en la economía mundial y en la del mercado papelero en particular”.

Etiquetas
stats