El trampolín para tus ideas
Eres joven, tienes ganas de comerte el mundo y mil ideas por dónde empezar a morder. Para estimular ese deseo y esas ganas nació hace seis años el programa Yuzz, Jóvenes con Ideas, que coordina el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) con el mecenazgo de Santander Universidades. Este programa está dirigido a chicos -entre 18 y 30 años- que quieren hacer de su idea un negocio. Así que se les ofrece apoyo y todo lo que necesitan para pasar de querer hacer algo a poderlo hacer. Este programa cuenta también con el apoyo de Indra, Secot, la Fundación Princesa de Girona, la Fundación Incyde, Intel, Red Emprendia, Tuenti y Emprendedores.
Este año un total de 900 jóvenes, seleccionados entre más de 2.500 inscritos, reciben durante cinco meses apoyo, formación y asesoramiento para elaborar planes de negocio basados en las nuevas tecnologías. Hay 41 centros, repartidos por toda la geografía española, donde trabajan su idea junto a 20 ó 25 compañeros. Este contacto se ve como un factor añadido ya que además de trabajar en resolver su idea, ayudan a resolver las dudas de los demás. Asimismo, tienen una plataforma a nivel nacional donde se vinculan todas las dudas, las iniciativas y las buenas prácticas de todos para todos.
Hay jóvenes de todas las carreras para fomentar así que “el emprendimiento está en la persona y no en su formación”, asegura Federico Gutiérrez-Solana, director del Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) y responsable del programa Yuzz. Por ello, se establecen estos entornos plurales que sirven para que tengan visiones diferentes de una misma situación, lo que “enriquece muchísimo”.
Salto internacional
Para estimular esas mentes creativas y emprendedoras unos 200 expertos los ayudan a desarrollar y estimular sus conocimientos, a la vez que los van guiando para que lleguen a buen puerto las ideas en las que están trabajando. Cada centro está asociado a una entidad colaboradora que cofinancia junto a Santander Universidades el programa, marcado por CISE. Tras el éxito de las cinco ediciones anteriores, donde se han creado unas 500 empresas, ya están trabajando para dar el salto a dos o tres países de Iberoamérica en la próxima edición. De esta manera, los proyectos tendrán una conectividad internacional abriendo así más “oportunidades, la palabra mágica cuando hablamos de emprendimiento”, matiza Gutiérrez-Solana. Así, con más oportunidades la posibilidad de éxito será mayor.
Todos los proyectos deben tener una serie de puntos en común como son la capacidad de que sea escalable, que no se quede en una dimensión limitada,que esté basado en ideas innovadoras, en la tecnología y que sea internacional. Para lograrlo cada proyecto se analiza desde todos los puntos de vista posibles, se realizan prototipos tras estudiar el mercado y a través de metodologías flexibles van aprendiendo a minimizar los riesgos y a ser más atractivos a los financiadores cuando empiecen su andadura.
Impulso al talento joven
Una vez finalizado el proceso de formación y asesoramiento, los 44 mejores proyectos de los centros Yuzz viajarán a Silicon Valley, la meca mundial de innovación en el ámbito de las nuevas tecnologías, donde se les brindará acceso a foros de financiación, asesoramiento y contacto con inversores. Asimismo se repartirán 80 becas para asistir al Fórum Impulsa, un gran evento de emprendimiento nacional. Y los tres mejores proyectos de todo el país recibirán el premio gordo, una dotación económica para ayudarles a poner en marcha su negocio: 30.000 euros para el primer premio, 20.000 para el segundo y 10.000 para el tercero.
Tays Silvana, una de las jóvenes que gracias a su aplicación para enfermos renales - myrenahelp.com- disfrutó el año pasado de un viaje a Silicon Valley, asegura que “es increíble ver como una idea paso a paso se materializa y empieza a funcionar ahí fuera. Ha sido impresionante.”
No es una moda, es una necesidad social
Para el responsable del proyecto Yuzz este tipo de iniciativas que pueden verse desde fuera como un lujo o una moda son “una necesidad social”. “Necesitamos personas emprendedoras, no para que monten sus propios negocios sino para que sean capaces de hacer algo nuevo a partir de todas sus capacidades”, bien en una empresa, en la administración o en la universidad. Para Gutiérrez-Solana ellos son “los impulsores de las innovaciones; si tenemos empresas emprendedoras, tendremos una sociedad innovadora y lo necesitamos sino otras sociedades nos van a barrer porque tendrán una oferta mejor y más atractiva”.
