Expertos de Europa y América Latina buscan un modelo común para evaluar los títulos universitarios virtuales
La educación superior online avanza a pasos agigantados en América Latina, pero la acreditación de calidad sigue siendo un reto pendiente en muchos países. En este contexto, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), junto a la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) de Chile y la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), organizaron un seminario internacional clave: “Experiencias en evaluación institucional y de programas de la Educación Superior virtual en América Latina y Europa”. El evento, en formato híbrido, se celebró el 25 de noviembre de 2025 en Santiago de Chile y reunió a expertos de España, Chile, Argentina, México, Brasil, Colombia y otros países iberoamericanos.
UNIR, con casi dos décadas de experiencia en formación 100% virtual y todas las acreditaciones nacionales e internacionales, posicionó este encuentro como un espacio para fortalecer mecanismos de evaluación rigurosos. La universidad española había organizado previamente más de cuatro seminarios similares, con participación de más de 20.000 especialistas globales, consolidándose como referente en la educación digital de calidad.
Un encuentro plural y de alto nivel
El programa arrancó a las 9:00 horas en el Auditorio René Zorrilla de la UTEM, con bienvenidas de la rectora Marisol Durán Santis (UTEM), el presidente de la CNA, Andrés Bernasconi, y el director académico de Relaciones Institucionales de UNIR, Manuel Herrera. La conferencia inaugural de Bernasconi abordó Tendencias y desafíos de la acreditación de la educación superior.
Las sesiones técnicas incluyeron mesas redondas con ponentes de alto nivel. En la primera, sobre evaluación de programas virtuales, intervinieron Martín Strah (CONEAU, Argentina), Luiz Roberto Liza Curi (Brasil) y José Luis Aznarte (ANECA, España). La segunda se centró en evaluación institucional, con María Eugenia Bolaños (FIMPES, México), Federico Morán (Fundación madri+d, España) e Iván Ramos (RIACES, Colombia). La tercera ofreció perspectivas institucionales de Sergio Morales (Vertebral, Chile), Martín Centeno (UTEM) e Ignacio Hierro (UNIR). Cada ponencia duró 20-30 minutos, seguida de debates de 15 minutos, para un intercambio profundo de buenas prácticas birregionales.
En Chile, país anfitrión, la modalidad virtual representa el 16,7% de la matrícula total de educación superior y el 13,8% en pregrado. La matrícula de primer año en programas a distancia creció un 17% respecto a 2024 y un 70% en cinco años. En magíster, el incremento fue del 21,3% anual. Además, el 49,1% de los matriculados en pregrado online tiene 35 o más años. “La educación online está creciendo rápido, pero aún hay mucho por acreditar”, afirmó Andrés Bernasconi. “Este seminario llega en el momento justo para Chile y la región porque ofrece un observatorio de buenas prácticas birregionales que acelera la convergencia de estándares”.
La acreditación en las carreras a distancia
Bernasconi destacó diferencias con Europa: “En sistemas como UNIR y ANECA, la evaluación integra innovación pedagógica y métricas holísticas desde el diseño del programa. En la mayoría de países latinoamericanos predomina un enfoque reactivo, centrado en cumplimiento normativo sin suficiente énfasis en impacto estudiantil”. Aunque reconoció peculiaridades nacionales, apuntó que en América Latina la acreditación abarca tanto programas como instituciones, mientras la tradición europea se centraba más en programas y solo de manera reciente en instituciones completas.
Desde Argentina, Martín Strah resaltó el modelo de sistemas institucionales de educación a distancia (SIED). En un país con 149 universidades (74 estatales y 75 privadas), toda institución que ofrezca carreras online debe validar su SIED, evaluando aspectos como marco normativo, propuesta pedagógica, capacitación docente y tecnologías.
“Es un doble control: validación del SIED y acreditación posterior de las carreras”, explicó Strah. En diez años (2013-2023), los estudiantes en pregrado y grado online crecieron un 107,5%, y los egresados un 143,2%. Hoy, el 4% de alumnos en universidades públicas y el 32% en privadas cursan modalidades a distancia. “La lección clave es priorizar la trazabilidad del aprendizaje: documentar evidencias de interacción y resultados desde el inicio”, añadió. Este enfoque garantiza “pisos mínimos de calidad” en todas las carreras acreditadas, incluidas las de interés público como medicina o ingenierías.
UNIR refuerza su rol pionero compartiendo expertise en gestión académica y tecnológica. Manuel Herrera subrayó: “La educación en línea es una herramienta potente para corregir desigualdades, llevando formación a espacios excluidos, pero debe hacerse con calidad mediante estándares rigurosos”. Un ejemplo ilustrativo es la colaboración con la Universidad Tecnológica de Pereira (Colombia): tras una semana de intercambio virtual en 2020, adoptaron modelos de tutoría online que permitieron a cientos de estudiantes remotos completar grados en ingeniería. Herrera advirtió un error común: “Priorizar herramientas tecnológicas sobre la formación del profesorado; el docente online debe ser gestor de relaciones e incentivador del pensamiento crítico”.
El seminario, que fue retransmitido vía streaming, impulsó propuestas para una acreditación convergente, alineada con innovación e inclusión. En un panorama donde la virtualidad redefine la educación superior, iniciativas como esta marcan el camino hacia una región más equitativa y competitiva, bridging experiencias europeas y latinoamericanas para elevar estándares compartidos.
