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La asociación conservacionista Amus reclama más financiación de la Junta, o podría cerrar

Recogida en el centro Amus de un buitre negro con destino a Bulgaria

José L. Aroca

La asociación conservacionista Amus, con 23 años de actividad a las espaldas, asegura que su existencia está en peligro tras la entrada en vigor de la nueva ley de contratos del Estado que le impide contratar directamente con la Junta por un importe económico igual al que hasta ahora venía recibiendo.

En los últimos tres años se encargaba, contratada por la Dirccción General de Medio Ambiente, de la recogida y tratamiento de fauna herida en la provincia de Badajoz durante períodos de seis meses, de mayo a octubre, y recibía por ello 18.000 euros mediante la modalidad de contrato menor.

La nueva legislación estatal, que aplica una directiva europea, ha reducido el máximo de los contratos menores (contratación directa entre Administración y beneficiario) a 15.000 euros, por lo que Amus ha dicho “basta” tras una serie de apreturas económica por las cuales se ve en apuros para devolver tres créditos bancarios y un cuarto que viene.

Según explica Antonio Padilla, miembro fundador de Amus, los ingresos de la asociación, que tiene ahora un presupuesto anual de 150.000 euros, se han ido reduciendo a consecuencia de la crisis. En 2012 la asignación de la Junta pasó de 30.000 a 15.600 euros anuales, y además la recogida de fauna salvaje herida, de la que eran subcontratistas a través de una empresa, también fue recortando su importe.

Seis mil euros menos

En los últimos tres años Amus consiguió el contrato menor por 18.000 euros, pero ahora se reducía a 15.000, aunque incluso antes de ello la Junta ha sacado a licitación el concurso para toda la región –no solo para la provincia de Badajoz- por 51.000 euros, y la empresa adjudicataria les darles un subcontrato por 12.000.

Ellos no pueden presentarse a la licitación porque son una asociación, no una sociedad mercantil, añade Padilla.

Esto y otros hechos han sido “la gota que colma el vaso” según Padilla, que recuerda cómo también las obras sociales de las cajas de ahorro les concedían para su labor unas cantidades que la crisis se llevó y han desaparecido.

Durante la tramitación de los pasados presupuestos autonómicos extremeños Amus habló con los cuatro grupos parlamentarios de la Asamblea –PSOE, PP, Podemos y C’s- para introducir una enmienda a favor de la asociación por 60.000 euros, que fue derrotada porque solo la apoyó el PP.

Desde Amus se entiende que están ejerciendo un trabajo que es de competencia pública. “Ellos son los políticos, nosotros no entendemos de legislación de contratos y creo que deberían buscar la solución al problema”. Antonio Padilla entiende que qué menos que la Junta aportara 75.000 euros, la mitad del presupuesto de esta asociación, que goza de prestigio internacional y recibe cada año 1.500 animales.

La Junta lo lamenta

Desde la Junta valoran que si se confirma la desaparición de la asociación conservacionista Amus, no cabe más que lamentar su desaparición dada la importancia de la labor que lleva a cabo, especialmente en lo relativo a los trabajos de recuperación de  fauna salvaje.

La labor desempeñada por el centro de recuperación de fauna “es reconocida, como ocurre con algunas otras asociaciones ambientales, con una asignación específica asociada al mantenimiento del mismo”. 

Amus también participa y es beneficiaria, individualmente o con otras asociaciones, de ayudas y convocatorias relacionadas con proyectos de censo y seguimiento de especies, añade la Junta. “Igualmente ha sido adjudicataria de algunos contratos relacionados con el rescate y recuperación de fauna así como censos de especies protegidas. Además esta asociación fue reconocida con la declaración de utilidad pública en 2017”.

 

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