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Un millar de manifestantes presionan a la dirección de Acorex y a Monago para que resuelvan ya la crisis del grupo

Concentración  de trabajadores de Acorex

Pablo Sánchez / Pablo Sánchez

En el año 2012, el presidente de la Junta José Antonio Monago comenzó a inyectar fondos públicos en el grupo de cooperativas de Acorex que estaban en apuros. Hasta 10 millones de euros ha puesto la empresa pública en Avante en ese grupo. Pero ese dinero no tuvo como objetivo la viabilidad de Acorex, sino comprar voluntades, cambiar una y otra vez equipos directivos. Con esas críticas palabras del líder de CCOO Julián Carretera ha concluido una manifestación en Mérida para salvar este grupo cooperativo y frenar el ERE que podría echar a la calle a la mitad de la plantilla.

El secretario general de UGT, Francisco Capilla ha calificado la manifestación como una expresión de la sociedad civil y ha añadido que el único modo que los trabajadores tienen para propiciar un cambio en la actitud del Gobierno regional “es la presión en la calle” . A su juicio, se han perdido dos años, que han llevado a ACOREX a una situación peligrosa, aunque cree que es “salvable” y ha advertido de que “la tensión en la calle seguirá porque no nos fiamos de Monago”.

Más de un millar han apoyado en las calles de Mérida esa manifestación convocada por UGT y CCOO y apoyada por la práctica totalidad de partidos políticos y organizaciones agrarias, a excepción del PP. A la cabeza de la manifestación, los líderes de UGT y CCOO, Francisco Capilla y Julián Carretero y el comité de empresa , junto con dirigentes del PSOE, IU, Podemos, Extremeños, UPA-UCE, Coag, Asaja… Y muchos trabajadores de Acorex, familiares, cooperativistas…

Los gritos y consignas que han acompañado el recorrido de la manifestación han mostrado con nitidez el problema actual y las posibles soluciones. Unidad entre las cooperativas, con el retorno de las que se han marchado, y respuestas desde la presidencia de la Junta.

La dirección cambia el rumbo

Mientras la dirección de Acorex está cambiando de criterio. Bajo la presión de una quiebra inminente, con la necesidad imperiosa de que vuelvan las tres grandes cooperativas que se marcharon y bajo la presión de la gran manifestación en las calles de Mérida el Consejo Rector de Acorex comienza a dar marcha atrás en algunas de sus anteriores decisiones.

En las negociaciones que a lo largo de esta semana ha mantenido el Consejo Rector con las tres grandes cooperativas que se marcharon (Santa Amalia, Granja de Torrehermosa y Miajadas) hay presencia de la Junta la veleta del consejo rector está cambiando de sentido.

Los mismo consejeros ( Ortega, Tienza y Regodón) que aprobaron denunciar al presidente de la cooperativa de Miajadas, Manuel Rodríguez, acaban de acordar ahora levantar esa querella.

Otra vía clave en negociaciones es la pretensión de Santa Amalia que defiende que si las grandes cooperativas asumen las grandes inversiones y la mayor facturación, deben ser las grandes cooperativas las que se sienten en el Consejo para tomar las decisiones.

Con respecto a Granja, las conversaciones están más avanzadas, y además ambas partes desean resolver cuanto antes el delicado asunto de Acosierra, con un par de años de inactividad y casi 40 trabajadores a la espera de faena.

Si no se cierra la vuelta de esas tres cooperativas, no hay inyección económica de la Junta. Esa es la cuestión. Y en esa misma línea incidía el pasado viernes el consejero de Agricultura Echevarri, que se ha mantenido en todo este conflicto en un muy discreto segundo plano, dada las notorias distancias que mantiene con el director de cooperativas Andrés Montero. “Acorex son 42 cooperativas, tres que están fuera, y ya se ha dicho que para que sea viable tienen que estar todas juntas”, ha indicado Echevarri.

Otra semana más

Las negociaciones avanzan, pero las manecillas del reloj también. Y el tiempo, es un factor implacable en este conflicto.

El comité de empresa y los sindicatos UGT y CCOO, convocantes de la manifestación de este sábado, saben de las negociaciones y saben también que el tiempo apremia. Por ello, han puesto un plazo a la dirección de Acorex de otra semana más para que muestre cartas con soluciones. Creen que en 15 días de negociaciones hay tiempo de cerrar acuerdos.

La secretaria general de FITAG-UGT Extremadura, María José Ladera Baena, momentos antes de la reunión del Comité de Empresa de Acorex con el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, en el ayuntamiento el pasado viernes, ha afirmado la situación de Acorex no se puede demorar más tiempo ya que hay en juego muchas cosas: los trabajadores, las familias que sustentan, la supervivencia de las cooperativas. Por ello , confía en que se ponga fin cuanto antes a la “incertidumbre” que hay en el grupo y que se alcance un consenso que posibilite “ un grupo sólido y fuerte como venía siendo hasta el año 2012”.

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