Simon Yates se lleva el rosa en el Giro tras una escalada a Finestre para la historia del ciclismo
El británico Simon Yates, del equipo neerlandés Visma-Lease a Bike, ha ganado el Giro de Italia de 2025. Lo ha hecho tras una histórica singladura en la penúltima y decisiva etapa con escenario en las rampas de Finestre y en la meta de Sestriere, en la provincia de Turín. Yates no solamente remontó el tiempo perdido como tercero en la general hasta la jornada anterior sino que aventajó en muchísimos minutos tanto al líder durante casi dos semanas, el mexicano Isaac del Toro, como a su principal rival, el ecuatoriano Richard Carapaz. Contó con el apoyo de su compañero Wout van Aert, filtrado previamente en la fuga del día.
Con favoritos iniciales retirados -Primož Roglič, Juan Ayuso o Mikel Landa, por ejemplo-, la montañosa semana final abría el abanico a otros contendientes. Yates, cuyo hermano Adam era uno de los compañeros de equipo más relevantes de Del Toro, suma una segunda grande siete años años después de la primera, la Vuelta a España de 2018. Solamente Gino Bartali y por culpa del parón de la II Guerra Mundial había tardado más tiempo en repetir. En su caso, entre el Tour de Francia de 1938 y el Giro de Italia de 1946. El británico ya perdió un Giro precisamente en 2018 y precisamente en Finestre. Logró un podio en Italia en 2021 y su mejor resultado en Francia era el cuarto. No ha ganado ninguna etapa, pero para Yates queda el récord de ascensión en Finestre, por vez primera por debajo de la hora.
El Giro vuelve a estrenar ganador en la secuencia del dorado trofeo 'senza fine' que se va estirando cada año que pasa. Es la rutina en los últimos años. Desde Vincenzo Nibali, hace ya casi una década, nadie ha repetido. Completan el podio Del Toro, sobrevenido líder del UAE en su segunda temporada profesional y nueva estrella de México desde Raúl Alcalá, y Richard Carapaz, que ya se llevó la 'maglia rosa' en 2019. Mads Pedersen ha sido el rey de las llegadas e indiscutible portador de la 'ciclamino' de los puntos. Lorenzo Fortunato se lleva la 'azurra' de la montaña. La ruta partió de Albania, tuvo una incursión en Eslovenia y, justamente en el final, ha pasado por la Ciudad del Vaticano también, bendición del nuevo sumo pontífice católico incluida.
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