Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Cataluña hospitalaria (A pesar de todo)
El procés catalán empieza a pesarle demasiado al pueblo catalán porque no solo obedece a posiciones políticas o territoriales que, pudiendo ser resueltas o suavizadas mediante el debate o la negociación, está presentando muchas dificultades, sino que empieza a mostrar signos de una enfermiza intransigencia.
No parece que se esté viendo por ningún lado ningún propósito de enmienda. Nada invita a prever que la insolencia con que se comportan los responsables catalanes pueda derivar hacia un acuerdo de convivencia entre los catalanes independentistas y el resto, es decir los autonomistas. En menos de veinticuatro horas Cataluña ha vivido dos espantadas muy significativas que, obedeciendo a asuntos bien diferentes, culminan en la misma actitud o característica. Ahora mismo los independentistas catalanes, llevados por un ramillete de atrevidos que meten su mano en cajas de caudales cuyos caudales proceden de fuentes tan dudosas como marrulleras, están haciendo el más flaco de los favores que se puede hacer a la catalanidad. Los catalanes, incluida la gran mayoría de los partidarios de la independencia, son ciudadanos capaces de sentir los vínculos de pertenencia con la debida sensatez, cuidando que los vínculos de ciudadanía sin más, es decir los vínculos más normales, que son los que influyen realmente en las vidas compartidas, no sufran en exceso.
El gran mérito de los “indepes” ha sido desarrollar la tupida urdimbre -con tan eficaz secretismo- que protege todas y cada una de las acciones que vienen desarrollando. Sin embargo, en el pecado han llevado su penitencia porque han empoderado en tal medida a los protagonistas que los han convertido en “emperadores” sin que hayan pasado por el puesto de meros “administradores”, mucho más necesario en estos casos.
Lo cierto es que después de haber visto casi todo lo que ha venido ocurriendo, sólo el comportamiento de Oriol Junqueras, el de uno de los Jordis, y de algún otro encarcelado anodino en su significado dentro del “procés”, todo han sido huidas, escapadas y engañiflas. Las mentiras han proliferado tanto como las coartadas, en buena medida porque el Gobierno del PP actuó, remiso y asustado, buscando más el amedrentamiento que la eficacia que se desprende del ejercicio de la autoridad. En este batiburrillo los independentistas se han desdicho de los dicho: consellers, presidenta del Parlament, Ex President, Jefe de Mossos y demás, han negado lo que proclamaron con tono desafiante. De modo que los anuncios del viernes y sábado últimos deberán ser añadidos al listado de cobardías, en el que brillan con luz propia los fatuos y cobardes de Puigdemont y Ana Gabriel, eso sí, atildados y acomodados a la capitalidad de los países en que se han aposentado: Puigdemont en la Capital de Europa (Bruselas) y Ana Gabriel en la capital del capitalismo (Suiza)
Lo que ha tenido lugar recientemente ha sido el desafío del President , Torrent, nada menos que en un acto solemne en el Colegio de Abogados catalán, que se saldó con el abandono de un buen número de jueces y abogados en protesta por la denuncia de Torrent, que acusó a los jueces de no ser independientes, lo cual es tanto como decir que no son justos.
Tanto Torrent como Ada Colau no han acudido a recibir al Rey en la inauguración del Mobile World Congress. Y esgrimen que su espantada es una respuesta a las cargas policiales que tuvieron lugar en medio de la celebración del referéndum ilegal del 1 de Octubre (hace cuatro meses y medio). Eso sí, han acudido al banquete programado solemnemente por los organizadores del importante evento. En este caso Torrent y Ada Colau han optado por defender su entereza y dignidad renunciando al plato, pero aprovechándose de las tajadas, a cuyo festín han asistido.
Los independentistas catalanes están convirtiendo su territorio en un territorio inhóspito, desde luego poco acogedor y poco amable, salvo por el hecho de que los catalanes, individualmente, sean de otro modo. Peor aún, da la impresión de que estamos en una Cataluña inhospitalaria, que no ofrece seguridad ni abrigo suficiente a los forasteros.
Menos mal que la gran mayoría de los catalanes, independentistas o no, son gentes afables y “hóspitas”.
Sobre este blog
Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.