Decenas de miles de personas salen a la calle en Bilbao en defensa de los derechos de los presos de ETA
Ya sin restricciones motivadas por la COVID-19, la tradicional cita de enero en pro de los derechos de los presos de ETA ha vuelto a concitar este 2023 a decenas miles de personas en Bilbao, 20.000 según la Policía. Ha sido una edición singular, ya que en estos años el grueso de los condenados por terrorismo han sido acercados a cárceles vascas o próximas. De hecho, tanto Sare como Etxerat han eliminado recientemente de su logotipo el mapa que en las últimas décadas ha demandado el final de la dispersión y el alejamiento. No sin controversia, el nuevo lema elegido ha sido 'Etxera', 'a casa' en castellano, lo que ha sido interpretado en algunos sectores como una petición de impunidad.
El portavoz de Sare, el exconsejero Joseba Azkarraga, ha aseverado que se vive “un tiempo de esperanza” en el que sólo la apuesta por todos los derechos humanos puede posibilitar un “escenario diferente” de tal forma que “el acuerdo, la empatía y la solidaridad sustituyan al enfrentamiento”. Pese a reconocer que “prácticamente se está cerrando” la etapa de la política de alejamiento de los presos de la banda terrorista, ha advertido de que, sin embargo, la política de excepcionalidad “continúa” a través de una actitud “de bloqueo” y mediante “continuos recursos” desde la Fiscalía de la Audiencia Nacional. “La Audiencia Nacional está empeñada en bloquear una legislación penitenciaria de carácter ordinario, que es lo que reclamamos”, ha reivindicado.
En esta línea, ha defendido que cuando Sare dice “etxera” lo que reclama es que “con la ley en la mano y la aplicación de las leyes ordinarias es posible hacer ese camino”. “Respetamos que los jueces y fiscales tengan una ideología política. Lo que denunciamos es cuando se traslada a sus decisiones y recortan derechos de los presos. No pedimos privilegios sino que no se produzcan excepciones como las que vemos los últimos meses cuando, de manera constante, se recurren las decisiones de las juntas de tratamiento y se rechazan las progresiones de grado”, ha insistido. Segñun sus cuentas, el 64% de los presos de ETA, un total de 110, podrían estar ya “en semilibertad o libertad condicional”.
EH Bildu ha sido la formación política que más ha secundado esta movilización y ha calificado a los reclusos de ETA como “presos políticos”. Su parlamentario Julen Arzuaga ha apostado por sumar fuerzas en el ámbito social para que los presos de ETA puedan “volver a casa” y vean reconocidos sus “derechos”. En declaraciones a los medios de comunicación, Arzuaga ha denunciado la existencia de grupos de presión “poderosos que están dispuestos a impedir que los presos de motivación política accedan a su derecho a volver a casa”. Así, ha considerado necesario sumar fuerzas y crear nuevas sinergias en el ámbito político e institucional, pero “también desde el ámbito social para garantizar ese derecho básico de los presos políticos”. “Por eso hacemos un llamamiento a participar en la manifestación y que sea multitudinaria”, ha añadido.
La delegación de EH Bildu ha sido amplia y ha estado encabezada por el propio Arnaldo Otegi. Estaba presente el líder de Sortu, el principal partido de la formación , Arkaitz Rodríguez, así como los portavoces en Vitoria, Pamplona y Madrid, Maddalen Iriarte, Bakartxo Ruiz y Oskar Matute. En la movilización han tomado parte, asimismo, Podemos, ERC, Junts, CUP y BNG, así como de los sindicatos ELA, LAB, UGT, Steilas, ESK, EHNE, Etxalde, Hiru, CNT y CGT.
El desarrollo
En la manifestación, que ha arrancado pasadas las 17.00 horas desde La Casilla, se han repartido pegatinas con el nuevo logotipo ya suprimido el mapa de Euskal Herria y con solamente las dos flechas y el lema 'Etxera'. Tras una lona de grandes dimensiones en la que se podía leer 'Stop medidas de excepción-Return, Retour, Etxera', y que ha ido pasado por encima de los manifestantes simulando una ola, miles de personas han recorrido las principales calles de la capital vizcaína, pese a que la lluvia y el viento han hecho su aparición en varias ocasiones. Ha finalizado frente al Ayuntamiento de Bilbao. Se han escuchado gritos de “amnistía”.
La protesta ha contado también con la intervención de los bertsolaris Amets Arzalluz y Maialen Lujanbio. Tras llegar a Zabalburu e interpretar el 'Txoria txori', de Mikel Laboa, la marcha ha continuado hasta el Ayuntamiento. En el comunicado final, leído en euskera por Anaiz Funosas y en castellano por Joseba Azkarraga, los convocantes han resaltado que 34 años después del inicio de la política de alejamiento se ha ganado “entre todos esta etapa”. “No tuvieron en cuenta la firme voluntad de la sociedad vasca de plantar cara, democráticamente, a esta vulneración de derechos”, han resaltado. Tras advertir que durante este tiempo ha habido “mucho sufrimiento, un importante daño moral y un fuerte coste económico para que ni una sola semana ningún preso se quedará sin la visita de los suyos”, Sare ha agradecido a quienes han mantenido “la llama de la reivindicación y de la solidaridad, durante más de tres décadas”. Asimismo, han recordado a quienes “perdieron la vida en las carreteras cuando iban o venían de visitar a sus familiares presos”.
“Vamos ganando la batalla contra la venganza... estamos ganando la batalla contra el odio y la revancha. Porque creemos en nuestras propias fuerzas y además continuamos avanzando. Lentamente, pero avanzamos”, han insistido, para añadir que los presos de ETA “son parte de esta sociedad y es este pueblo quién debe poder decidir cómo y cuándo vuelven a sus casas y se reincorporan a la sociedad”. Por otro lado, han afirmado que “todas las víctimas de todas las violencias sufridas en Euskal Herria” merecen respeto en su dolor y un trato igualitario por parte de los Gobiernos y han indicado que mientras no busquen “una solución al problema de las víctimas y se les traslade el debido respeto desde la sociedad, y mientras no se busque una solución a la situación de los presos vascos, no podremos hablar de convivencia”.
Apoyo de algunas víctimas de ETA, críticas de otras
Algunas víctimas de ETA han secundado las movilizaciones. Rosa Lluch, hija del exministro socialista Ernest Lluch, y Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, ambos asesinados por ETA, han participado en una mesa redonda previa a la manifestación vespertina bajo el título 'Avanzando hacia la convivencia'. En el encuentro, desarrollado en el Palacio Euskalduna, también han tomado parte, Mari Nieves Díaz, madre de la presa y dirigente de ETA Iratxe Sorzabal, así como Tamara Muruetagoiena, hija de Esteban Muruetagoiena, que falleció tres días después de salir de la comisaría de la Guardia Civil dónde había permanecido diez días incomunicado, e Irantzu Benito, quien en una visita a un preso de ETA sufrió un accidente de tráfico en el que fallecieron dos personas, informa Europa Press. Rodero también ha portado la pancarta en la manifestación.
“Creo que tenemos que tener un relato en el que sentirnos cómodos todos. No significa que sea el mismo relato y todos pensemos lo mismo”, ha argumentado Lluch. Rodero ha advertido de que no se pueden pasar las paginas de la historia sin leerlas y de que la juventud vasca “no tiene conocimiento de la historia”. A su lado, se ha demandado la inclusión como víctimas de los fallecidos en accidentes de tráfico en visitas a presos y se ha denunciado que las víctimas de tortura no son ni de primera ni de segunda porque “no existen” como tal.
Entre el público asistente a este foro se ha podido ver además a representantes políticos de PNV, EH Bildu, Podemos, Sortu, ERC, CUP, BNG o Junts, entre los que han estado Dolors Bassa y Carme Forcadell, así como a representantes todos los sindicatos vascos, junto a Pili Zabala y Asun Lasa, hermanas de víctimas de los GAL. El PNV, por el contrario, no ha secundado la marcha. Irune Berasaluze, dirigente nacionalista, ha afirmado que este partido defiende en todo caso la derogación de “la excepcionalidad penitenciaria que se aplica a los presos de ETA”. Asimismo, ha valorado los acercamientos a cárceles vascas de los últimos meses por ser “muy positivos para la resocialización de los reclusos”. También ha puesto en valor la gestión autonómicas de las competencias de Prisiones. CCOO ha adoptado una postura similar: apoyo a las reivindicaciones pero no al formato de la movilización.
Otras organizaciones como Covite han sido mucho más críticas en las últimas horas con la manifestación. “Logo nuevo, mentalidad vieja: impunidad para quienes asesinaron o ayudaron a asesinar. Antes disfrazaban su verdadero objetivo con la exigencia del fin de la dispersión, ahora lo hacen con los supuestos 'obstáculos' para conseguir terceros grados. No son obstáculos. Es la ley”, entiende la entidad de Consuelo Ordóñez. La Fundación Fernando Buesa también se ha posicionado: “Y algo verdaderamente importante en este asunto es cómo van a salir de prisión cumplidas las penas...¿Tendrán la valentía de mirar de frente al dolor que causaron y afrontar las consecuencias de sus actos? Cuánta empatía para los presos de ETA y cuánto olvido para sus víctimas”.
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