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Condenadas a seis años de prisión tres personas que trasladaban a mujeres de Nigeria a Bilbao para prostituirlas

El barrio de San Francisco en Bilbao, una de las zonas donde las mujeres nigerianas eran obligadas a prostituirse

elDiario.es Euskadi

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La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a tres personas, dos mujeres y un varón, a seis años y siete meses de prisión por trasladar ilegalmente a dos mujeres desde Nigeria a Bilbao y obligarlas a prostituirse. Además, otras tres personas han sido condenadas a penas de menos de dos años de cárcel por delitos de prostitución coactiva, favorecimiento de la inmigración ilegal y blanqueo de capitales.

La sentencia, con fecha del 6 de julio, recoge, según ha adelantado Europa Press, que las dos mujeres y el compañero sentimental de una de ellas se dedicaban a “captar mujeres jóvenes en su país de origen, Nigeria, con el fin de hacerlas llegar de forma irregular a España para explotarlas sexualmente”. También se detalla que lo hacían “aprovechándose de su situación de precariedad económica en su país natal” y “sometiéndolas previamente a su salida a ceremonias de vudú que generaban en las jóvenes un estado de intenso temor”. Además, una vez en el destino, las obligaban “a pagar importantes cantidades de dinero como supuesta deuda por el viaje”.

En concreto, una de las causadas captó, con ayuda de una ciudadana nigeriana, a una mujer residente en la ciudad de Benín, capital del estado de Eda (Nigeria), bajo la promesa de que podría continuar sus estudios en Europa. La joven beninesa, debido a su situación de necesidad, aceptó la oferta y en febrero de 2017 le obligaron a someterse a una ceremonia vudú donde le cortaron pelo y uñas. Además, en caso de desobedecer, le dijeron, moriría. El viaje, financiado por la acusada, comenzó poco después con un primer traslado de la joven nigeriana a Níger. Y de allí a Libia, donde el 26 de junio fue obligada, junto con otros 150 migrantes, “a montarse en una lancha hinchable a pesar de no saber nadar”. Tras varios días en el mar, fueron rescatados y trasladados hasta un campo de refugiados de Sicilia, desde donde fue trasladada a Milán. En la ciudad italiana contactó con la acusada y, poco después, la joven recibió una llamada del la pareja sentimental de esta, quien le dio instrucciones para abandonar el campo de refugiados y llegar a España. Siguiendo las indicaciones del acusado, la testigo llegó a Roma, donde contactó con otro de los implicados, que le entregó un pasaporte nigeriano. Una vez tuvo la documentación, viajó a Valencia y de allí en autobús hasta Bilbao, donde fue obligada a ejercer la prostitución en la calle Cortes. En condiciones “penosas” y jornadas “larguísimas”, la joven nigeriana estaba obligada a reunir 35.000 euros, la cuantía fijada por el tratante como deuda bajo la amenaza de que si escapaba o desobedecía “moriría a través del vudú”.

En el caso de la segunda mujer condenada, la operación fue similar. En 2016, de nuevo con la ayuda de una mujer nigeriana, captó a otra de las víctimas con la promesa de llevarla a España por un precio de 35.000 euros, dinero que podría devolverle cuando, una vez aquí, le ayudaran a encontrar trabajo. No le dijeron que sería obligada a prostituirse para pagar la deuda. También fue amenazada con la muerte, viajó a Libia, cruzó el mar en una lancha con otras 120 personas hasta la costa italiana y después voló a Madrid con el pasaporte nigeriano de otra persona. De Madrid se trasladó a Bilbao en autobús y una vez en la villa se alojó con la acusada, quien le obligó a prostituirse en la zona de San Francisco “en condiciones penosas y durante jornadas interminables”. El dinero era entregado a su tratante, de quien “recibía órdenes y amenazas para seguir prostituyéndose”.

A las dos mujeres y el hombre acusados, el juez les ha impuesto una pena de seis años de prisión a cada uno, con la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, como autores un delito de trata de seres humanos en concurso medial con un delito de prostitución coactiva. A esto se le suman siete meses y 15 días de cárcel como autores de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal y las dos víctimas deberán se indemnizadas por parte de los acusados con 60.000 euros cada una por los perjuicios morales sufridos.

Penas menores

Según la sentencia, otras tres personas han sido condenadas a penas de menos de dos años de cárcel. Una de ellas actuaba como correo para sacar de España el dinero obtenido de la explotación sexual y enviarlo hasta Nigeria a través de viajes por avión que ella misma realizaba. Estas cantidades las remitía “sin control de las autoridades españolas” y siendo consciente de su “origen ilícito”, con lo que ayudaba “a garantizar el beneficio que las otras acusadas conseguían de la prostitución ejercida por las víctimas”. Por ello, se le ha impuesto una pena de siete meses de prisión como autora de un delito de blanqueo de capitales y deberá abonar una multa de 44.500 euros.

Por su parte, otra mujer ha sido condenada a dos años de prisión como autora de un delito de prostitución coactiva y al pago de una multa de 2.160 euros. Se trata de la hija de una de las condenadas a seis años de cárcel y que se hizo cargo de una de las víctimas, a la que obligaba a continuar pagando la deuda, amenazaba y hacía continuos reproches para que siguiera ejerciendo la prostitución. Además, el varón que entregó el pasaporte a una de las víctimas ha sido condenado a siete meses y 15 días de prisión como autor de un delito de favorecimiento de la inmigración ilegal. Y una cuarta mujer ha quedado absuelta del delito de favorecimiento de la inmigración ilegal del que venía siendo acusada.

Todos los acusados tiene un plazo de diez días hábiles, contados desde el día siguiente a la notificación de la sentencia, para interponer un recurso de apelación ante la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

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