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El PNV de Urkullu gana las elecciones y tendrá mayoría absoluta con el PSE-EE, pero Vox irrumpe en Euskadi

El PNV suma mayoría con el PSE y Vox da la sorpresa al entrar en la Cámara vasca

Iker Rioja Andueza

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El PNV ha ganado de manera incontestable las elecciones vascas en los comicios con menos participación en cuatro décadas, en las que un 47% de la ciudadanía no ha querido participar. La candidatura de Iñigo Urkullu -aunque se ha dejado 50.000 votos respecto a hace cuatro años- ha mostrado su solidez y ha logrado 31 escaños, un excelente resultado que le acerca a su máximo histórico de 1984, cuando todavía no se había producido la escisión de EA, partido ahora integrado en EH Bildu. Son tres escaños más que en 2016 y un porcentaje de voto cercano al 40%, casi al nivel del Juan José Ibarretxe de 2001 cuando el exlehendakari concurrió en coalición con EA. El PNV gana en los tres territorios y crece en los tres territorios.

Urkullu podrá gobernar con mayoría absoluta si reedita la coalición con los socialistas, una suma que le daría en la sesión de investidura 41 de 75 escaños. De hecho, el PNV no alcanzaría esa mayoría con Elkarrekin Podemos-IU o con PP+Cs. Tampoco parece viable políticamente lo que numéricamente -por los pelos- sí lo es, el tripartito de izquierdas que tanto ha defendido Miren Gorrotxategi. Una hipotética suma de EH Bildu, PSE-EE y la confluencia de Podemos e IU se quedarían en 38 de 75 escaños.

“Ari, ari, ari, Urkullu lehendakari!”, clamaban los simpatizantes reunidos en Sabin Etxea para celebrar los resultados. El propio lehendakari, contento y agradecido, ha terminado su intervención tras conocer la victoria cantando, exactamente igual a como finalizó su último mitin de campaña. Si no media una enorme sorpresa, Urkullu encarará un tercera mandato y con el propósito de tender la mano al resto de formaciones políticas y de asumir sus “errores”, un elemento poco usual en mensajes de ganadores en las urnas. Por sus palabras, la recuperación económica tras la crisis de la COVID-19 parece su gran reto.

La coalición EH Bildu es el otro gran triunfador en Euskadi. “Estamos muy muy contentos”, se ha sincerado Maddalen Iriarte. Experimenta también una fuerte subida y alcanza los 22 escaños, que son cuatro más que los actuales 18 de la formación abertzale. El último lo ha logrado al filo del cierre del recuente en detrimento de PP+Cs. Con un 27% de los votos, Iriarte supera en proporción de votos todos los registros independentistas y, en escaños, alcanza la irrupción de 2012, con Laura Mintegi, que obtuvo 21. Significativamente, a pesar de la caída de la participación, la izquierda abertzale -que ha cuidado ofrecer una imagen más transversal, verde y feminista- amasa más votos que hace cuatro años. EA y Alternatiba tendrán al menos tres representantes cada una y se estrenará el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez.

Ambas formaciones, PNV y EH Bildu, suman 53 de 75 escaños, más que los 52 representantes nacionalistas vascos electos en 1986. Solamente dos municipios, Ermua y Navaridas, no tienen como primera fuerza una opción abertzale.

El PSE-EE, que aspiraba a una subida impulsada por la presencia de Pedro Sánchez en el Gobierno central, se quedaría con 10 escaños, no muy lejos de los 9 que en 2016 fueron su peor resultado histórico. Ha quedado a unos pocos centenares de votos de lograr un asiento más en Bizkaia para Ekain Rico. La Idoia Mendia de 2020 no ha mejorado en exceso a la Idoia Mendia de 2016. De hecho, en votos, es el peor resultado de la historia del PSOE en Euskadi en unas autonómicas. “La abstención siempre nos perjudica. Pero haber subido con una abstención tan elevada es un muy buen resultado para los socialistas. Hemos recuperado el lugar que nos corresponde: liderar la izquierda no nacionalista”, ha valorado Mendia, que fue consejera después de que Patxi López lograra 318.112 votos. Sus escaños, eso sí, son claves para dar mayoría absoluta al Gobierno de Urkullu si se reedita la coalición, en la que ha tenido escaso protagonismo tras una legislatura en la que ha dirigido tres carteras menores -4% del presupuesto-.

Mientras, Elkarrekin Podemos-IU se quedaría en solamente 6 escaños, muy lejos de los 11 obtenidos por Pili Zabala en su estreno en Euskadi y más todavía de las victorias en las generales de 2015 y 2016. El último de ellos ha sido peleado hasta el final del escrutinio. Equo, desgajado de la coalición y en solitario, no conseguiría representación. Para la izquierda a la izquierda del PSE-EE no ha sido una buena noche. “Está claro que no son buenos los resultados”, considera la coalición, que achaca parte de la bajada a la abstención. De los seis parlamentarios, cuatro son de Podemos y repiten los dos de IU de la pasada legislatura, Jon Hernández e Íñigo Martínez.

PP+Cs también se desploma hasta los 5 escaños frente a los 9 anteriores. Uno de los escaños es para la formación naranja, que de ser irrelevante pasa a forma parte de la Cámara vasca. Eso sí, ha habido momentos del escrutinio en que el pronóstico era aún peor. Coinciden ambas coaliciones -la de la izquierda y la de la derecha- en que cambiaron de liderazgo a última hora: Miren Gorrotxategi y Carlos Iturgaiz aparecieron en escena tras una fuerte convulsión interna.

Iturgaiz ha confiado en que en el escrutinio definitivo, previsto para el 17 de julio, salve un sexto escaño, que sería para Ciudadanos. Sin una pizca de autocrítica y entre aplausos de los simpatizantes, Iturgaiz ha asegurado que los resultados son una “meta volante para acabar con el Gobierno de Sánchez e Iglesias”. “Esto es una carrera de fondo”, ha dejado caer Iturgaiz, que ha dado a entender que liderará un “grupo constitucionalista” en el Parlamento Vasco “con más fuerza que nunca”. “Esta coalición va a ser el referente”, ha clamado. Entretanto, la presidenta del PP vasco, Amaya Fernández, ya ha pedido mirar más al modelo de Galicia para evitar más noches “tristes”.

Por otra parte, la ultaderecha de Vox tendrá un primer representante institucional en Euskadi por Álava, que será Amaya Martínez Grisaleña. Más de 17.000 personas han votado al partido de Santiago Abascal, natural de Amurrio. La realidad, sin embargo, es que ha logrado el escaño con apenas 4.000 papeletas alavesas fruto de la baja participación, que en el caso alavés apenas ha sido del 50%.

De los 75 parlamentarios, 39 son mujeres. Hay continuidad y renovación a partes iguales. Han vuelto a ser elegidos los dos más veteranos de la Cámara vasca, el 'popular' Carmelo Barrio y el 'jeltzale' Joseba Egibar, que se estrenaron en 1989. El escrutinio definitivo se conocerá el viernes 17 de julio. En 2016, este recuento del voto extranjero -apenas ha habido 2.000 solicitudes de un censo de 78.000 y países enteros se han quedado sin poder votar, tales como Cuba o Venezuela- y la subsanación de errores en mesas dieron un vuelco al resultado de la noche electoral. EH Bildu sumó un escaño en detrimento del PNV y el Ejecutivo se quedó sin mayoría absoluta. También en las últimas generales en esta 'segunda vuelta' el PP arañó un diputado por Bizkaia al PNV.

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