Cristina Teniente y Alejandro Nogales niegan haber manejado la Caja Rural y Acorex
La vicepresidenta de la Junta de Extremadura con el PP, Cristina Teniente, y el exdiputado regional de IU Alejandro Nogales, han pasado este miércoles por la comisión parlamentaria que investiga presuntas injerencias políticas en Caja Rural de Extremadura y Acorex. Ambos han negado haberlo hecho, y asegurado que las gestiones que hicieron fueron pedidas por esas entidades.
Esta investigación en la Asamblea de Extremadura saltó porque un día el exconsejero de Economía con Monago, Antonio Fernández, dijo que se había marchado del gobierno en desacuerdo con la vicepresidenta Teniente, que según él quería entregar la Caja Rural a Cajalmendralejo, una exigencia que le habría hecho IU para financiar Acorex, y que si no se cumplía significaría la caída del gobierno pues los izquierdistas dejarían de apoyarlo.
Esas declaraciones fueron luego rectificadas por el propio Fernández, que pasó por esta comisión quitándole importancia y diciendo que se habían sacado de contexto, pero para el PSOE son una base sólida de los manejos de Teniente y Nogales quitando y poniendo directores generales y presidentes en la Caja, y en el grupo cooperativo Acorex.
Para Nogales aquellas manifestaciones sin embargo fueron fruto de la “misoginia” y “anticomunismo” de Fernández, de quien “no me extraña que se le calentara la boca”.
El político izquierdista se ha presentado ante los diputados como un amigo del que en esos momento llegó a presidir la Caja, Román Prieto, y admitido que efectivamente como diputado de IU hizo gestiones en ambas entidades, pero en el caso de la Caja para intentar romper la fusión con Caja Rural del Sur, y en el de Acorex para que recibiera financiación de la Junta.
“Yo traje a Prieto”
“Yo convencí a Román Prieto para que se presentara candidato a presidente de la Caja, pero quien lo eligió fue la asamblea”, ha dicho Alejandro Nogales. Desde la propia Caja se pedía ayuda por las malas maneras con que había entrado, como entidad dominante, la andaluza Rural del Sur con quien la extremeña había firmado un acuerdo de unión bajo la fórmula de Sistema Integrado de Protección (SIP).
Los políticos extremeños, incluida la Junta, querían romper el acuerdo y “la única persona capaz de hacerlo era Prieto”, asegura Nogales. “De hecho fue el único SIP que se rompió en España, y Extremadura no se lo ha agradecido a Prieto”.
Los mismos consejeros extremeños que habían votado a favor de la integración, luego acompañaron a Prieto en la ruptura. “Tendrían que haber tenido la dignidad de dimitir, pero los sillones gustan mucho”.
El Banco de España autorizó la ruptura de la fusión con los andaluces pero a condición de que Caja Rural de Extremadura buscara otro socio, y en ese sentido “Cajalmendralejo era la ideal”, según Nogales. Una oportunidad “perdida” y “cuyos efectos pronto veremos”.
En este movimiento financiero, la exvicepresidenta Teniente también niega injerencias y sostiene que el Gobex de Monago actuó siempre a petición de la Caja, cuando se quejaron de los andaluces y dentro de sus competencias y función legal de tutela, siempre de acuerdo además con el Banco de España.
En sustitución de la Rural del Sur de Sevilla “la mejor opción era Cajalmendralejo”, sus asambleas y consejos rectores de ambas entidades extremeñas estaban de acuerdo.
“El Gobex no fue neutral”
Para la diputada socialista María Teresa Macías, sin embargo, el Gobierno de Monago no fue neutral sino que, como declaró el exconsejero de Economía Antonio Fernández, el favorito del Gobex era Cajalmendralejo, tal y como consta, añade Macías, en un documento aportado por Román Prieto a la comisión de investigación.
“Ustedes”, ha añadido la diputada socialista, “querían ocupar la Caja Rural para dar crédito a Acorex, por eso cambiaron la Ley de Crédito Cooperativo y le quitaron las competencias al consejero Fernández, que provocó una crisis de gobierno con su dimisión”.
Al final esa fusión entre Caja Rural de Extremadura y Cajalmendralejo no se hizo. Una vez que según Teniente estaba prácticamente realizada “internamente hay comunicaciones, algunas anónimas, donde se dice todo lo contrario del protocolo de fusión, en relación a trabajadores y oficinas; que cerraban, que peligraban empleos… Un clima de incertidumbre y acaba frustrándose”.
Acorex
Respecto a Acorex, Alejandro Nogales –que junto a Pedro Escobar y Víctor Casco tuvieron la llave política de Extremadura entre 2011 y 2015-, sostiene que hizo gestiones una vez que le llamaron desde la cooperativa para que intercediera ante Monago, Teniente y Fernández para recibir financiación de la Junta.
En cuanto al crédito que no había devuelto a Caja Rural, y que no hizo constar en su declaración de bienes como diputado, Nogales explica que no lo puso porque “estaba prescrito, como han dicho los tribunales”, que además según él han establecido como delito las presiones que recibió ante la reforma de la Ley de Crédito Cooperativo.
Nogales, genio y figura
Nogales ha dejado huella en la comisión parlamentaria de su genio y figura, al decir que nunca le ha preocupado lo que los demás digan de él.
“De mí en la pasada legislatura se han dicho una burrada de cosas, pero me entra por un lado y me sale por otro; la labor que hice fue buena y me da tres lo que digan. Cuando vine a Extremadura me sorprendió que la gente hiciera la matanza en la calle, y averigüé que venía de antiguo, los conversos tenían que demostrar que comían carne de cerdo. Eso pasa mucho aquí en esta Asamblea, y más en algunos grupos, hay que demostrar que se es converso, pero yo siempre he estado en el mismo partido”.
Por su parte en relación a Acorex, la exvicepresidenta Cristina Teniente ha negado haber vetado en 2014 a las cinco grandes cooperativas cuando se buscaba un nuevo presidente para el grupo, injerencia que sí han manifestado dos dirigentes cooperativistas que también han pasado por la comisión de investigación.
“La Junta simplemente mediamos entre dos grupos de cooperativas enfrentadas, ninguna de ellas podía presidir Acorex”.