Esperanza Cuello, futbolista: “Tenemos la misma calidad de juego que los hombres”
Pensar en fútbol ya no es solo pensar en un deporte de hombres. Desde hace varios años, el fútbol femenino se está abriendo paso, o más bien zancadas, y haciendo suyo un espacio más que merecido. Y si eso está sucediendo se debe también a una generación de mujeres deportistas que han conseguido llamar la atención de las marcas, del público en televisión y de los que llenan los terrenos de juego cada semana.
Esperanza Cuello es una de esas jóvenes que están llevando el fútbol a cotas máximas en Extremadura. Ha sido el trabajo de toda su vida, con la suerte de que esta oliventina, que acaba de cumplir 30 años, ha sabido conjugar su afición, su trabajo y su futuro.
Quienes la conocen la definen como una “jugadora rápida” que da “el 100%”. Ella lo confirma: “Siempre me esfuerzo, en cualquier momento del partido y en los entrenamientos”. Aunque ese esfuerzo al que alude es sinónimo de sacrificio para poder dedicarse a este deporte profesionalmente, a pesar de las numerosas carencias a las que ha tenido que hacer frente para conseguirlo, y para buscar (y encontrar) alternativas ante un trabajo efímero por la edad a la que se 'jubilan' quienes se dedican al deporte.
“De pequeña me gustaban mucho los balones y en mi pueblo había antes equipos pequeños, ahora ya no hay, pero unas amigas me acompañaron con 11 o 12 años a hacer la prueba con el equipo de Olivenza porque no quería ir sola y desde ahí empecé a jugar federada”, recuerda Esperanza. Esas amigas lo abandonaron el primer año, pero ella le dedicó casi toda su vida, aún lo hace: “Cuando mis amigas quieren salir, no puedo porque juego los domingos; he dejado muchas veces de ir a fiestas familiares porque tengo que jugar fútbol. Entreno cuatro días en semana y la mayoría de ellos, cuando llego a casa, son las 11 de la noche”.
Como buena profesional del deporte, la fuerza de voluntad y la disciplina son esenciales. Y entre entrenamientos y partidos, Esperanza logró graduase en Magisterio de Audición y Lenguaje. “Los estudios han estado siempre antes que el fútbol porque el deporte no daba para vivir, ahora sí lo considero un trabajo”. Pero el deporte suele tener una vida profesional muy corta “y con 30 años, no me veo mucho más de uno o dos jugando”, dice.
Aunque el fútbol femenino tiene ahora mucha más visibilidad que hace unos años y, por lo tanto, la afición que tiene es mucho mayor, “las grandes marcas deberían apoyarnos mucho más, y sobre todo las televisiones”, opina. Y pone un ejemplo: “Tú puedes ver cualquier partido de fútbol masculino a partir de tercera división en cualquier sitio o en cualquier plataforma, pero el femenino es muy difícil”.
Además, Esperanza Cuello subraya que el esfuerzo que hace una chica por jugar al fútbol es mayor que el de los chicos porque no suele haber equipos femeninos en los pueblos y, si los hay, ellas tienen que irse a ciudades si quieren seguir avanzando en el deporte “y eso conlleva renunciar a muchas cosas por el fútbol”.
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