Los pueblos pequeños por debajo de 100 habitantes ganan población, y ya son dos menos

Se diagnostica que los pueblos menores de cien habitantes están condenados a la desaparición. Pero en Extremadura, por las razones que sean, en el último año no han perdido sino que han ganado oficialmente población y dos de ellos han salido de esa lista.

En 2018 había en la Comunidad diez localidades con menos de 100 habitantes empadronados, pero con la aprobación definitiva del padrón 2019 dos de ellas han dejado atrás la situación, y además en general todas salvo dos han podido registrar más vecinos que antes.

Hace un año hablábamos en este aspecto de un pueblo en la provincia de Badajoz, El Carrascalejo -13 kilómetros al norte de Mérida junto a la autovía A-66, y que durante muchos años fue el pueblo más pequeño de Extremadura-, con 67 vecinos empadronados, y de nueve en la de Cáceres, con padrones que oscilaban entre 62 y 99 personas.

Se trataba en la provincia cacereña de Benquerencia (77 habitantes en 2018), Cachorrilla (78), Campillo de Deleitosa (62), Garvín (98), Pedroso de Acim (85), Robledillo de Gata (91), Ruanes (65), Valdecañas de Tajo (99) y Berrocalejo (91).

Dos menos en la lista

Dos de éstos han abandonado en el año 2019 que ahora acaba, la lista, al alcanzar o sobrepasar los 100 vecinos.

Berrocalejo ha pasado de 91 a 100 y Valdecañas de Tajo de 99 a 110.

El único pueblo pacense, El Carrascalejo, se ha beneficiado de otro empujón poblacional, al pasar de 67 a 83 vecinos, 16 más, y cinco localidades cacereñas pequeñas también han ganado habitantes, así Benquerencia ha ganado cuatro, el mismo número que Cachorilla, Campillo de Deleitosa 17, Robledillo se mantiene en 91 censados y Ruanes ha experimentado un ‘subidón’ de 65 a 83 empadronados según los datos oficiales y definitivos aprobados días atrás por el Gobierno y publicados luego en el BOE.

Campillo de Deleitosa, ahora con 78 vecinos, sigue siendo el pueblo más pequeño de la región

Solo dos pequeños pueblos menores de 100 habitantes han retrocedido el último año, Garvín ha perdido tres personas en el padrón, de 98 a 95, y Pedroso de Acim cinco, de 85 a 80 vecinos.