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El final del estado de alarma, un rayo de esperanza para los feriantes

Tras 21 meses sin actividad, esperan poder volver a las principales localidades lo antes posible.

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El final del estado de alarma ha supuesto un rayo de esperanza para el sector de los feriantes en Extremadura, que esperan retomar la actividad en múltiples municipios después de más de 21 meses prácticamente sin ventas.

En declaraciones a Efe, la representante de la Plataforma de Feriantes de Extremadura, Rosa Morgado, ha explicado que muchos municipios comienzan a dar facilidades ya al sector para que se puedan instalar atracciones en breve.

Localidades como Alconchel, Aceuchal o Santa Amalia han dado este paso de cara al retorno, mientras que también se mantienen reuniones con ciudades como Badajoz y Cáceres, entre otras muchas.

Estas reuniones tienen como base los protocolos sanitarios instaurados tanto a nivel nacional como regional, para que el regreso de la actividad se produzca con todas las medidas de seguridad necesarias.

Morgado ha destacado que se den estos pasos, para “demostrar así que se pueden cumplir los protocolos y que la actividad se puede desarrollar perfectamente”.

En el caso de Badajoz, los feriantes quieren mantener un encuentro con el consistorio durante la próxima semana, en el que trasladarán su postura partidaria a que las atracciones de la Feria de San Juan se concentren en el recinto ferial y no repartidas por las diferentes barriadas, lo que sí esperan que se produzca una vez que se celebre esta fiesta.

El sector defiende así, tanto en Badajoz como en el resto de municipios, que los 'cacharritos' se ubiquen durante las ferias en un único espacio, pues cada uno de ellos “tiene un protocolo” y se encontrarían además en entornos exteriores abiertos y amplios.

Tras 21 meses sin actividad, son evidentes las dificultades que muchos de los feriantes extremeños han vivido durante todo este tiempo, lo que ha llevado a algunos de ellos a trabajar en el campo, en el sector transporte o el de la hostelería, así como a depender de familiares o de entidades sociales.

Ante estas circunstancias, algunos feriantes se habrán quedado en el camino, aunque desde la asociación han valorado que se pueda ver ya la luz al final del túnel, a la vez que han incidido en las “muchas ganas e ilusión” por retomar la actividad. 

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