Extremadura lleva tres años perdiendo población, y por primera vez lo hacen sus ciudades
La poblaciones extremeñas mayores de 10.000 habitantes han visto romperse el dique de contención poblacional que suponía su atractivo como lugar para asentarse nuevas familias, y por primera vez pierden habitantes. La demografía regional está en un aprieto serio, con una caída de los nacimientos, por lo que en el último recuento la Comunidad ha perdido 4.372 habitantes.
Es el tercer año consecutivo de disminución, lo que hace que la población de Extremadura sea en estos momentos de 1.099.632 personas según el registro oficial de 1 de enero de 2014, frente al anterior de 1.104.004 de 1 de enero de 2013.
El año 2010 fue el último de crecimiento, y a partir de ahí el padrón regional ha retrocedido sucesivamente en 2011, 2012 y 2013. Mantiene una tendencia que se inició hace ya tres años y que si bien no puede calificarse de dramática, sí es cierto que empieza a resultar “inquietante” al valorar el futuro demográfico de la región, analiza para el diarioex Antonio Pérez, profesor de Geografía Humana en la Universidad de Extremadura.
La pérdida de población regional ha sido en el último año del 0,4%.
Pero lo que más sorprende a ese analista es que, por primera vez, la mayor parte de los 14 municipios que superan en la región el umbral de los 10.000 habitantes, parece incorporarse también a la senda del descenso poblacional que hace décadas iniciaron los pueblos más pequeños.
Sólo Olivenza, Zafra y Navalmoral de la Mata han ganado población entre 2013 y 2014. Los 11 grandes municipios restantes, por el contrario, frente a lo que había venido sucediendo en los últimos tiempos, han sufrido una pérdida variable de habitantes, y es el caso de Almendralejo, Badajoz, Don Benito, Mérida, Montijo, Villafranca de los Barros, Villanueva de la Serena, Cáceres, Coria, Miajadas y Plasencia.
Los emigrantes se van
Las razones que explican este nuevo comportamiento demográfico de los grandes municipios de la región, son las mismas que justifican la pérdida de población en los pequeños municipios rurales, aunque no tan grave como en éstos: retroceso del número de nacimientos, debilitamiento de la corriente inmigratoria y reforzamiento de la emigración.
Los 14 municipios de referencia registraron en 2013 un total de 5.233 nacimientos, 339 menos que en 2012, hasta el punto de que localidades como Montijo, Villanueva de la Serena, Coria y Miajadas han registrado un número de defunciones superior al de nacimientos.
El cambio demográfico se está consolidando de forma irremediable en Extremadura, alarma Antonio Pérez, de modo que el envejecimiento y la caída de la fecundidad hacen y continuarán causando estragos en las estructuras y la dinámica demográfica de la región.
Por si el mal equilibrio entre nacimientos y defunciones fuera poco, el balance migratorio ha sido desfavorable en 8 de los 14 grandes municipios en el último año registrado oficialmente por el Instituto Nacional de Estadística, 2013, y alcanza los valores más negativos en Coria, Montijo, Don Benito, Miajadas y Navalmoral de la Mata.
Para este profesor de la Universidad, lo que ha pasado sencillamente es que los inmigrantes extranjeros, que en los años de bonanza económica se vieron atraídos por la oferta laboral de las ciudades extremeñas y, de manera especial, por las enclavadas en las zonas de regadío, se están marchando.
Aun así, lo grave de la situación está por llegar, añade en su análisis. Pese al paro y las dificultades socioeconómicas de Extremadura, la emigración de los jóvenes se está viendo coyunturalmente retenida por la falta de expectativas laborales dentro y fuera de España, pero puede dispararse cuando mejoren.
