Jurramacho, el carnaval singular de Montánchez que estrena el ser de Interés Regional
Ropas antiguas que combinen lo menos posible, complementos como zapatos, bolsos o sombreros, y una identidad oculta bajo una funda de jamón arreglada como máscara, esas son las singularidades estéticas del Jurramacho, el carnaval típico de Montánchez (Cáceres) que sobrevivió a dictaduras y prohibiciones y este año, del 9 al 17 de febrero, estrena título de Fiesta de Interés Turístico Regional de Extremadura.
Una palabra, Jurramacho, de origen árabe que significa “bufones, payasos o peleles”, y que otorga personalidad a esta celebración de una localidad situada en el centro de la Comunidad Autónoma, a medio camino de Cáceres y Mérida, presentada este miércoles en la capital cacereña.
El Carnaval de Montánchez es uno de los más antiguos de España y se le da ahora ese título gracias a su popularidad y tipismo, que radica en que la persona disfrazada usa ropajes antiguos sin ningún criterio estético que le hace irreconocible.
La estampa de los jurramachos reunidos en la plaza del pueblo revela una de las tradiciones folclóricas más singulares de Extremadura.
Gamberro, divertido, vistoso
“No solo es uno de los carnavales más antiguos del país, sino que yo diría que uno de los carnavales más gamberros, en el mejor sentido de la palabra; uno de los carnavales más divertidos, más vistosos y más genuinos”, según ha señalado la diputada de Turismo de la Diputación de Cáceres, Elísabeth Martín Declara.
La diputada ha presentado el evento en una rueda de prensa acompañado por el alcalde montanchego, Joaquim Plana Flores.
Montánchez está ya preparada para ver pasar por sus calles y plazas a esos bufones, payasos o peleles. “Es un valor más de estas fiestas, ese anonimato que tanto inspira y que hace que se mantenga ese disfraz tradicional que surge de recuperar ropa vieja, antigua, adornos y abalorios que guardamos en el fondo del armario o del arcón; por no hablar de esa máscara tan especial tras la que se ocultan”, ha añadido la diputada.
Para las máscaras suelen utilizarse los paños que sirven para cubrir los populares jamones montanchegos.
El alcalde ha repasado el programa previsto para unos días “sin descanso de actividades y diversión”. Desde el 9 de febrero, que se comenzará con talleres y desfiles escolares, pasando por el sábado, el Día del Jurramacho, con el concierto de Tamara Alegre y el esperado Jurramacho Fest.
Los carnavales de Montánchez se pierden en el tiempo en cuanto a su origen y la tradición “ha permanecido viva a lo largo de los años”, incluso en épocas turbulentas como la Guerra Civil y la dictadura franquista; “una fiesta fiel a su espíritu y a su idiosincrasia”, según el consistorio montanchego.
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