El placer de conducir por las carreteras lentas
Extremadura será la primera comunidad autónoma con una red de Slow Ways (carreteras lentas). Se trata de vías que cruzan escenarios de naturaleza excepcionales, una especie de balcones desde los que admirar el paisaje sin ninguna prisa.
Lo que el Gobierno extremeño pretende con esta iniciativa es ofrecer un atractivo turístico más y para ello ha elegido un modelo que lleva años dando buenos resultados en Noruega.
Se trata de las National Tourist Routes, una denominación bajo la que se engloban una serie de carreteras del país noreuropeo que actúan como vehículos de promoción turística y que tienen su equivalente en las America’s Byways de Estados Unidos. En ambos puntos del planeta es donde más se ha desarrollado esta idea que ahora importa la consejería de Fomento y Turismo.
El abogado y empresario turístico José Miguel López es un estudioso de este fenómeno y de hecho facilitó al Ejecutivo regional documentación que avalaba sus ventajas.
“Salvo los modelos noruego y americano no existen precedentes de actuaciones que, de forma oficial y vinculando a todas las partes involucradas (Gobiernos autonómico, locales y particulares afectados), promocionen las carreteras como un producto turístico y apliquen legislación y medios materiales para conseguirlo. Muy al contrario, a pesar del espectacular entorno por donde transcurren algunos de los viales españoles y en concreto extremeños, no es difícil ver junto a ellas los mayores atentados visuales contra el paisaje”.
Comienzan por el norte de Cáceres
La decisión de poner en marcha una red Slow Way se anunció al término del Consejo Extraordinario de Gobierno que se celebró en Don Benito. Pocos datos se ofrecieron por parte del Ejecutivo, aparte de señalar que comenzará a desarrollarse como un proyecto piloto por el norte de Cáceres y que inicialmente contará con un presupuesto de 600.000 euros.
Las vías que se han elegido son la Ex-204, en la que recibirían la denominación de Slow Way los 73 kilómetros que van de Coria a Riomalo de Abajo, con un final impresionante en el meandro Melero tras atravesar el Valle del Alagón y Las Hurdes y los 114 kilómetros de la Ex205 que separan Hervás de Portugal, atravesando el Ambroz y la Sierra de Gata.
El por qué de la elección de ambas vías podría estar, según López, en que el norte extremeño es el territorio de la región con más afluencia de turismo por su paisaje serrano y verde y sus abundantes cauces fluviales.
“Cuanto más nos aproximamos a Portugal, como es el caso de Las Hurdes y Sierra de Gata, menor contaminación visual y más virginidad encontramos. De alguna manera La Vera o el Jerte han pagado el precio de su éxito con una mayor presión urbanística. Pienso que esa puede ser una de las causas por las que se han elegido estas dos comarcas para ese proyecto piloto”.
La idea de la Junta es empezar por estas dos carreteras señaladas pero ampliar la red añadiendo otras, para lo que se contará con las diputaciones que tutelan algunas susceptibles de incorporarse.
Libres de chatarras
“Si sabemos descubrir los jardines escondidos que guardan sus cunetas, si las mantenemos libres de escombro, chatarra, tejados de uralita, bloques de hormigón, pintadas o basuras, serían un atractivo en sí mismo”, indica José Miguel López.
Identificar estas nuevas vías exigirá invertir en la mejora de los arcenes, en corregir impactos visuales como la maleza que esconde muchas veces bonitas paredes de piedra, mejorar los miradores ya existentes o crear alguno si es necesario, además de colocar paneles que inviten a comprender el paisaje y disfrutarlo en toda su extensión.
En principio no sería necesario establecer límites de velocidad, porque sus características ya imponen por sí mismas levantar el pie del acelerador, y porque el término slow se refiere más a la filosofía de contemplar el paisaje con sosiego que a tener que hacerlo pendiente del velocímetro.