Feijóo espera por el fracaso de Sánchez para decidir su futuro político
Del 5 al 13 de marzo. Esos son, a priori, los 8 días determinantes para el futuro político de Alberto Núñez Feijóo. O, lo que es lo mismo, para determinar si el actual presidente de la Xunta opta a un tercer mandato, como le reclaman cada vez más voces dentro de su partido en Galicia, o emprende una nueva andadura en la política estatal -o, como se se ha llegado a especular, fuera de la política activa-. Este sábado, día 5, previsiblemente será la primera jornada después de la investidura fallida de Pedro Sánchez y justo ese día, mientras José Manuel Baltar es reelegido como candidato único a la presidencia del PP de Ourense, comienza el calendario que culmina, el día 13, con el congreso del PP de Pontevedra y, parece ser, también con algo más de luz sobre lo que hará Feijóo.
Los propios populares indican que el congreso pontevedrés que situará a Alfonso Rueda en el liderazgo provincial en relevo de Rafael Louzán será el escenario para que Mariano Rajoy y Feijóo hablen demoradamente sobre el camino político que tomará el partido en Galicia. Sobre la mesa estará la marcha de la segunda ronda de negociaciones para la formación de Gobierno en España, las posibilidades de unas nuevas elecciones generales y la conveniencia o no, de celebrarse, de hacerlas coincidir con los comicios gallegos, en el que supondría un adelanto de unos cuatro meses sobre lo inicialmente previsto, como en 2012.
En este sentido, el propio Feijóo no es por el momento determinante sobre su preferencia para la convocatoria, prerrogativa que la ley le otorga en exclusiva al presidente de la Xunta. “En octubre finaliza la legislatura y en el entorno del otoño es cuando tocaría hacer elecciones”, evidenció el titular del Gobierno gallego en una entrevista reciente en TVE. Y, ¿será él el candidato? A esta pregunta el jefe del Gobierno gallego responde desgranando el proceso de elección de presidentes provinciales, “la renovación más grande desde Fraga”, asegura, en referencia a la llegada a estos cargos de Diego Calvo en A Coruña, de Rueda en Pontevedra y de Elena Candia o Raquel Arias en Lugo.
“En el mes de abril dedidiremos convocar el congreso autonómico”, ese “es el plazo que yo pedí para proponer lo que creo que es mejor solución para la el PPdeG”, indica. Al menos públicamente evita siquiera sugerir que en su agenda esté el paso a la política estatal y menos todavía servir como relevo para Rajoy. Si las cábalas sucesorias miran hacia él es “porque Galicia es importante”, y esto a su vez pasa porque “el presidente Rajoy es gallego, por eso Galicia es tan importante”.
Entre el desdén hacia Pedro Sánchez y los símiles deportivos según los cuales los partidos de la izquierda intentan “ganar en los despachos” lo que, dice, no han ganado en las elecciones del 20-D, Feijóo proclama que lo que suceda en la investidura será “lo que decidan el señor Iglesias, el señor Errejón y el señor Monedero”, dando lugar a un clima de “inestabilidad” que, afirma, es justo el contrario al de Galicia, donde la “estabilidad está garantizada”. Por eso “el calendario gallego tiene que ser distinto al de la inestabilidad que estamos sufriendo en el Gobierno central”.
No obstante, ya existen voces internas que no verían con malos ojos un adelanto electoral que, a tal punto, cogería con el pie cambiado a casi toda la oposición. Quien tiene más perfilada la persona que optará a la Xunta es el BNG, que en su Asamblea del pasado fin de semana ha eliminado la incompatibilidad entre la portavocía nacional y la candidatura y ha situado, por lo tanto, a Ana Pontón como cartel electoral altamente probable. Mientras, el PSdeG se dispone a convocar sus primarias entre la incertidumbre de si José Ramón Gómez Besteiro concurrirá a ellas a pesar de a su lastre judicial, y en el espacio de las mareas falta saber, entre otros aspectos, si la confluencia se articulará esencialmente sobre los partidos -Anova, Podemos y Esquerda Unida- o si ahora tendrán un papel central las plataformas municipales, paso este imprescindible para la confección de programas y candidaturas.