Feijóo intenta frenar el escándalo de la hepatitis enviando al conselleiro de Sanidad al Parlamento
El conselleiro de Sanidade de la Xunta de Galicia, Jesús Vázquez Almuíña, tenía programada en su agenda oficial de este martes una visita al Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol para inaugurar una exposición fotográfica sobre el vigésimo quinto aniversario del Servizo Galego de Saúde (Sergas). No obstante, apenas 40 minutos antes del acto la Xunta advirtió de la anulación de su anulación y, casi al mismo tiempo, anunciaba de que el conselleiro acababa de solicitar una comparecencia en el Parlamento para “informar a los grupos” del “proceso de autorización de los tratamientos frente a la hepatitis C”, intentando así atajar la crisis abierta por la investigación -antigua imputación- de dos cargos del Sergas por prevaricación y la acusación de homicidio imprudente formulada por la Fiscalía.
La publicación en eldiario.es de los hechos que el Ministerio Público le imputa al Gobierno gallego ha conllevado una fuerte controversia política que en el Parlamento gallego se ha traducido en exigencias de ceses y explicaciones. Concretamente, PSdeG, AGE y BNG han coincidido en reclamar la comparecencia “urgente” de Alberto Núñez Feijóo, exigencia que en el caso de Alternativa y Bloque lleva aparejada también la de dimisión del propio presidente junto a los dos cargos investigados. Desde el PP se adelantaba ya el propio lunes que esa comparecencia no se iba a producir, si bien ahora los conservadores optan por aliviar presión enviando al conselleiro a responder por la gestión de su antecesora, la cesada Rocío Mosquera.
Vázquez Almuíña fue ya el encargado, el mismo lunes, de ponerle voz a la versión gubernamental del caso. Mientras la oposición veía constatada su alerta de los últimos años, que “los recortes matan”, el conselleiro indicaba ante la prensa que la acusación de la Fiscalía, la primacía de criterios “presupuestarios” sobre las razones clínicas, no se correspondía con la verdad. Los cargos ahora investigados -antigua imputación- hicieron su labor “como tenía que hacerse”, asegura, al tiempo que mantiene que los únicos criterios que “usaron” para autorizar o denegar los tratamientos han sido “clínicos” y siempre “con criterio, con responsabilidad”. “Así lo defenderán las personas de la Consellería que tuvieron responsabilidad directa y que, para nosotros, hicieron una gran labor”.
En la misma jornada y en declaraciones a la Cadena SER el conselleiro defendía de una manera aún más ilustrativa la posición del Gobierno. “Los recortes no matan, matan las enfermedades”, proclamó casi al mismo tiempo que, en Madrid, Feijóo defendía una tesis semejante. Durante su intervención en un foro organizado por el periódico El Mundo el jefe del Ejecutivo, sensiblemente molesto, trasladó la responsabilidad a los médicos al tiempo que restaba importancia a la magnitud del caso. “Por dos o tres pacientes, no me parece lógico relacionar esas denuncias con la austeridad”, afirmó Feijóo, para quien resulta “un disparate” atribuirle a su Ejecutivo responsabilidades en los fallecimientos.
Un tono menos beligerante es el empleado este martes por la Xunta para anunciar la comparecencia de Vázquez Almuíña en la cámara. “El Servizo Galego de Saúde -dice en la breve nota oficial- siempre aplicó los protocolos farmacoterapéuticos que establece el Ministerio de Sanidad para el Sistema Nacional de Salud”. El Sergas, agrega, actuó “en todo momento bajo el criterio clínico y garantizando la homogeneidad y equidad en el acceso a los nuevos tratamientos frente a la hepatitis C”. Esta versión contradice, no obstante, la incluida en el procedimiento judicial, en el que los informes aportados subrayan, como ha revelado eldiario.es, que varios médicos alertaron a la Xunta de que se habían visto obligados a prescribir fármacos “no adecuados” por no disponer del Sovaldi en el plazo que lo habían solicitado.