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El Lope de Vega gamberro y pop de Sergio Peris-Mencheta aterriza en Galicia

'Castelvines y Monteses', de Lope de Vega en la adaptación de Sergio Peris-Mencheta

Alfonso Pato

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El actor y dramaturgo Sergio Peris-Mencheta llega este fin de semana a Galicia con Castelvines y Monteses, la obra de Lope de Vega que ha adaptado con José Carlos Menéndez y que él mismo dirige y coproduce con Nuria-Cruz Moreno. Será este sábado, 2 de abril, en el Auditorio de Galicia de Santiago de Compostela. Aunque la obra está producida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que dirige el actor Lluís Homar, y por la compañía Barco Pirata, del propio Peris- Mencheta, el espectador debe saber que no se encontrará con una obra de teatro clásico al uso. “Esta es una obra de la que apenas hay registro, poco representada. Peris-Mencheta la ha convertido en un show al estilo Broadway, muy visual y espectacular. Es un reto para todos los que estamos en el escenario”, explica el actor gallego Xoel Fernández, uno de los intérpretes principales del elenco.

Con una original puesta en escena, Peris-Mencheta ha querido acercar a Lope de Vega al público joven, haciendo una adaptación gamberra, que incluye humor, acrobacias, clown, magia, baile y mucha música. Como es habitual en Peris-Mencheta, sus montajes siempre tienen vinculación con la música, en este caso conectando los textos con clásicos del pop italiano, de figuras como Paolo Conte, Pino D´Angio, Rita Pavone o Franco Battiato. “Peris nos mete a los actores en una especie de yinkana, donde tocamos, bailamos e interpretamos cada uno varios papeles. Es todo muy dinámico, por eso está logrando enganchar al público más joven”, comenta Xoel Fernández, que también toca la guitarra y el bajo interpretando la música en directo de la obra. Fernández interpreta a Antonio Castelvín, uno de los personajes con más peso en la obra, padre de Julia. Los papeles principales estarán interpretados en Santiago por María Pascual y Andreas Muñoz.

El respeto que de inicio existe por un clásico del Teatro del Siglo de Oro se supera de inmediato al ver en escena a las trece actrices y actores que, con el canto, el dominio del cuerpo y el uso de los instrumentos, enganchan a la audiencia con una propuesta de aires circenses. “A las personas que puedan tener alguna reticencia para asistir a ver una obra de verso clásico del Siglo de Oro, les diría que van a ver algo totalmente diferente. La prueba es el entusiasmo del público que percibimos en cada función”, afirma Xoel Fernández. Todas las actrices y actores son al mismo tiempo músicos, cantantes y bailarines. Durante la actuación se desdoblan en múltiples personajes, sobre una escenografía aparentemente sencilla pero que acaba funcionando como una gran caja donde se suceden las sorpresas.

La idea original de la que partió Lope de Vega es de Matteo Bandello, un escritor italiano del Renacimiento que escribió más de doscientas novelas breves. Bandello no tiene consideración de gran figura de la literatura universal, sin embargo su obra ha sido el granero que ha alimentado las historias de otros maestros de la literatura, sobre todo del teatro.

Su libro titulado en origen Los Amantes de Verona ha sido el germen de dos obras que se han convertido en clásicos. A finales del siglo XVI, de ella bebieron en paralelo William Shakespeare para su Romeo y Julieta y Lope de Vega para sus Castelvines y Monteses. El primero lo convirtió en un drama y el segundo en una comedia coral. Peris-Mencheta detectó la esencia de musical de esta obra de Lope y buscó inspiración en dos películas diferentes para reflejar cada uno de los bandos. Para el mundo Castelvín partió de La gran belleza, de Paolo Sorrentino (2013), mientras que para los Monteses su inspiración fue el filme Gato negro, gato blanco, de Emir Kusturica (1998). “De hecho, nos sugirió que revisásemos esas películas, para lograr el imaginario que él buscaba, y lo cierto es que logró que nos lo estemos pasando genial en escena y que el público disfrute mucho”, concluye Fernández.

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