Feijóo repetirá como candidato: “Siempre que pude escoger, escogí Galicia”
Con el texto de la obra ya conocido, sólo faltaba esperar la manera en que iba a ser llevada a escena. Alberto Núñez Feijóo ha reunido este sábado en un hotel compostelano a la junta directiva del PPdeG, máximo órgano entre congresos. Ha situado en un lugar destacado a la práctica totalidad de quienes han sido miembros de su Gobierno desde 2009 y allí, ante los miembros de la dirección que en los últimos meses han reclamado y casi implorado en público y en privado que repitiese, ha escenificado lo que todos esperaban. Habrá un cartel electoral del PP gallego con el rostro de Feijóo por tercera vez consecutiva. “Nuestro proyeto es el que más le conviene a Galicia y Galicia está por encima de todo; no soy yo, sino los gallegos, los que tienen que elegir y por eso me presento”.
“Estoy seguro de que podremos volver a ganar”, ha dicho Feijóo, que ha interrumpido suu discurso en varias ocaciones para evitar el llanto y que ha asegurado que la presidencia de la Xunta fue su “mayor honra”. Entre continuas ovaciones del auditorio, y emocionado, el jefe del Ejecutivo gallego ha insistido en la idea de que se sacrificó y se sacrifica por su tierra: “No elegí la opción más cómoda”.
Apelando continuamente a la emotividad, Feijóo ha reiterado que “siempre” que ha tenido la “oportunidad de escoger”, ha escogido Galicia porque “merece la pena siempre”. “Galicia no ha escogido a un ejectuvi que venía de Madrid, seinio a aquel pequeño que ayudaba a su abuela en Os Peares”, ha añadido para alejarse de su perfil de tecnócrata con ansias de un puesto de relevancia a nivel estatal que siempre le ha perseguido. “No sé lo que pasará con los demás partidos, pero Galicia puede tener la seguridad de tener a un PPdeG renovado y coherente con sus principios”.
“La política trae sinsabores pero merece la pena cuando uno siente la responsabilidad del servicio público, cuando uno ama a su país y por todas las personas que nos unen”, ha insistido Feijóo.
El aún jefe del Gobierno gallego abjura así de lo que nunca ha llegado a ser una promesa, pero sí una recurrente reflexión desde el inicio de su mandato al frente de la Xunta. Siempre ha considerado “razonable” no permanecer en la Presidencia más de dos mandatos, ha dicho en infinidad de ocasiones, palabras que siempre han sido leídas como una puerta a medio abrir hacia la política estatal. La publicación en el diario El País, hace ahora tres años, de las fotografías que mostraban a Feijóo navegando por la ría de Arousa con el narco Marcial Dorado en 1995, cuando el actual presidente dirigía la sanidad pública gallega, frenaron abruptamente una carrera a Madrid que su segunda mayoría absoluta, en octubre de 2012, pareció volver a impulsar.
El nombramiento entonces de Alfonso Rueda como vicepresidente, cargo que venía ejerciendo de facto, alimentó aún más las especulaciones de una salida más o menos ordenada hacia Madrid. Pero los años fueron pasando y llegó el ciclo electoral con las elecciones europeas de 2014, las que encendieron todas las alarmas en las filas populares, también en Galicia. El PPdeG se mantuvo como primera fuerza, pero perdió en aquellos comicios 200.000 votos y cosechó su peor resultado en 25 años mientras en la Galicia urbana se apreciaba un giro a la izquierda que quedó confirmado en las municipales de un año después.
Esos comicios locales golpearon de nuevo al PP con su peor resultado histórico en Galicia y con una inédita pérdida de poder institucional. Tras arrasar cuatro años atrás fue desbancado por las mareas en las tres alcaldías urbanas de la provincia de A Coruña, cayó ante la absolutísima mayoría absoluta del PSdeG en Vigo y también retrocedió notablemente en las villas medias, una tormenta que lo dejó fuera de las presidencias de las diputaciones de A Coruña y Pontevedra y también de la de Lugo, la cual los conservadores pudieron ejercer cuatro meses gracias a un edil socialista rebelde. El contexto no fue mejor en las generales: los de Feijóo perdieron 5 escaños por Galicia y retrocedieron en apoyo ciudadano a los tiempos de Alianza Popular.
Difícil con Feijóo, prácticamente imposible sin él
La sucesión de malas noticias electorales para el PP fue inversamente proporcional al volumen de las voces que instaban a Feijóo a repetir. Las encuestas internas muestran un panorama en el que lograr una tercera mayoría absoluta consecutiva parece poco menos que una misión imposible a la que un PP erosionado por los años de recortes y casos de corrupción sólo puede lanzarse con relativas garantías si Feijóo está al frente.
Se trata de aspirar a una “mayoría suficiente para gobernar”, se ha afirmado en los últimos días desde el seno de los populares gallegos. Aunque esto implique negociar con la eventual representación parlamentaria que pueda conseguir Ciudadanos o incluso Democracia Ourensana, el partido localista que ya ha designado candidato, el abogado que lo representa en el proceso judicial contra José Manuel Baltar por el presunto ofrecimiento de empleo por sexo revelado en exclusiva por eldiario.es, y que dice estar en condiciones de obtener “dos o tres” escaños.
Ourense, precisamente, será el segundo escenario de la obra en la que Feijóo intentará lograr una tercera mayoría que lo elevaría definitivamente a los altares históricos del PP y, según se afirma desde la madrileña calle de Génova, lo acercaría en buena medida a sus aspiraciones en la dirección central del partido. Allí, en territorio baltarista, será donde los populares gallegos lancen definitivamente la precampaña con su congreso autonómico fijado este sábado para el 7 y 8 de mayo, donde Feijóo será formalmente elegido. Los votos del granero de Baltar serán esenciales en una batalla en la que Feijóo todavía desconoce a quién tendrá ante sí, pero en la que ya marca el terreno, elige rivales y agita el miedo.