“En Vimianzo no hay una moción de censura, sino de corrupción”
La vida política de Vimianzo ha sido cualquier cosa menos tranquila en los últimos años. Esta localidade A Costa da Morte tuvo en la Alcaldía durante más de veinte años a Alejandro Rodríguez, un característico regidor que gobernó bajo las siglas del PSdeG hasta que fue expulsado en el año 2009 por acercarse al PP y, según la dirección federal del PSOE, llegar a pedir el voto para los conservadores. Ya fuera de las filas socialistas Rodríguez puso en marcha Independientes por Vimianzo, formación por la que concurrió a las elecciones municipales de 2011, tras las que no llegó a recoger su acta de concejal. Aquellos comicios dejaron un complejo panorama en el consistorio, con tres ediles del PSdeG, otros tantos de Independientes, los mismos del PP y cuatro del BNG, que asumió la alcaldía en la persona de Manuel Antelo. Menos de dos años después, una alianza no menos peculiar que el ex regidor intenta tumbar el gobierno local.
El pasado sábado siete concejales de la corporación registraron una moción de censura contra Antelo. Son los tres de IxV, dos socialistas y dos populares, ya que ni el portavoz del PSdeG ni el del PP secundaron la iniciativa. Los ediles censores basan su moción en motivos clásicos en este tipo de operaciones: “desgobierno”, “ingobernabilidad absoluta”, “pérdida de confianza” o “autoritarismo” y promueven como alcalde a Manuel Rodríguez, hasta ahora en el grupo socialista. Tanto la dirección nacional del PSdeG como la provincial del PP ya se apresuraron en desautorizar a los ediles rebeldes y en desmarcarse de la censura, si bien poco más pueden hacer que instarlos a no culminarla, ya que las actas pertenecen a cada concejal y no al grupo por el que fueron elegidos. Mientras, el alcalde se muestra convencido de que no se enfrenta a una “moción de censura”, sino la una “moción de corrupción”.
En conversación con Praza Pública el nacionalista rechaza la existencia de los motivos que alegan los censores. A pesar de gobernar en minoría -el Bloque formalizó un pacto de gobierno con el PSdeG, roto por los ediles socialistas apenas tres meses después- Manuel Antelo argumenta que, en apenas año y medio, el consistorio pasó “de una situación heredada, con 1,5 millones de euros de impagos” a tener “un remanente de tesorería de 112.000 euros”, siendo además “uno de los pocos ayuntamientos que no hemos tenido que recurrir a un plan de ajuste, ni hacer un ERE ni recortes”, todo “gracias a los vecinos, que entendieron que durante el año 2011 nos dedicamos a sanear las cuentas, para completarlo en 2011 y entrar en 2013 con libertad desde el punto de vista económico”.
“Saneamiento democrático” tras ordenar las cuentas
Pero “después de sanear el ayuntamiento económicamente” el grupo de gobierno apostó por “sanearlo democráticamente”, explica. Y fue en este punto en el que se activó “la moción que venían anunciando desde que yo asumí la alcaldía”. Pero, ¿en qué consiste ese saneamiento democrático? Por ejemplo, explican desde el gobierno municipal, en “abrir expedientes disciplinarios” contra “funcionarios vinculados familiarmente a parte de los firmantes”, entre ellos uno de los encargados “de los contadores del agua”. En este caso, señalan a este diario, “había un presunto delito contra la hacienda pública” porque, por ejemplo, el contador del agua de una de las concejales que ahora impulsan la moción de censura “era cero” y “tuvo que pagar 4.000 euros”. “Otro de los firmantes, que tiene un negocio desde hace más de diez años, empezó ahora a pagar el agua”.
Otro de los expedientes abordados y que derivó en la imputación del ex alcalde por presunta corrupción y tráfico de influencias fue el vinculado a la construcción de la casa de la cultura de la villa, tramitada en período electoral supuestamente al margen de los cauces legales y adjudicada a empresas presuntamente vinculadas también “a la empresa de uno de los firmantes”. “Por obras hechas fuera de contrato pagamos cerca de 700.000 euros”, ilustra Antelo. Estas, dice el alcalde, son sólo dos muestras de “más de una docena de imputaciones relacionadas con esta gente”, concejales y concejalas que, asegura, daban sustento a un verdadero “monopolio” de empresas que contrataban con el ayuntamiento y que “perdieron” sus privilegios con el cambio de gobierno.
Vimianzo, subraya Antelo, está “viviendo una transición política tras veinticinco años de corruptelas” y por eso esta moción de censura es una verdadera “bomba de barro que le puede explotar en las narices a Feijóo”. Si el presidente de la Xunta “quiere dar una imagen de que va a combatir la corrupcion, aquí tiene una oportunidad” porque si la moción “sale adelante, es porque él quiere”. Mientras espera acontecimientos Antelo, sensiblemente afectado por lo que está sucediendo, señala que sigue recibiendo apoyos “de gente del BNG”, pero también de militantes y simpatizantes “del PSOE y del PP”. “Queremos dignificar nuestra villa”, reivindica.
