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Godwin más allá de su ley: “Quizá estará solo en la segunda frase de mi obituario”

Mike Godwin promulgó su ley antes del nacimiento de la primera página web

Cristina Sánchez

A medida que una discusión ‘online’ se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”. En 1990, cuando no se había publicado todavía la primera página web, a un joven Mike Godwin se le ocurrió enunciar la célebre ley que lleva su apellido.

Harto de que las discusiones en los foros de Usenet o en los primeros Sistemas de Tablón de Anuncios (BBS por sus siglas en inglés) se acabara mencionando siempre al dictador alemán sin venir a cuento, el abogado ideó un contrameme. “Lo que intentaba hacer era que la gente fuera más responsable, más consciente cuando entablara una conversación en este tipo de intercambios”, rememora Mike Godwin para HojaDeRouter.com.

Su intento de impedir que la gente utilizara “las comparaciones históricas gratuitamente”, tal y como explicó en un ya famoso artículo de Wired, no le salió del todo bien. Considera que el frívolo fenómeno por el que aludimos a Hitler para rebatir los argumentos de los demás “se ha expandido más allá de internet”. Sin embargo, consiguió su verdadero objetivo: demostrar con una “prueba de concepto” que una idea se podía propagar por la Red sin necesidad de superpoderes.

Los internautas han crecido en número en este tiempo (de los 15 millones en 1995 a los 3.400 millones actuales), pero la ley de Godwin se ha afianzado como uno de los mandamientos que gobiernan silenciosamente internetuno de los mandamientos que gobiernan silenciosamente internet. Su popularidad hace que cuente incluso con entrada propia en el diccionario de Oxford o que la prestigiosa web ‘Know your meme’ lo defina como un proverbio de la joven Red.

Desacreditar las comparaciones entre Pablo Iglesias y RobespierrePablo Iglesias y Robespierre o arremeter contra las críticas clásicas al cine español son solo algunos de los ejemplos que han servido para sacar a relucir la ley últimamente en los medios españoles. Hasta Pablo Soto, el concejal de Participación de Madrid, ha mencionado la norma cuando una edil de Ciudadanos comparó al equipo de gobierno municipal con un régimen totalitario.

Mientras tanto, Mike Godwin, incapaz de controlar a una criatura que “ha tenido su propia existencia independiente”, como demuestran estos ejemplos, ha quedado a la sombra de la norma que promulgó hace más de un cuarto de siglo.

“Cuando al principio estaba en internet, nunca se me ocurrió que algo que yo dijera de forma informal, algo que yo dijera como una broma, me seguiría para el resto de mi vida y que la ley de Godwin tendría realmente éxito”, asegura este abogado. Tan popular se ha hecho su profecía que poco se sabe del profeta.

La broma viral (malinterpretada)

Sin que su artífice se pronunciara al respecto, la ley de Godwin fue mutando. Los medios, la Wikipedia o algunos usuarios de Menéame defienden que si la comparación entre Hitler y el tema de debate sale a colación, el hilo de Usenet se cierra y el internauta que pronuncia el símil pierde la batalla dialéctica. “Nunca dije eso”, asegura con resignación. “Lo cierto es que la ley de Godwin ha sido malinterpretada a menudo”.

El año pasado, un doctorando en Física aseguró haber desacreditado la norma. Tras analizar 100 millones de mensajes de Reddit, se percató de que solo uno de cada 1.500 'posts' en este popular agregador aludían a Hitler o a los nazis. Recientemente, un bloguero aseguraba avalaba justo lo contrario con su estudio. El 78 % de los hilos con más de 1.000 comentarios acaban citando esos dos términos, una tendencia que aumenta conforme lo hace el número de mensajes.

Pese al afán de los entusiastas del precepto, Godwin nunca pretendió que la ley fuera científica ni comprobable. “No la escribí para que fuera probada o refutada; la ley no es una realidad, es una especie de broma. La creé para que fuera divertida y memorable”, defiende. No intentaba predecir el futuroNo intentaba predecir el futuro, sino tan solo explicar que la trivialización del Holocausto para “ganar puntos” en una conversación en la Red carece de lógica y no hace justicia a la historia, aunque otros piensen justo lo contrario.

“Cuando el debate se calienta o la gente se enfada, es más probable que hagan la peor comparación, la que da más miedo, la más ofensiva”, defiende Godwin. En esos casos, este evangelista nos pide no caer en la tentación de pensar que las invocaciones frívolas al Holocausto van a servir para desarmar a nuestro contrincante. Por eso, califica de “ridículo” que Boris Johnson, el excéntrico exalcalde de Londres que se ha erigido como uno de los líderes en la campaña del ‘brexit’, haya afirmado que los intentos de unificación por parte de la Unión Europea siguen los pasos de Hitler o Napoleón.

La sobriedad de su norma ha hecho creer a buena parte de la Red que mencionar el nazismo ya es pecado, aunque ni siquiera él lo piense. El periodista que destapó el caso Snowden, Glenn GreenwaldGlenn Greenwald, señaló hace unos años que eliminar a los nazis de cualquier debate político era una decisión “arbitraria y antintelectual”. Los usuarios de Quora debaten si las comparaciones entre Donald Trump y el Führer quebrantan la ley de Godwin e incluso The Independent cree que el ascenso del xenófobo magnate conlleva la suspensión temporal de la norma.

“Si me preguntas si está bien comparar a Donald Trump con Hitler, te digo que no hagas ninguna comparación que no puedas sostener. Pero si estás siendo realmente consciente de tu crítica, no debes preguntar, puedes hacer lo que quieras. Todo lo que pido es que seamos conscientes de ello”, recalca Godwin. Nadie parece haber escuchado que su razonamiento solo se refería a las comparaciones simplistas.

Es más, el abogado admite excepciones. Reconoce que el rechazo a los refugiados o la creencia de que los musulmanes son una amenaza —como defiende el mismísimo aspirante republicano a la Casa Blanca— sí pueden ser comparables con ese pasado abominable que no queremos que se repita. Eso sí, siempre y cuando utilicemos la razón para defenderlo en lugar de las pasiones más bajas que cualquier internauta, sin necesidad de ser un trol, puede experimentar cuando discutimos sin ver las caras de nuestros contertulios.

El otro Godwin: de la EFF a Wikipedia

Mientras han corrido metafóricos ríos de tinta y han surgido ‘memes’ sobre su ley, Mike Godwin se ha centrado en otros asuntos alejados de su labor como improvisado Moisés de internet. El mismo año en el que acuñó su ley, Mike Godwin comenzó a trabajar en el ámbito que le ha tenido ocupado todo este tiempo: el recién nacido Derecho DigitalDerecho Digital.

Fue el primer letrado de la Electronic Frontier FoundationElectronic Frontier Foundation (EFF), la prestigiosa organización sin ánimo de lucro que defiende las libertades civiles en la Red. De hecho, participó en el caso que dio lugar al nacimiento de la organizaciónnacimiento de la organización.

En 1990, los servicios secretos de Estados Unidos irrumpieron en la sede de la desarrolladora Steve Jackson Games para confiscar los ordenadores y las copias del manual de un videojuego en el que estaban trabajando. Cuando se los devolvieron, los empleados se percataron de que todos los correos electrónicos que la empresa había almacenado en su BBS habían sido eliminados.

La EFF se hizo cargo de la demanda que supuso el establecimiento de un marco legal en el ciberespacio: los jueces determinaron que para leer los novedosos correos electrónicos hacía falta una orden judicial. Desde entonces, ha trabajado en otros casos similares para defender la libertad de expresión en la Red.libertad de expresión en la Red

Su nombre volvió a aparecer en los medios en 2010, cuando escribió una ocurrente carta al FBI. Trabajaba entonces como director jurídico de la Wikimedia Foundationla Wikimedia Foundation, y la agencia estadounidense exigió que Wikipedia retirara la imagen de su sello. “Espero que estén de acuerdo en que el adjetivo ‘problemático’, incluso si fuera realmente aplicable aquí, no es semánticamente idéntico a ‘ilegal’”, replicó Godwin en la misiva. La imagen aún continúa presente en la enciclopedia virtual.

Algunos le siguen preguntando cuándo promulgará una segunda norma, pese a que en realidad ya lo hizo hace unos años. “La vigilancia es el ‘crack’ de los gobiernos”, rezaba dicha ley en su perfil de Twitter, en referencia al derivado de la cocaína. Godwin asegura que Snowden no contó nada que “ya no supiera”. No en vano, el espionaje digital o la libertad de expresión en la Red son algunas de las cuestiones en las que más ha trabajado como jurista todo este tiempo, en la actualidad desde un ‘think tank’ de investigación sobre políticas públicas.

Pese a ello, casi nadie conoce el trabajo que ha realizado entre las bambalinas de internet. Tan solo ha quedado en nuestra memoria aquella frase que pronunció cuando el telón de la Red comenzaba a abrirse. Hace poco, tuvo que deletrear su nombre en una tienda de bicicletas. “Como la ley de Godwin”, le contestó el propietario. Tras enterarse de que él era el padre de la criatura, el buen hombre acabó pidiéndole un ‘selfie’.

Aunque nos cuente esta anécdota entre risas, a Godwin no le gusta que un tercero intente resumir su vida en tan pocas palabras. Un periodista le preguntó hace unos años si le molestaba pensar que la ley de Godwin ocuparía la primera línea de su obituario. Mike Godwin recuerda su respuesta entonces y nos la vuelve a argumentar con cierto enfado ahora. “Me siento vivo y continúo trabajando. Tengo suerte de continuar siendo productivo, así que [la ley] quizá solo estará en la segunda frase de mi obituario”.

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Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Wikimedia Commons (1 y 2) y CuriousGnu (3).

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