Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El graffiti como forma de protesta: “Las condiciones precarias de la gente de Ibiza contrastan mucho con el turismo de lujo”

Mural de Helder Cavalcante sobre el precio del alquiler en Eivissa.

Nicolás Ribas

Eivissa —

0

Israel Guerra Romero (Zacatelco, México, 18/11/1986), más conocido como 'Spaik', es un muralista mexicano, cuya obra está inspirada en las culturas precolombinas de América Latina, entre cuyos habitantes estaban los aztecas, los mayas, los incas y los olmecas. Empezó a pintar en su ciudad natal, Zacatelco, un pequeño pueblo que forma parte de Tlaxcala, uno de los treinta y un estados de México. “Comencé a pintar porque me pareció una forma muy divertida de pasar el tiempo con mis amigos cuando teníamos 15 años”, explica a elDiario.es.

Sin embargo, ha desarrollado buena parte de su arte en la ciudad de Michoacán, desde los 20 a los 30 años. 'Spaik' cuenta que empezó a desarrollar su pintura inspirado en las culturas precolombinas (tradición, mitología, cuentos autóctonos...), “porque pensé que era sumamente importante darles un valor y una difusión, puesto que una década atrás estaba muy olvidado el tema”. Se refiere a que, en la década de los 90, la mayor parte de los estilos que impregnaban los muros y edificios de las calles tenían influencia estadounidense (entre ellas, el wildstyle, 3D y bombas). “Opté por romper con todo eso y traté de proponer algo que me identificara más como persona, de dónde vengo y cuáles son mis raíces, no seguir ni hacer lo que todos (los artistas) ya hacían”.

Entre sus referentes en el muralismo mexicano, cita a Jorge González Camarena (pintor, escultor y muralista) y David Alfaro Siqueiros (uno de los tres grandes exponentes del movimiento artístico); en el arte urbano callejero, a Os Gemeos Daim (hermanos gemelos originarios de Sao Paulo) y en el cine, a los directores Hayao Miyazaki y Jean Pierre Jeunet. “Desde la primera vez que pinté una pared con aerosol, cuando tenía 15 años, fue algo mágico que no pude dejar de hacer hasta la fecha”, reconoce.

La obra de Guerra ha recorrido, entre otros países, Colombia (Medellín, Cali, Bogotá), Ecuador (Guayaquil), Bolivia (Sucre), Perú (Lima), Guatemala (Guatemala) y El Salvador (San Salvador); Estados Unidos (Chicago, Napa Valley, El Paso, Flint, Míchigan, Phoenix, Arizona); Egipto (El Cairo), Marruecos (Errachidia); Francia (Burdeos, Lille, Ruan, París), España (Madrid, A Coruña), Italia (Cerdeña), Portugal (Fafe), Bélgica (Gante), Noruega (Skien). Desde 2016, también se puede disfrutar de la obra de 'Spaik' en Eivissa, año en que pintó el mural del águila gigante (símbolo de la libertad) en un túnel, en el marco del Ibiza Bloop Festival (un evento multidisciplinar de arte totalmente gratuito), que ha celebrado en agosto su doceava edición en la isla.

Este año, el artista mexicano ha llenado la fachada de un centro comercial de Platja d'en Bossa (Sant Josep) de un ecosistema marino lleno de ballenas, delfines, peces trompeta, tortugas marinas, medusas y otras especies, que pretende lanzar el mensaje de la necesidad que tenemos de recuperar el Mediterráneo. “El arte siempre ha sido una herramienta de transformación social, e incluso de manipulación social, (ya que) muchos políticos lo han usado a su conveniencia a lo largo de la historia”, afirma Guerra. Para él, “cada artista es responsable de lo que hace, algunos luchan por mover conciencias, otros solo quieren divertirse, algunos otros fama y dinero”. Después de su viaje a Eivissa, le espera un nuevo proyecto en Alaska. En un futuro, le gustaría plasmar su talento en Asia, un continente que todavía no conoce.

“Me gusta observar la vida diaria y a la gente”

Helder Henriques Cavalcante (Minas Gerais, Brasil, 19/11/1990), es un muralista brasileño que empezó a pintar hace una década en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, situado en la zona sur del país. Allí conoció el trabajo de artistas como Hyper, Dalata, Davi de Melo Santos, Thiago Alvim, Alexandre Rato, Thiago Mazza o Mosh Mosh, a quienes cita entre sus referentes. “Quise dedicarme a esto porque me encanta la posibilidad de tener la ciudad como soporte para ideas nuevas, para el cambio, (para) poder intervenir y transformar los espacios usando imágenes con una carga poética y humana”, explica a elDiario.es Cavalcante. Para plasmar sus creaciones, se inspira “en la vida diaria, en las personas, en lo que veo caminando, me gusta observar a la gente”, relata. Para él, cada mural “es único” y, dependiendo del sitio en el que se encuentre, la temática sobre la que pinta varía. “Busco crear algo que tenga sentido para cada sitio al que voy”, aclara.

El artista urbano ha participado por primera vez en el Bloop Festival de Eivissa, dejando su huella en dos de los lugares más concurridos de la capital ibicenca. En las paredes del edificio de Can Ventosa -donde se encuentra el teatro y la biblioteca municipal de la ciudad- pintó un mural impactante: un padre y una hija, sentados uno junto al otro, cada uno con un plato de balas. Mientras el padre las ingiere, la pequeña mira absorta su plato. Bajo el título Muro que cuenta la guerra y lo que lleva, denuncia la violencia que generan las guerras -una de las temáticas escogidas por los organizadores del festival- y que “nos afectan a todos, aunque estemos lejos”. Cavalcante lamenta que los políticos destinen el dinero de los impuestos de la ciudadanía en destruir otros territorios, dejando a la gente que sufre la guerra pasando hambre y sin sus necesidades básicas cubiertas. “Quería reflejar lo que estamos viviendo en este periodo pospandémico y de guerra para reflexionar sobre el futuro, sobre todo, con una mirada a los niños y niñas”, relata el muralista.

La guerra en Ucrania

Hacía tiempo que en Europa no se vivía una guerra tan cruenta como la que está teniendo lugar en Ucrania desde la invasión rusa. Probablemente, habría que echar la vista unas décadas atrás, poniendo el foco en la guerra de los Balcanes. Preguntado sobre esta cuestión, si cree que los políticos europeos, en general, se preocupan más por las consecuencias de la guerra cuando esta ocurre en sus fronteras, Cavalcante cree que “es un tema delicado, una vez que parte de la riqueza de Europa y su seguridad vino de la invasión y la explotación de otros países en el pasado. Tienen una mirada hacia fuera basada en las diferencias y no en la historia”, afirma.

Para su segunda pieza escogió, después de haber hablado con mucha gente, el grave problema que tiene la isla con los elevados precios del alquiler, lo cual está teniendo graves consecuencias en Eivissa, no solo para los trabajadores que vienen de fuera durante la temporada turística, sino también para todo tipo de funcionarios (profesionales de la sanidad, educación, policías…), así como para la población local. El mural ha sido retratado con la figura de un hombre que se lleva la mano derecha a la cabeza mientras lee un anuncio en la prensa local, en el que se piden 1.100 euros por un estudio. “La gente me decía que gastaba gran parte de su sueldo en gastos de alquiler, que necesitan a veces tener más de un empleo, compartir vivienda o vivir en condiciones precarias para mantenerse en la isla. Todo eso contrasta mucho con el turismo de lujo y los altos precios que los trabajadores no pueden pagar”, asegura el artista.

Por eso, para el muralista, “los artistas son actores de transformación social. El arte es una herramienta que, muchas veces de manera indirecta e inconsciente, tiene un efecto en los sentimientos de las personas”. Sus próximos destinos están en Caspe (Zaragoza) y Valderrubio (Granada), donde ya nos adelanta una de sus siguientes creaciones: un mural en homenaje a Federico García Lorca, en la tierra en la que el granadino vivió y escribió.

Etiquetas
stats