LEER ESTE TEXTO EN CATALÁN
El Parlament balear no representará los intereses de su presidente, Gabriel Le Senne (Vox), en el procedimiento incoado por el Tribunal Constitucional (TC) a raíz del recurso de amparo interpuesto por las diputadas socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa, a quienes el dirigente ultra expulsó tras romper, en pleno hemiciclo, una fotografía de tres víctimas del franquismo. Se trata de unos hechos por los que, además, se sentará en el banquillo de los acusados para ser juzgado por un delito de odio, tal como adelantó elDiario.es. Pese a su procesamiento, Le Senne se niega a dimitir mientras la presidenta del Govern, Marga Prohens (PP), se resguarda en el silencio y tampoco le fuerza a abandonar el cargo.
La Mesa de la Cámara ha acordado su no personación en una votación en la que Garrido y Costa, vicepresidenta segunda y secretaria segunda del órgano, respectivamente, se han abstenido. Los otros tres miembros de la Mesa -Le Senne y dos diputados del PP- han votado en contra de la posibilidad de que el Parlament se persone en la causa, por lo que no defenderá los intereses de su presidente ante el Constitucional. Si no hay cambios hasta entonces, la decisión será remitida al TC el próximo viernes. La segunda autoridad de Balears deberá decidir ahora si se persona como particular.
La Mesa también ha aceptado remitir al Alto Tribunal, tal y como instó éste en una providencia dictada el pasado 29 de mayo, la copia íntegra del pleno en el que tuvo lugar el episodio, así como las actas de la reunión de la Mesa del 10 de julio de 2024 y de la Junta de Portavoces del 17 del mismo mes.
Tras examinar el recurso de amparo, los magistrados lo admitieron a trámite, tal como avanzó este medio, al apreciar que concurre una “especial trascendencia constitucional” dado que plantea un problema o afecta a una faceta de un derecho fundamental sobre el que no hay sentada doctrina del Alto Tribunal, y “porque el asunto suscitado trasciende del caso concreto porque pudiera tener unas consecuencias políticas generales”.
En concreto, los hechos se produjeron durante la sesión plenaria celebrada el 18 de junio de 2024, cuando Le Senne instó a las dos socialistas a que sustituyeran las camisetas que portaban con la imagen de las mismas represaliadas que figuraban en la fotografía con el objetivo de salvaguardar la neutralidad de la Mesa o bien que ocuparan sus escaños en el hemiciclo si preferían continuar llevándolas. En medio de un clima de máxima tensión y tras tres llamadas al orden, el presidente ordenó finalmente su expulsión, no sin antes desgarrar la fotografía que Garrido tenía expuesta en la tapa de su ordenador.
Ahora, el Alto Tribunal deberá determinar si Le Senne vulneró los derechos fundamentales de ambas al instarles a que abandonasen el pleno, al ordenarles que retirasen las fotografías adheridas en el anverso de sus ordenadores y de rasgar la que portaba Garrido, así al negarse el propio presidente a declarar lesionados estos mismos derechos, tal como reclaman Garrido y Costa.
Mientras tanto, la Audiencia Provincial de Balears rechazó el pasado lunes el recurso que interpuso el presidente del Parlament en enero para solicitar su exoneración en la causa penal en la que se encuentra acusado por un delito de odio. La decisión del tribunal lo envía automáticamente a juicio bajo peticiones de entre un año y cuatro meses hasta cuatro años de cárcel y hasta 11 años de inhabilitación. Por su parte, el propio Le Senne y la Fiscalía reclaman su absolución al alegar que actuó en el ejercicio de sus funciones para preservar la neutralidad institucional y el pluralismo político.
Apenas un día después del pronunciamiento de los magistrados, Le Senne presidía con normalidad el pleno de la Cámara celebrado este martes, una sesión marcada por su continuidad del presidente de la institución así como por el cruce de acusaciones entre el Govern y los grupos de izquierdas a tenor del pacto presupuestario alcanzado la semana pasada entre PP y Vox. Durante la misma, Prohens no hizo mención alguna de las circunstancias que en estos momentos rodean a la segunda autoridad de Balears y, en el instante en el que abandonaba el hemiciclo y los medios de comunicación le inquirían al respecto, eludió responder las preguntas de la prensa con un “buenos días” y salió del Parlament.
La jefa del Ejecutivo autonómico evita así dar cualquier paso a pesar de que en julio de 2024, semanas después del incidente, dio “por hecho” que Le Senne dimitiría dado que, según su punto de vista, era la única manera de que la decisión adoptada por Santiago Abascal ese mismo mes de romper los acuerdos autonómicos de gobernabilidad tuviera efecto en Balears: “La decisión de Vox de dar por roto sus acuerdos [con el PP] implica también su renuncia a la presidencia del Parlament de las Illes Balears, que obtuvieron fruto de estos acuerdos. Abascal fue muy claro y dijo que se rompían los gobiernos de todas las Comunidades Autónomas y aquí la única contraprestación [de Vox] era la presidencia del Parlament”, señalaba entonces la líder autonómica. A día de hoy, Le Senne continúa siendo máximo responsable de la Cámara.
Por su parte, los grupos de izquierda en el Parlament han urgido activar los procedimientos para suspender de sus funciones al dirigente de extrema derecha, acusando a Prohens de amparar a un “presunto delincuente”. No en vano, este martes registraron un escrito dirigido a la diputada presidenta de la Comisión del Estatuto de los Diputados, Marta Pereira (PP), para que convoque la reunión para debatir y votar la suspensión de Le Senne en virtud del artículo 9 del reglamento del Parlament.
Ya el pasado 3 de septiembre, y sin desvelar el sentido su posicionamiento hasta apenas unos minutos antes de la votación, el PP salvó a Le Senne de la destitución, instada por los grupos de la oposición (PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos). Con su abstención, los conservadores, quienes en 2023 auparon al dirigente ultra a la presidencia del Parlament a cambio de que los populares pudieran gobernar Balears en solitario -eso sí, con el apoyo externo de Vox-, facilitaron su permanencia en el cargo.