Balears, a la cabeza en puntos de recarga de coches eléctricos mientras plantea limitar la entrada de vehículos
Pionera en la regulación de medidas contra el cambio climático, Balears camina con paso firme en su objetivo de alcanzar la autosuficiencia energética y desligarse de los combustibles fósiles. Además de poner en marcha en Mallorca la primera planta de hidrógeno verde de todo el Estado y de marcar al resto de administraciones autonómicas el camino de la comercialización pública de energía con la creación de una eléctrica basada en el autoconsumo compartido, las islas lideran el ranking estatal de puntos de recarga públicos para coches eléctricos.
Se trata de unas medidas con las que el archipiélago quiere romper con su alta dependencia exterior en materia energética -las islas importan el 96% de la energía que consumen y la factura energética se estima en unos 1.000 millones de euros, un 3’8% del Producto Interior Bruto (PIB)-, una circunstancia a la que se suma el hecho de presentar la mayor ratio de coches privados por habitante -909,55 por cada mil personas en 2021, de acuerdo a los datos del Instituto Balear de Estadística- y ser el territorio insular con el índice de intensidad turística más elevado del mundo, según un informe elaborado por los investigadores Carles Manera, Ferran Navinés y Elisabeth Valle, con el consiguiente y elevado consumo de recursos y utilización de infraestructuras.
Por todo ello, y ante la vulnerabilidad de las islas al impacto del cambio climático, el Govern balear decidió aprobar el 12 de febrero de 2019 una norma precursora a nivel nacional y europeo: la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Algunas de las principales acciones previstas en la Ley pasan por disponer de 1.000 puntos de recarga de vehículos eléctricos en 2025, una cifra que ha alcanzado el archipiélago tres años antes del plazo marcado.
Aumento de puntos de recarga
En este sentido, una de las principales políticas del Ejecutivo ha ido encaminada a facilitar ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos -las distancias reducidas los convierte en ideales para los territorios insulares- o aumentar los puntos de recarga, que en el caso de los que forman parte de la red pública Movilidad Eléctrica en Balears (MELIB) han pasado de 338 en 2018 a 628 en 2021, con más de 100.000 recargas entre los pasados meses de agosto y diciembre, lo que ha permitido ahorrar unas 200 toneladas de CO2, “equivalentes a diez días de tráfico” en una de las principales vías de Mallorca, la Vía Cintura, según señalan a elDiario.es fuentes de la Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática.
Al respecto, el director general de Energía y Cambio Climático del Govern, Pep Malagrava, destaca, en declaraciones a elDiario.es, la “velocidad a la que sobre todo los ayuntamientos han implantado puntos de recarga gracias a las ayudas que hemos otorgado desde el Ejecutivo, sobre todo en materia de turismo sostenible. Y aquí creo que ha habido una sana competición entre tres municipios que querían tener cada vez más puntos y ser más sostenibles”. Otro aspecto esencial ha sido, remarca, la centralización del mantenimiento, “algo que venían reclamando desde hace tiempo”.
Los puntos de recarga, esenciales para la descarbonización del transporte
“Son infraestructuras que se tienen que cuidar, pero algunas de ellas han requerido un mantenimiento mayor porque hay piezas que se han roto o no han funcionado bien”, incide Malagrava, que señala que la centralización ha provocado que los ayuntamientos “estén más tranquilos y se lancen a instalar nuevos puntos de recarga, entendiendo que no necesitarán ellos hacerse cargo de su mantenimiento, sobre todo en municipios más pequeños”. El director general subraya, asimismo, que la puesta en marcha de estos dispositivos es “esencial para la descarbonización del transporte”.
En este sentido, cabe recordar que la Ley de Cambio Climático del Govern prohíbe la circulación de vehículos diésel a partir de 2025 y la de los de gasolina a partir de 2035. Para conseguir los objetivos fijados en la normativa, el Ejecutivo tiene que aprobar el Plan de Transición Energética y Cambio Climático que marcará el camino para alcanzarlos. La Conselleria espera contar con una primera versión del plan -consensuada con los agentes sociales y los diferentes grupos del Parlament, aseguran fuentes del departamento dirigido por Juan Pedro Yllanes- durante las próximas semanas con el objetivo de que entre en fase de exposición pública durante el primer trimestre de 2023.
Al respecto, Malagrava considera que se trata de un plan que debe contar con el máximo consenso entre fuerzas políticas y agentes sociales al tratarse de una iniciativa a diez años: “Es un plan que abarca tres legislaturas. Evidentemente, a mí me gustaría que hubiera el mismo color de gobierno en los próximos años, pero la ciudadanía manda. Por ello tiene que haber un plan lo más consensuado posible que no quede en papel mojado en función de quien gane”.
Emisión de CO2 en Balears
Cabe señalar, además, que la generación y distribución de la energía es, en estos momentos, la fuente más importante de emisión de CO2 a la atmósfera en Balears, seguida del transporte terrestre, marítimo y aéreo, según los datos del Plan de Inversiones para la Transición Energética de las Illes Balears (PITEIB). De hecho, el archipiélago balear presenta la tasa de vehículos privados más elevada del Estado, que en el caso de Eivissa, supera el vehículo por persona. Palma y Eivissa también ostentan el récord nacional de entradas y salidas de aviones privados en los aeropuertos de Son Sant Joan y Es Codolar, respectivamente, lo cual ha suscitado críticas entre diferentes grupos ecologistas. La cuestión a su vez está en el punto de mira de las instituciones europeas, después de que Podemos pidiera a la Comisión Europea legislación específica para reducir la contaminación que genera el uso de ‘jets’ privados.
Precisamente, Formentera continúa con las políticas de control de vehículos que ya inició en enero de 2019, cuando la pequeña de las Pitiüses se convirtió en el primer territorio español en limitar y fijar un cupo máximo en la entrada de vehículos para salvaguardar su medioambiente y rebajar la presión de sus carreteras, teniendo en cuenta que la isla puede llegar a superar las 44.000 personas en temporada alta y a triplicar su número de habitantes en julio y agosto, incremento que también se produce en el parque móvil en circulación durante el verano en comparación con el parque móvil de las personas residentes.
Limitación de vehículos en Eivissa, Menorca y Formentera
Precisamente, la Ley para la sostenibilidad medioambiental y económica de Formentera, que regula la entrada de vehículos, señala que las cifras de afluencia turística, y especialmente las de entrada y circulación de vehículos en la isla, “son sin duda alarmantes porque evidencian la existencia de un riesgo elevado para el equilibrio medioambiental”. “No se puede dejar de valorar el hecho de que se trata de un territorio insular muy reducido en el que coexisten múltiples elementos, áreas y espacios naturales que ya disfrutan de varios niveles de protección ecológica, paisajística o urbanística, como las áreas integradas en la red ecológica europea de la Red Natura 2000 (ZEC, LIC y ZEPA), así como las declaradas área natural de especial interés (ANEI) por el Parlament balear, todas inevitablemente afectadas por la saturación turística, dada la proximidad a los centros de población y a la red viaria”, abunda la normativa.
De cara al próximo verano, el Consell de Entidades de Formentera ha decidido ampliar el periodo de regulación del proyecto 'formentera.eco', que establece en 10.956 el techo de vehículos de motor que pueden acceder a la isla, circular y estacionar en la vía pública. La iniciativa se extenderá del 1 de junio al 30 de septiembre y, además, prevé que la tasa para conseguir la autorización de entrada, circulación y estacionamiento se duplique. Así, los turismos pagarán 6 euros al día, con un pago mínimo de 30 euros, y las motos abonarán 3 euros al día, con un mínimo de 15 euros.
La presidenta del Consell de Formentera, Ana Juan, explicó el pasado mes de diciembre que el próximo verano se alcanzará el objetivo de legislatura de reducir el techo de vehículos en un 16%. Asimismo, afirmó que seguirán trabajando en políticas que apuesten por una movilidad cada vez más sostenible en las que deben implicarse también los residentes.
Más de 150.000 vehículos censados
Por su parte, el Consell de Eivissa aprobó este viernes en pleno solicitar al Govern la evaluación y aceptación de un proyecto de ley para limitar el acceso de turismos a la isla, estableciendo un techo en el número de coches y motos que circulan en ella en periodo estival con el objetivo de corregir la problemática derivada de la congestión del territorio insular en la época de mayor afluencia de personas y vehículos. Y es que el parque automovilístico de Eivissa se ha multiplicado por dos y medio en las últimas dos décadas hasta superar los 150.000 vehículos censados, todo ello debido a la construcción de autovías que no han descongestionado el tráfico y a las características propias del territorio insular que promueven el vehículo privado.
Mientras tanto, la Ley Menorca Reserva de la Biosfera mantendrá la posibilidad de limitar la entrada de coches a la isla desde el próximo verano tras un acuerdo de última hora alcanzado, el pasado 18 de enero, entre los grupos del Govern -PSIB, MÉS per Mallorca y Unidas Podemos- así como por MÉS per Menorca en el Parlament. El conseller insular Josep Juaneda ha valorado que el Consell dispondrá de una norma para “gestionar de forma más sostenible” la isla, pudiendo decidir “sobre la entrada de vehículos o la gestión del agua, a la vez que hará posible fortalecer a los diferentes sectores para impulsar una nueva economía”. Para Juaneda, la ley hará de Menorca un “ejemplo de la compatibilidad entre la actividad humana y la preservación del entorno”. La Ley se votará en el pleno del próximo martes.
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