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La muerte de las ballenas o el ruido submarino: las tareas pendientes para mejorar la protección del Mediterráneo

Fondo de posidonia.

Nicolás Ribas

Eivissa —

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Una quincena de organizaciones ecologistas han pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que dirige la vicepresidenta tercera Teresa Ribera, alcanzar la protección efectiva del 30% del Mediterráneo de cara al año 2030. “Un entorno marino en buen estado de conservación puede ser nuestro mejor aliado para afrontar el calentamiento global y para garantizar nuestra prosperidad como sociedad”, afirma a elDiario.es Aniol Esteban, director de la Fundación Marilles. En este sentido, los ecologistas han reconocido los esfuerzos que se han llevado a cabo hasta la fecha, y es que el 21% de la superficie marina está protegida.

Pese a los avances, insisten en que España “siga avanzando en el cumplimiento de sus compromisos internacionales para proteger el medio marino”. “Esto significa no solo declarar nuevos espacios marinos protegidos, sino también y sobre todo, destinar los recursos necesarios para que esta protección sea real y efectiva”, afirma a este diario Pablo Rodríguez, coordinador de la iniciativa MED30. Así, Rodríguez destaca que el acuerdo entre las 15 entidades es “fruto de la cooperación entre las principales organizaciones marinas españolas” y considera que dicha unión demuestra que “es urgente actuar de una manera planificada y coordinada para conservar nuestro mar Mediterráneo y su gran biodiversidad”.

De hecho, incluso la industria turística reconoce la necesidad de avanzar hacia un mar balear más protegido. En este sentido, cabe recordar que la Fundación Marilles consiguió que más de 200 entidades -entre ellas, hoteleros, ecologistas y sector pesquero- se acogieran al Pacto Azul Balear. “Queremos que todos aquellos que nos visiten valoren y cuiden nuestra biodiversidad. Pero también somos conscientes de que para defenderla y protegerla debemos conocerla a fondo, mejorar la calidad de sus aguas y preservar su riqueza natural. Proteger nuestro mar balear es apostar por un turismo de calidad que respete el destino”, declaró Gabriel Escarrer, CEO del grupo hotelero Melià.

Un pacto que implica cinco medidas muy concretas: crear una red de santuarios marinos que cubra el 10% del mar balear; poner en marcha planes de conservación y recuperación de hábitats y especies vulnerables; garantizar una pesca sostenible y acabar con el furtivismo y el comercio fraudulento; mejorar la calidad de nuestras aguas litorales e invertir un mínimo de un 1% de los presupuestos públicos en conservación marina.

De hecho, durante la reunión mantenida con Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica; María Jesús Rodríguez, directora general de Biodiversidad y Fernando Magdaleno, subdirector general de Biodiversidad Terrestre y Marina, los representantes de las diferentes organizaciones conservacionistas insistieron en la importancia que tiene proteger los espacios marinos. “Demuestra que es urgente actuar de una manera planificada y coordinada para conservar nuestro mar Mediterráneo y su gran biodiversidad”, asegura Pablo Rodríguez. Los acuerdos internacionales de protección del medio marino establecen la necesidad de alcanzar un 30% de los mares bajo protección y gestión eficaces, así como garantizar que el 10% del mar quede bajo protección estricta, “libre de actividades antrópicas que puedan comprometer su salud ambiental”.

El acuerdo alcanzado entre las entidades medioambientales ANSE, ClientEarth, Ecologistas en Acción, Fundación Marilles, GEN-GOB, GOB Mallorca, GOB Menorca, Greenpeace, OceanCare, Oceana, Save the Med, SEO/BirdLife, Tursiops, Vell Marí y WWF es fruto, según las partes implicadas, de “una necesidad urgente”: “proteger nuestro mar ante la incertidumbre que genera la crisis climática”, valora Esteban. Del mismo modo, han destacado la importancia de que el Ministerio para la Transición Ecológica “elabore planes de gestión ambiciosos y participativos” y que destine “los recursos necesarios para su implementación de modo que esta protección sea real y efectiva”.

Crisis climática y pérdida de biodiversidad

El acuerdo marino entre las organizaciones medioambientales advierte de que hay una “doble crisis”, climática y de pérdida de biodiversidad, que supone “una grave amenaza para el mar Mediterráneo”. El 18% de las especies marinas conocidas a nivel global, más de 17.000, se encuentran en el Mediterráneo, lo que la convierte en una de las zonas “con más biodiversidad del planeta”. Sin embargo, también es una de las regiones en mayor peligro, ya que las temperaturas medias de toda la cuenca se sitúan 1,5 grados por encima del nivel preindustrial. Por este motivo, el declive de sus ecosistemas, como las praderas de plantas marinas, ya es una realidad.

Por otro lado, cabe recordar que el Mediterráneo también es un mar que sufre debido a los grandes impactos derivados de la turistificación, el crecimiento turístico, así como por un tráfico marítimo muy intenso. Por estas razones, el documento precisa que las acciones deben ir encaminadas a “la restauración de ecosistemas y la recuperación de especies vulnerables”. Entre los objetivos se establece el desarrollo, publicación e implementación de los planes de recuperación de especies vulnerables o en peligro de extinción, como el angelote (Squatina sp); la nacra (Pinna nobilis); la pardela balear (Puffinus mauretanicus) o la tortuga boba (Caretta caretta).

Así, el acuerdo propone actuaciones dirigidas a minimizar el impacto de las capturas accidentales en artes de pesca; la pesca de arrastre y la pesca fantasma; adoptar medidas para reducir el ruido submarino producido por el tráfico marino y otras actividades civiles y militares; intervenciones eficaces que eviten la muerte de las ballenas y otras especies de fauna marina por culpa de las colisiones con barcos o mejorar la calidad de las aguas costeras, terminando con los vertidos y mejorando los sistemas de saneamiento.

“Debemos avanzar en la protección del mar”

Paralelamente, el pasado 12 de marzo hubo un pleno en el Parlament balear donde se aprobó parcialmente una Proposición No de Ley (PNL) del PSOE relativa a la protección del mar balear. Sin embargo, PP y Vox rechazaron instar al Govern a iniciar los trámites para “garantizar en el mar balear los acuerdos de la COP15”. “El Partido Popular ha perdido una oportunidad de oro para demostrar su compromiso para avanzar en la protección del mar balear”, lamenta a elDiario.es Aniol Esteban, director de la Fundación Marilles.

El director de la Fundación Marilles cree que el hecho de que el Govern haya rechazado aprobar medidas tales como que uno de cada diez kilómetros cuadrados del mar balear estén altamente protegidos, “genera dudas y mucha preocupación”. “Nos preguntamos cuál es el compromiso real de este Govern con la conservación del mar y qué acciones tomará para protegerlo”, afirma Esteban.

Los acuerdos de la COP15 consisten en crear “una mesa social abierta a todas las partes interesadas con el objetivo que la propuesta finalmente establecida cuente con el acuerdo de distintos colectivos”, así como a presentar, en un máximo de dos años, una propuesta concreta de delimitación y el calendario donde se recojan los plazos necesarios para su aprobación. Las propuestas, no obstante, fueron rechazadas por la derecha y sus socios de gobierno, la extrema derecha representada por Vox.

La diputada socialista de la Cámara autonómica, Maria Pilar Carbonero, defendió la PNL remarcando que garantizar que el mar balear esté en buen estado conservación es “esencial” para amortiguar los efectos del cambio climático y para garantizar “el futuro de industrias como la pesca, el turismo, la náutica”, así como los puestos de trabajo que dependen de ellos.

Concretamente, el Parlament aprobó instar tanto al Gobierno como al Govern a elaborar planes de gestión “ambiciosos y participativos” y a destinar los recursos necesarios para implementarlos para que la protección sea “real y efectiva”, así como a ejecutar acciones para restaurar los ecosistemas marinos. Asimismo, se ha aprobado instar a ambas instituciones a implementar “medidas para reducir el ruido submarino producido por el tránsito marino, así como a evitar la muerte de las ballenas y otras especies por culpa de las colisiones con barcos eléctricos y tradicionales”.

Ni el Ministerio de Transición Ecológica ni la Conselleria de Cicle de l'Aigua han respondido a las preguntas de elDiario.es para esta noticia.

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