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Rusia se dispara, desescalada en Italia y el plan de Australia: un vistazo a la semana que deja la COVID-19

EFE/EPA/SERGEI CHIRIKOV

Icíar Gutiérrez

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La semana ha dejado varias escenas de relajación de las restricciones y algunos signos de preocupación. Mientras Italia se ha adentrado en la primera fase de desconfinamiento y Francia se prepara para la suya, Moscú aparca su desescalada tras un aumento de los casos que coloca a Rusia como uno de los países con más casos del mundo. Australia ha presentado su plan de alivio del cierre y, en EEUU, el paro registra niveles históricos, California permite abrir tiendas por primera vez en semanas y Trump sigue presionando por la reapertura.

Te resumimos lo más destacado de la semana:

Rusia ha escalado en la lista de países con mayor número de casos de COVID-19 contabilizados dentro de sus fronteras. Un aumento abrupto en el recuento ha colocado al gigante euroasiático como quinto país más afectado del mundo en función de los contagios detectados, por delante de Francia y Alemania. En total, se ha registrado un acumulado de casi 188.000 casos de coronavirus, con un crecimiento que viene intensificándose desde mediados de abril.

Más de la mitad de las infecciones se han localizado en Moscú, el gran foco dentro de Rusia. Sin embargo, el alcalde de la capital, Serguéi Sobianin, ha dicho que el número real de contagiados en la ciudad, según los datos estadísticos, puede rondar los 300.000, más del triple del dato oficial. Superar el brote ya no será cuestión de semanas, ha reconocido Sobianin, que advierte de que la normalidad “no volverá pronto” y sugiere que el régimen de confinamiento podría prolongarse hasta julio, en función de cómo evolucione la epidemia.

El edil de Moscú ha atribuido el incremento de casos a un aumento de las pruebas practicadas a la población. Rusia ha dado a conocer muchas menos muertes asociadas al virus que otros países con un número similar de casos, algo más de 1.700, lo que ha generado algunas críticas sobre cómo se están contabilizando los fallecimientos en el país. Sin embargo, las autoridades insisten en que el brote comenzó más tarde que en muchos otros países, lo que ha permitido una mejor preparación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado su preocupación por el repunte de casos en Rusia y otros países al este de Europa. “La situación en la parte oriental de la región sigue siendo preocupante”, ha lamentado esta semana el responsable de la oficina de la OMS en Europa, que pide una gran cautela a pesar de los “signos positivos” observados dentro del continente, donde han disminuido a nivel general los casos desde el 12 de abril. Pero insisten en que los avances son frágiles y se podría “recaer rápidamente”, por lo que reclama a todos los Gobiernos que permanezcan vigilantes en términos de salud pública. Según sus datos, con las medidas vigentes a día de hoy, 43 países de la región europea han implementado restricciones de movimiento parciales o totales y 32 están pasando a aliviar algunas de las medidas sociales y de salud pública, mientras logran eliminar la transmisión del virus.

Es el caso de Italia, uno de los países más golpeados por la pandemia, que esta semana ha iniciado la primera fase de desconfinamiento: convivencia con el virus y reapertura gradual. De momento, tras casi dos meses de cuarentena, se permite salir de casa solo para hacer deporte o dar un paseo a los motivos ya autorizados como hacer la compra o ir al trabajo. La población también puede ir a recoger comida para llevar y visitar a seres queridos. Asimismo, los parques públicos pueden abrir sus puertas y se ha reanudado la actividad en industrias, construcción y comercio mayorista.

¿Cómo se vivió el primer día de desescalada en Italia? Según las crónicas de los medios nacionales e internacionales, con dificultad para mantener la distancia en el transporte, reencuentros entre nietos y abuelos y colas frente a los bares para recoger un espresso matutino. Este jueves se hicieron virales imágenes de cientos de personas en los canales de Navigli, la zona de ocio de Milán –la capital de la Lombardía, la región más sacudida por la epidemia–. El alcalde de la ciudad, Giuseppe Sala, ha reaccionado con indignación. “Es para enfadarse y mucho. Las imágenes de ayer a lo largo de los Navigli son vergonzosas”, ha dicho en Facebook, tras lo que ha dado un “ultimátum” a los ciudadanos: o las cosas cambian, ha asegurado, o cerrará la zona y no permitirá recoger comida de los bares. Este viernes, Italia ha superado las 30.000 muertes de pacientes con coronavirus.

Y de Italia a Australia, que este viernes ha presentado su plan para suavizar las restricciones y reactivar las actividades económicas. Consta de tres etapas. En la primera, los niños podrán retornar a las aulas, se autorizarán reuniones de hasta 10 personas y las cafeterías y restaurantes contarán con un aforo limitado: podrán sentar a 10 clientes a la vez, siempre que cumplan con la regla de los cuatro metros cuadrados por persona. Las tiendas minoristas volverán a abrir y también las peluquerías, que deben registrar los datos de contacto de los clientes para el seguimiento, si es necesario, informa The Guardian. El primer ministro, Scott Morrison, ha recalcado que “no se tiene expectativas de que la primera etapa comience inmediatamente” a menos que sea decisión de cada estado o territorio australiano, aunque espera que el tercer paso se pueda dar en julio.

La segunda etapa es similar a la primera, solo que con el doble de personas permitidas en la mayoría de las circunstancias. Por ejemplo, cafés y bares podrán seguir con su actividad, esta vez con hasta 20 personas. Lo mismo ocurrirá con cines y galerías. Las piscinas se abrirán con restricciones. En la tercera etapa se prevé que pueda haber reuniones de hasta 100 personas, un número que también se autorizará en restaurantes, cafés o cines, así como bodas y funerales, si bien los lugares que sirven comida tendrán que continuar respetando la regla de cuatro metros cuadrados por persona. Esta es la medida de distanciamiento físico que se ha aplicado en Australia contra el coronavirus, del que se han detectado cerca de 7.000 casos en el país.

La oleada de despidos a raíz de la crisis del coronavirus en Estados Unidos ha dejado unos niveles de paro que superan, con creces, los alcanzados durante la crisis financiera de 2008. El desmpleo ha pasado en el país del 4,4 % registrado en marzo al 14,7 % en abril, el mayor incremento de este indicador hasta la fecha. Solo el mes pasado se destruyeron en el país 20,5 millones de puestos de trabajo.

Los expertos temen que una debacle en EEUU por el coronavirus pueda arruinar la recuperación en el resto del mundo, como te contamos aquí. A pesar de las recomendaciones de sus expertos sanitarios, el presidente Donald Trump insiste en presionar por la reapertura: “No podemos mantener nuestro país cerrado, tenemos que abrirlo”. Tras varias semanas de cierre total o parcial, 30 estados del país han empezado ya o van a empezar pronto a reabrir la actividad económica. De ellos, la gran mayoría (21) no cumple las directrices generales y lo hace con más nuevos casos o con un porcentaje más elevado de test positivos que hace dos semanas, según The New York Times.

Siete semanas después de que California se convirtiera en uno de los primeros en ordenar a sus ciudadanos que se quedaran en casa para frenar la propagación, el estado ha dado este viernes algunos pasos en su desescalada. Algunos comercios minoristas, entre ellos tiendas de ropa y artículos deportivos, floristerías, librerías y jugueterías tienen permiso para volver a abrir sus puertas al público. Sin embargo, lo tienen que hacer con algunos límites, a través de servicios de recogida y entrega. Las compras en las tiendas aún no están permitidas.

Mientras, tras casi dos meses de confinamiento, Francia se prepara para una relajación de las restricciones a partir del próximo lunes, aunque sus hospitales siguen sometidos a una gran presión, informa EFE. Desde el 11 de mayo podrán reabrir los comercios, salvo los bares, restaurantes y complejos turísticos. El regreso gradual a las aulas es la más polémica de las medidas. Las clases no recibirán más de 15 alumnos, por lo que muchos continuarán sus lecciones a distancia.

La OMS ha alertado de que la pandemia de COVID-19 puede cobrarse entre 83.000 y 190.000 vidas en África si no es controlada, según sus proyecciones. No obstante, su estudio también refleja una tasa de transmisión más lenta y tasas de letalidad inferiores que en otras partes del planeta. “Si bien es probable que la COVID-19 no se extienda de manera tan exponencial en África como en otras partes del mundo, probablemente explotará en puntos críticos de transmisión”, ha explicado la directora regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti.

Por otro lado, la ONU ha aumentado este jueves de 2.000 a 6.700 millones de dólares su solicitud de fondos a los Gobiernos para apoyar a países empobrecidos a la hora responder al coronavirus. “La pandemia de COVID-19 nos está afectando a todos. Pero los efectos más devastadores y desestabilizadores se sentirán en los países más pobres del mundo”. Allí, ha indicado el jefe humanitario de Naciones Unidas, “ya podemos ver cómo las economías se contraen a medida que desaparecen los ingresos por exportaciones, las remesas y el turismo”. A menos que tomemos medidas ahora, deberíamos estar preparados para un aumento significativo de los conflictos, el hambre y la pobreza“. En este especial que hemos publicamos esta semana en colaboración con Oxfam Intermón profundizamos en la ola de pobreza que se avecina con la pandemia en todo el mundo si no se toman medidas.

Nos despedimos con un ojo en Corea del Sur, uno de los países más alabados por su respuesta al coronavirus, porque las autoridades investigan un puñado de casos vinculados a una zona de ocio nocturna de Seúl. Este viernes se han registrado 13 nuevos casos en el conocido barrio de Itaewon, lo que hace ya un total de 15 contagios en este foco, cuyo primer caso se registró el miércoles. Los datos suponen un jarro de agua fría después de que en los últimos días el país -que ha venido registrando menos de 10 nuevas infecciones diarias y casi ninguna con origen comunitario- activara una nueva fase de distanciamiento más laxa ante la caída de contagios.

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