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The Guardian en español

Jeremy Corbyn y Owen Smith, cara a cara en la pelea por el liderazgo laborista

El candidato Owen Smith alerta sobre una posible división del laborismo

Alice Ross / Rowena Mason

Owen Smith sufrió el jueves un duro enfrentamiento con Jeremy Corbyn en el primer debate de campaña por el liderazgo del Partido Laborista en Cardiff. Bombardeados por una ráfaga de preguntas de los miembros del partido, Smith y su rival Jeremy Corbyn enfatizaron la necesidad de unidad. Pero el debate solo sirvió para subrayar las grandes diferencias dentro del partido.

Los candidatos se culparon el uno al otro por las circunstancias que han terminado provocando esta lucha por el liderazgo, con Smith interrumpido y abucheado en varias ocasiones.

Según Smith, que antes de presentar su candidatura renunció a su puesto en el gabinete en la sombra de Corbyn, el partido conservador (los tories) se los estaba “llevando por delante”. Dijo que, si salía elegido en las primarias, llevaría a los laboristas al gobierno. También, aunque esta vez fue interrumpido por el público, que quería la unidad del partido.

El aspirante a líder argumentó que Corbyn se estaba quedando muy por detrás de Theresa May en las encuestas y que el Ukip estaba haciendo grandes avances en feudos hasta ahora laboristas.

¿Cuál es la prioridad?

La prioridad, según Smith, es ganar: “No se trata de vender nuestros principios, sino de ganar para ponerlos en práctica. Eso es lo que tenemos que hacer. Somos un gobierno laborista a la espera y no un movimiento de protesta”.

Corbyn respondió criticando a Smith por haber sido uno de los ministros del gabinete en la sombra que renunció antes de que 172 miembros del Partido Laborista votaran contra él en la moción de censura. “Si hay algo que no entiendo es cómo puedes quejarte de la falta de unidad en el partido cuando tú estás entre los que renunciaron a ser parte del gabinete en la sombra”, dijo provocando la ovación del público.

Smith respondió en medio de un abucheo: “Jeremy, no te voy a aceptar esa crítica porque sabes que yo… no fui partícipe de ninguna rebelión dentro del partido”.

Otro momento de tensión llegó cuando Corbyn, después de escuchar cómo Smith decía coincidir con él en una serie de políticas de izquierda, le preguntó: “Entonces, ¿por qué renunciaste?”.

Corbyn subrayó los logros obtenidos por el partido desde que tomó el poder en septiembre de 2015, entre los que se incluyen haber ganado cuatro elecciones parciales y la alcaldía de Londres, además de haber obtenido 22 votos parlamentarios. “Cuando trabajamos unidos, ganamos; cuando trabajamos unidos, derrotamos a los tories”, dijo. Y dirigiéndose a Smith: “El número de miembros del partido crece a pasos agigantados: eso debe de significar algo”.

En respuesta, Smith argumentó que el partido no había tenido una buena actuación en las elecciones locales ni en el referéndum de la Unión Europea. “Estamos retrocediendo, amigo mío, retrocediendo”, dijo repitiendo su argumento de que el partido está en crisis y con riesgo de división. Según Smith, si el Partido Laborista finalmente se divide, los únicos beneficiados serán los tories. Los parlamentarios que se oponen al liderazgo de Corbyn no deberían ser catalogados de “tories rojos”, dijo. “Nos estamos peleando como animales salvajes”.

El Brexit y la economía, puntos a debatir

El debate empezó a emparejarse cuando se tocaron temas como el referéndum de la UE y la economía. Cuando llegó el turno de hablar de su intervención durante la campaña del referéndum, Corbyn se mostró desafiante y recordó que había aparecido en los medios mucho más que todos los miembros del gabinete en la sombra juntos. Pero fue interrumpido mientras reconocía que podría haber elegido mejor las palabras que pronunció tan solo un día después de la votación, cuando dijo que se debía aplicar el artículo 50 de inmediato.

Smith dijo estar “completamente seguro” de que, una vez definidos los términos del Brexit, apoyaría un segundo referéndum. Luego, se ganó el favor del público cuando dijo que la larga y conocida oposición de Corbyn al bloque europeo le haría muy difícil “dar pelea a los tories” en el tema de la Unión Europea.

En lo que respecta a economía y planes de inversión, no hubo grandes diferencias: los dos candidatos se situaron a la izquierda de la que fue la postura laborista bajo el liderazgo de Ed Miliband y de sus últimos predecesores.

En sus 10 objetivos para el Reino Unido, Corbyn presentó sus planes para conseguir 590.000 millones de euros en fondos de inversión en infraestructura y se comprometió a desarrollar una política de pleno empleo.

Smith abogó por un equivalente británico al New Deal estadounidense y prometió financiar los gastos de infraestructura con una subida en los impuestos aplicados a las empresas y con un préstamo de 235.000 millones de euros. Dijo que el país necesitaba las “políticas socialistas de antes” y se ganó el aplauso del público cuando aceptó estar de acuerdo con Corbyn en muchos aspectos.

En el tema del programa nuclear Trident, las diferencias se hicieron más marcadas: la sola mención de la larga lucha de Corbyn contra el programa recibió tal ovación que la moderadora tuvo que repetir la pregunta.

Pero Smith también recibió aplausos (de otro sector del público, mientras el resto se quedaba con los brazos cruzados) cuando dijo que él se había opuesto al programa Trident pero había cambiado su posición.

Un tema crucial: la inmigración

Sobre la inmigración, tema crucial en varios feudos laboristas, Smith dijo que era algo “de lo que tenemos que estar orgullosos”, vital para servicios públicos como el de la Salud. Resaltó la composición internacional de su propia familia y dijo que nadie debería ser perseguido.

Al respecto, Corbyn defendió la libre circulación como una parte necesaria en cualquier acuerdo de libre mercado, mientras se implementen medidas para evitar que esos acuerdos afecten negativamente a los salarios.

Cuando Smith afirmó que Corbyn no había sido del todo firme en la lucha contra el antisemitismo, provocó aclamación y quejas por igual. Un miembro del público llegó a gritar “¡Los judíos votan a Jeremy!”.

Cuestionado por usar un lenguaje que a algunos les parece misógino, Smith dijo que lucharía por las mujeres garantizando listas preseleccionadas con candidatas mujeres hasta llegar a una representación equitativa en el Parlamento, y que al menos la mitad de los miembros de su gabinete en la sombra y la mitad de los principales puestos del Estado estarían ocupados por mujeres.

Corbyn señaló que más del 50% de su gabinete en la sombra había estado compuesto por mujeres, pero se explayó aún más en su propuesta. Dijo que había que terminar con la idea de que algunos trabajos eran “para mujeres”, así como con la costumbre de salir a tomar algo a media tarde, que excluye a las personas con hijos a cargo. “No se trata solamente de incluir a las mujeres en los salones de juntas, en el Parlamento… Se trata del rol de la mujer en la vida cotidiana”, dijo.

Anteriormente, Corbyn había restado importancia a las sugerencias de que el Partido Laborista podría llegar a dividirse si él se mantenía como líder. Respondiendo a las preguntas de la prensa tras la presentación de su plan de los diez objetivos, dijo: “Estoy seguro de que ningún diputado se atrevería a alejarse de la familia que es el Partido Laborista, esta familia que los ayudó a llegar al Parlamento”.

Las declaraciones de Corbyn respondían a la advertencia que hizo Smith el miércoles pasado, cuando dijo que el partido podría “quebrarse y desaparecer” si Corbyn se mantenía como líder.

Traducido por Francisco de Zárate

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