Reino Unido quiere blindarse contra los inmigrantes que llegan por mar
El Gobierno planea incrementar la colaboración entre las fuerzas fronterizas de Reino Unido y la Marina Real para estrechar sus defensas contra los inmigrantes que llegan ilegalmente a Reino Unido por el mar, ha confirmado el Ministerio de Interior.
Las autoridades fronterizas solo han tenido tres buques en funcionamiento en algún momento en las aguas de Inglaterra, pero el Gobierno pretende aumentar el trabajo conjunto entre los organismos de seguridad y la marina para incrementar la vigilancia de sus aguas como parte de un extenso plan.
La semana pasada 20 personas, principalmente albaneses, fueron rescatadas en el Canal de la Mancha cerca de Kent después de que sus balsas inflables dieran problemas, lo que ha avivado el miedo a que los traficantes de personas quizá estén recurriendo a este tipo de tácticas que suelen verse en el este del Mediterráneo para llevar a los inmigrantes hasta Reino Unido.
El mes pasado 17 personas albanesas fueron rescatadas en el puerto deportivo de Chichester en Sussex del Oeste después de haber cruzado el Canal en catamarán.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio de Defensa negó tajantemente una información aparecida en the Sunday Times sobre si ya se había pedido ayuda para la defensa del Canal. Tampoco confirmó si entre los planes de la marina se estaba considerando suministrar embarcaciones de asalto tripuladas por marines y un barco patrullero de río. “Por el momento no existe una petición de apoyo militar en el Canal de la Mancha”, aseguran.
El Ministerio de Interior también se ha negado a comentar lo que considera “especulaciones sobre medidas específicas”, pero ha subrayado que la estrategia defensiva y la revisión del gasto incluía un plan para avivar los esfuerzos colaborativos entre los organismos de seguridad y el ejército. Asimismo, dijo que la revisión de noviembre esbozó las intenciones de mejorar el trabajo conjunto entre los organismos de seguridad y la Marina para incrementar la vigilancia de las aguas jurisdiccionales.
Cualquier decisión para usar buques militares para contrarrestar la inmigración ilegal que llega en barcos casi seguramente tendría que ser tomada a nivel ministerial y marcaría un cambio importante en los métodos de vigilancia de los movimientos migratorios por mar.
Hasta ahora, este tipo de migración ha sido controlado solamente por las autoridades fronterizas utilizando una combinación de buques de corte, radares, activos terrestres y vigilancia aérea para detectar y detener embarcaciones que intentan introducirse de manera clandestina. Sus barcos no patrullan de manera rutinaria pero sí que se desplegaron en operaciones dirigidas por los servicios de inteligencia. En abril, la ministra de interior Theresa May anunció un recorte en el presupuesto de las autoridades fronterizas.
Pese a la cobertura generalizada de la prensa sobre llegadas de barcos –dudosas y confirmadas– en las costas del sur, todavía no está del todo claro el alcance de este fenómeno ni la cantidad de ayuda que se necesita.
Uno de los buques de corte de las fuerzas fronterizas está actualmente operando en el Mar Egeo entre Grecia y Turquía y el organismo está esperando la llegada de una flota de 20 buques patrulla para reforzar las operaciones en los mares cerca de Reino Unido contra los traficantes de personas, contrabandistas de armas y bandas de droga. El primero de los buques, que están diseñados para ser más ágiles que los de corte, debe entrar en funcionamiento este verano, y se espera que el resto estén en uso a finales de 2017.
Traducido por Cristina Armunia Berges