Trump salva dos votaciones en el Congreso contra un ataque sobre Venezuela y amenaza: “Nos quitaron el petróleo y lo queremos de vuelta”
Hace tres meses tenía que ver con el narcoterrorismo. Y con los miles de delincuentes que supuestamente –y sin datos aportados por Washington que lo corroboren– envió el Gobierno de Venezuela a Estados Unidos. Y, ahora, se trata de recuperar los bienes nacionalizados por Carlos Andrés Pérez el 1 de enero de 1976 conforme a la legalidad vigente del país, cuando Caracas asumió el control del principal proveedor de petróleo a Estados Unidos, así como del complejo petrolero más grande de América Latina.
“El bloqueo no permitirá que pase nadie que no deba pasar”, ha dicho el presidente de EEUU, Donald Trump, este miércoles: “Nos quitaron todos nuestros derechos energéticos. Nos robaron todo nuestro petróleo no hace tanto tiempo. Y lo queremos de vuelta. Se lo llevaron ilegalmente. Nos quitaron las tierras, los derechos petroleros, todo lo que teníamos, porque había un presidente que quizá no estaba atento. Pero no van a salirse con la suya. Lo queremos de vuelta. Teníamos mucho petróleo allí, como saben. Expulsaron a nuestras empresas y lo queremos de vuelta”.
En efecto, el presidente de EEUU recurre ahora a una nacionalización de hace 50 años para redoblar su presión sobre Nicolás Maduro. Y se acuerda de cuando a partir de 1976 la industria petrolera pasó a ser gestionada por Petróleos de Venezuela (PDVSA) en una decisión política en la que las empresas más afectadas por la nacionalización fueron las estadounidenses Exxon Corporation, Gulf Oil Corporation y Mobil Oil Corporation. Y ahora, medio siglo después, el presidente del país que se escuda en supuestas emergencias de seguridad nacional para tomar decisiones económicas arbitrarias como los aranceles unilaterales, dice que quiere revertir por la fuerza aquella nacionalización.
“El régimen venezolano ha sido designado como organización terrorista extranjera por el robo de nuestros activos y por muchas otras razones, incluyendo el terrorismo, el narcotráfico y la trata de personas. Por lo tanto, hoy ordeno un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados [por EEUU] que entren o salgan de Venezuela”, escribió el martes por la noche el presidente de EEUU en sus redes sociales.
Lo que no ha explicado Trump tampoco es qué base legal tiene EEUU para impedir que barcos sancionados por Washington naveguen por aguas internacionales o de Venezuela.
En medio de toda esta tensión desplegada por Washington, con un portaaviones en la zona, 15.000 soldados desplegados y 23 ataques a supuestas narcolanchas con 95 muertos en ejecuciones extrajudiciales, el secretario general de la ONU y el presidente de Venezuela han mantenido una conversación telefónica a iniciativa de Nicolás Maduro.
“Durante la llamada”, informa Naciones Unidas, “el secretario general reafirmó la posición de la ONU sobre la necesidad de que los estados miembros respeten el derecho internacional, en particular la Carta de las Naciones Unidas, actúen con moderación y reduzcan las tensiones para preservar la estabilidad regional”.
Victoria de Trump en el Congreso
En este contexto, se han votado este miércoles dos resoluciones sobre poderes de guerra, para evitar que Trump lance un ataque unilateral contra Venezuela en la Cámara de Representantes –resolución 61 y resolución 64–.Y los republicanos se han impuesto en las dos votaciones por un puñado de votos haciendo buena su mayoría en la Cámara a pesar de la fuga de tres votos (de 220 congresistas frente a 213).
Las resoluciones para poner fin a la campaña de Trump contra Venezuela estaban impulsadas por los demócratas de mayor rango en los Comités de Asuntos Exteriores y de Reglamento de la Cámara de Representantes de EEUU, Gregory Meeks (Nueva York) y Jim McGovern (Massachussetts).
En paralelo, los demócratas del Senado, junto con el senador Rand Paul (republicano por Kentucky) y los senadores Tim Kaine (demócrata por Virginia), Adam Schiff (demócrata por California) y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (demócrata por Nueva York), han registrado otra resolución que ordena a Trump que deje de utilizar el ejército “a menos que esté específicamente autorizado por una declaración de guerra o una autorización específica para el uso de la fuerza militar”.
Además, este lunes se ha anunciado otra más en el Senado, impulsada por el senador Rubén Gallego (demócrata por Arizona). La resolución de Gallego establecería un plazo de 60 días para que el Congreso autorice formalmente el despliegue de recursos militares después de que la Administración notifique al Congreso la existencia de un conflicto.
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