Al creador de The Binding of Isaac: Rebirth no le gusta que destripen su juego
Los aficionados a los videojuegos tenemos que tragarnos muchas veces unos spoilers que ríete tú de la muerte de Bruce Willis en El sexto sentido. Y el último caso de renombre lo encontramos en el indie The Binding of Isaac: Rebirth después de que una serie de usuarios se pusieran a destripar su código fuente sacando a relucir todos sus secretos, una táctica un tanto ‘sucia’ que no ha gustado en absoluto al máximo responsable del proyecto, Edmund McMillen.
Y motivos no le faltan, ya que McMillen tenía la esperanza de que fueran los propios jugadores los que por sus méritos y esfuerzos descubrieran los secretos que habían escondido en este remake del título de 2011 lanzado ahora en PS Vita, PS4 y PC; mosqueándose hasta tal punto que ya parece descartar la introducción de nuevos secretos en la próxima expansión del juego dado que “no importan a nadie”:
“Es deprimente. Es una mierda porque empezaremos a trabajar pronto en una nueva expansión, y seguro que no nos llevará el maldito mismo tiempo que nos llevó crear Rebirth. Es más duro en el caso de Simon, que hizo todo lo posible para esconder estos secretos y evitar que la gente hiciera justo lo que está haciendo, pero como lo ven como un desafío lo volverán a hacer de todas formas”.
En definitiva, que no es nada bonito reventar por la vía más o menos fácil el trabajo de unos desarrolladores que se han tirado meses tratando es esconder ciertos secretos para que los jugadores se sientan recompensados al descubrirlos por sí mismos tras invertir horas, días e incluso semanas de juego.
Decir que a diferencia de la gran mayoría de juegos comerciales, ciertos indies como este suelen contar con premios ocultos, lo cual resulta sumamente llamativo, alargando de paso su vida en el tiempo. Para descubrir todo lo que esconden podemos pasarnos incluso años jugando, y que te lo destripen hurgando en el código fuente no hace gracia, aunque claro, siempre queda tratar de evitar estos spoilers optando por una desconexión absoluta de las redes sociales, internet y demás… igual que ocurre cuando se estrena una nueva temporada de Juego de Tronos y nosotros queremos esperar un tiempo a que estén todos los episodios para verlos del tirón. ¡Malditos spoilers!
