Perspective, el proyecto de realidad virtual que busca concienciar sobre las agresiones sexuales
La realidad virtual promete un nivel de entretenimiento superior al que hemos visto hasta ahora con los videojuegos, pero esa no es su única aspiración. Muchos desarrolladores ven en esta tecnología una oportunidad para impactar en la sociedad y concienciar sobre diversos temas. Morris May, trabajador de VFX en Spider-Man 2, y la directora Rose Troche, son algunos de ellos.
Ambos presentarán al festival Sundance Film Festival de 2015 un proyecto titulado Perspective, Chapter 1: The Party, una historia live-action que aprovechará todas las ventajas del casco Oculus Rift para situar a los “jugadores” en el centro de un asalto sexual. Con este tema, que puede chocar a muchos y sin duda será objeto de polémica, May y Troche pretenden concienciar a la sociedad sobre una tema tan duro como las agresiones sexuales.
“Para mí esto es por dónde puede ir la conciencia social gracias a una narrativa cinematográfica con un punto de interacción”, explica Troche. Por su parte, May dice que después de 25 años “destrozando edificios y creando destrucción”, en referencia a su trabajo en Spiderman 2 y otras películas, este proyecto es muy importante, ya que puede crear un verdadero impacto social y enseñar a la gente cómo funciona el mundo.
Está previsto que Perspective sea una trilogía de tres episodios. El primero estará ambientado en una fiesta universitaria, donde el usuario se pondrá en la piel de los dos “protagonistas”: el hombre y la mujer, el violador y la víctima.
El episodio está dividido en dos segmentos de cinco minutos, protagonizados por Brian (Caleb Thomas) y Gina (Tabitha Morella). Cuando Brian llega a la fiesta se acerca a hablar con Gina, que está bailando sola en un rincón. Tras bromear un rato comienzan a bailar y a sacarse fotos con un amigo de Brian. El segundo segmento muestra a Gina desmayada, y al amigo de Brian intentando convencerlo de que se turnen para violarla, a lo que él acepta.
Una vez arranca la historia, el espectador puede mover libremente la vista por el escenario, ya que la escena ha sido grabada con una cámara especial en 3D. Sin embargo, no puede interactuar o cambiar el desarrollo de la acción, lo que será fundamental para recrear la sensación de impotencia a raíz del abuso que se muestra.
Troche ha aclarado que “en ningún momento se mostrará el acto de la violación, que nunca aparecerá en pantalla. Lo último que quiero es que alguien sienta alguna clase de excitación con esto” explica.
