Llevar The Last of Us a PS4 ha sido un infierno

Mucho se ha venido hablando durante los últimos meses sobre The Last of Us: Remastered, la adaptación del exitazo de PS3 a Playstation 4 con un renovado apartado visual capaz de mostrar a Ellie, Joel y la postapocalíptica ciudad de Boston en todo su esplendor gracias a la potencia de la consola de nueva generación de Sony.

Ahora Neil Druckmann, cabeza visible de Naughty Dog, ha hablado con EDGE sobre las dificultades que el estudio de desarrollo se ha encontrado por el camino para realizar este remasterización, asegurando que ha sido todo un “infierno”:

“Esperábamos que fuera difícil y efectivamente así fue. Ojalá tuviera un botón para activar el Modo PS4, pero no es así. Hemos tenido que lidiar con problemas cada 30 segundos. Ha llevado mucho tiempo”.

La dificultad radica que a cada paso que daban debían pararse a optimizar y comprobar los resultados antes de seguir avanzando, por lo que “una vez algo funcionaba bien, había que poner esa versión junto a la original para comprobar que nada se había modificado en el proceso de adaptación. La nueva iluminación hace que todo parezca radicalmente distinto”.

Eso sí, tranquilos los fans de la joya de Naughty Dog, porque tal y como ha reconocido Druckmann están haciendo todo lo humanamente posible para que esta nueva versión sea lo más parecida posible a la original más allá de correr a los tan anhelados 1080p y 60 cuadros por segundo, algo para lo que también han tenido que rehacer desde cero todas las secuencias cinemáticas.

The Last of Us: Remastered llegará a PS4 a lo largo de este verano.