Anima Naturalis denuncia las “fiestas crueles” de España, seis de ellas en La Rioja
AnimaNaturalis está realizando la mayor y más profunda investigación de las 18.000 fiestas crueles con animales que año tras año se realizan en España. “Queremos sacar a la luz el maltrato sistemático que esconden miles de pueblos en sus fiestas y destapar la enorme financiación que reciben de los ayuntamientos”, explica Aïda Gascón, directora de la ONG AnimaNaturalis, que busca abanderar la lucha contra el maltrato animal en espectáculos y festejos de España.
Acaban de lanzar la web FiestasCrueles.org en castellano, catalán (festescruels.org) e inglés (bloodfiestas.org), para recabar apoyos, firmas y toda información útil que pueda ayudar a destapar la verdad de unas fiestas que habitualmente permanecen ocultas más allá de los propios vecinos del pueblo. A tal efecto, AnimaNaturalis ha habilitado una cuenta de correo para que quien posea vídeos, imágenes u otro tipo de información, la envíen a través de su página web.
En la web, además de la petición de firmas, se encuentra información detallada de cada una de las modalidades, así como un mapa interactivo que se irá actualizando a medida que se avance en la investigación. En este mapa se incluyen los municipios de Cabretón (toro ensogado), Arnedo, Calahorra y Anguciana (toro embolado) y Logroño (vaquillas).
Aseguran que “las ganaderías de toro de lidia están viendo peligrar el futuro de las corridas de toros, que cada vez cuentan con menos apoyo social y político, y ven en los festejos populares un negocio al alza”.
Más de 18.000 festejos al año
Encierros, toros embolados, ensogados, correbous y bous al carrer sumaron 17.698 eventos en 2018, según las estadísticas de asuntos taurinos del Ministerio de Cultura. Pero desde AnimaNaturalis aseguran que el número de festejos en realidad sobrepasa los 18.000, dado que “las cifras que se dan año tras año de Cataluña no son reales”.
AnimaNaturalis denuncia que es muy laborioso realizar un trabajo de investigación de este tipo, dado que, tal y como también anuncia el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, no se dispone de información oficial homogénea y certera para los festejos populares en las diversas comunidades autónomas.
De momento, el objeto de estudio han sido los 2.500 toros embolados con fuego que se realizan cada año en un gran número de municipios españoles. “Los daños que provoca embolar un toro pueden poner en riesgo la vida de estos animales, además de acarrear lesiones físicas y psicológicas”. Únicamente se embolan toros en municipios de las provincias de Castellón, Alicante y Valencia, Tarragona y algunos pueblos limítrofes con las anteriores de la provincia de Teruel y Zaragoza.
Solamente un municipio riojano sigue utilizando el fuego en su fiesta del toro embolado: El Rincón de Olivedo, y Medinaceli (Soria) celebra una de las variantes más arcaicas del toro embolado, la única en toda Castilla y León: el toro Jubilo. En el resto de la comunidad esta práctica está prohibida. La forma que tienen de embolar al toro no ha evolucionado y se mantiene usando los elementos más tradicionales: dos inmensas bolas de fuego ardiendo son sujetadas en la cabeza del toro mediante un sistema de cuerdas y toscas maderas. Previamente el toro es inmovilizado y untado con barro por todo el cuerpo y rostro, para evitar que el fuego lo abrase.
También el toro ensogado, que, junto a los encierros, es una de las modalidades más extendidas por todo el territorio español, aunque a la vez una de las menos conocidas. “En comparación con otras modalidades se practica poco, pero en zonas muy dispares de la geografía española. El toro de cuerda es, probablemente, el espectáculo más atávico y también el más angustiante para el animal, al ser el que limita más sus movimientos y por más tiempo”, explica Gascón. Las zonas de mayor arraigo son Valencia, Tarragona, Teruel, Guipúzcoa, Vizcaya y Cádiz.
Cataluña es la tercera comunidad autónoma con más toros ensogados y embolados con fuego, después de Aragón y la Comunidad Valenciana, donde en 2018 se realizaron 8.956 fiestas populares con toros.
Prohibición de los festejos más crueles
AnimaNaturalis anuncia que va a trabajar para conseguir que otros municipios sigan el modelo de ciudades como Valencia o Zaragoza, que en 2016 aprobaron ambas un acuerdo por el que declararon que la ciudad no organizará, colaborará o financiará festejos con reses que supongan maltrato animal, entre los que citan al toro ensogado y el toro embolado.
Tras la ordenanza, algunos barrios rurales de Zaragoza de la ciudad han dejado de organizar este tipo de festejos, como Monzalbarba o San Juan de Mozarrifar, aunque con el nuevo cambio de gobierno (PP-Cs), la normativa podría verse derogada. Las pedanías afectadas de Valencia son Benimàmet, Benifaraig, Carpesa y Massarrojos, pero también otros municipios han tomado medidas para evitar los festejos más violentos, como Silla, que prohibió ensogar o embolar toros tras una consulta ciudadana.
AnimaNaturalis va a trabajar también para que las comunidades autónomas prohíban las modalidades más crueles, tal y como hizo la Junta de Extremadura en 2010, al prohibir expresamente los toros ensogados y embolados en el reglamento para regular el desarrollo de los festejos taurinos populares. El decreto prohíbe los festejos que consistan en embolar las defensas de las reses, prendiendo fuego al material o sustancia con que se tiene realizado el embolado, o los que consistan en sujetar antorchas o elementos similares en sus cuernos. Tampoco permite atar reses a un punto fijo, con cadenas, sogas o de cualquier otra forma para limitar su movimiento, salvo que ello sea necesario para la recogida del animal a fin de dar por concluido el festejo.
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