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La Casa Palacio de Espartero de Logroño es declarada “lugar de memoria”

La Casa Palacio de Espartero de Logroño es declarada "lugar de memoria"

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El Ministerio de la Presidencia, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, ha iniciado el procedimiento para declarar lugar de memoria doce inmuebles y monumentos vinculados al liberalismo, tal y como establece la Ley de Memoria Democrática.

Entre ellos, se encuentra la Casa Palacio de Baldomero Espartero en Logroño, hoy sede del Museo de La Rioja en la calle San Agustín, “por tratarse de un espacio emblemático vinculado a uno de los principales referentes del liberalismo español; un inmueble que ha sido testigo de algunos de los muchos encuentros que marcaron la historia de España del siglo XIX”, como explican desde la Moncloa.

Lugares de memoria

Desde el Ministerio, han explicado que “como país con larga tradición liberal que somos, y que surge con las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812, esta declaración responde, por un lado, al deber de honrar la contribución al liberalismo y a la democracia de sus primeros protagonistas y, por otro, a la necesidad de reconocer los bienes inmuebles que fueron testigos de las aportaciones a esta etapa de la historia de España. Estos nuevos lugares de memoria serán espacios de transmisión del recuerdo y promoción de la convivencia y la cultura democrática”.

Cádiz, Asturias, Sevilla, Málaga, Almería, Granada y Logroño son las ciudades que albergarán estos espacios nombrados “lugares de memoria”, siendo la primera la principal con hasta cuatro inmuebles distintos: el Real Teatro de las Cortes, en San Fernando (Cádiz), donde el 24 de septiembre de 1810 se abrieron las primeras Cortes de España; la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo y de los Desagravios, en el mismo municipio, en la que juraron sus cargos los diputados constituyentes. También el Oratorio San Felipe Neri, en Cádiz, donde continuaron las reuniones de las Cortes Constituyentes a partir del 24 de febrero de 1811; y el monumento a la Constitución, obra culmen de la celebración de su centenario en 1929.

Además, en el marco de la conmemoración del bicentenario del Trienio Liberal (1820-1823), se ha iniciado expediente para declarar lugar de memoria la casa natal y el busto del General Riego, en Tuña (Asturias), y el monolito de reconocimiento de la localidad como pueblo ejemplar; el monumento a Rafael de Riego, en Las Cabezas de San Juan (Sevilla); y el Antiguo Convento de San Hermenegildo, en Sevilla, sede de las Cortes durante los últimos meses del Trienio y, posteriormente, sede provisional del Parlamento de Andalucía.

Asimismo, se ha incoado expediente a algunos de los monumentos que se construyeron en España a lo largo del siglo XIX para rendir homenaje y mantener vivos los principios de quienes dieron su vida por intentar restablecer la Constitución de 1812 y la libertad en España, como son la Cruz de Torrijos y y el monumento a Torrijos, en Málaga; el monumento a los Mártires de la Libertad, en Almería; y el monumento a Mariana Pineda, en Granada.

Baldomero Espartero

Baldomero Espartero (1793-1879) fue un símbolo heroico para los liberales españoles del siglo XIX tanto por la defensa constante que hizo de la libertad y de la soberanía popular, como por su espíritu de lucha personal que le condujo desde su modesta condición de hijo de un carretero en Granátula (Ciudad Real) a Príncipe de Vergara con tratamiento de Alteza Real.

Combatió en la Guerra de Independencia contra Napoleón y en la rebelión independentista en América. Pero donde adquirió fama y poder fue en la Primera Guerra Carlista, donde lideró al ejército isabelino con éxito. Alcanzó una enorme popularidad entre las clases bajas. Alcanzó el cargo de ministro de la Guerra primero y de Presidente del Consejo de Ministros después, hasta convertirse en regente tras la renuncia de María Cristina. Pero el bombardeo de Barcelona para reprimir una serie de insurrecciones populares le obligaron a exiliarse a Inglaterra. Regresó a Logroño en 1848, donde estuvo hasta 1854 cuando fue nombrado Presidente de nuevo. En 1856, abandona definitivamente la política y regresa a Logroño.

Tal era el prestigio del general que, tras la expulsión de los Borbones en 1868 y la proclamación de la Constitución de 1869 que establecía una monarquía parlamentaria, el propio Juan Prim, presidente del Consejo de Ministros le ofreció ser candidato a la Corona de España, ofrecimiento que rechazó alegando que «mis muchos años y mi poca salud no me permitirían su buen desempeño». No obstante, su leyenda hace que el recién coronado Amadeo de Saboya le visitara en 1871, alojándose dos días en su casa de Logroño. De vuelta a Madrid, el nuevo rey le concedió el título de Príncipe de Vergara y el tratamiento de Alteza Real. Mas tarde también le visitó Estanislao Figueras, primer presidente del poder ejecutivo de la I República, y Alfonso XII en el primer año de su reinado. Su matrimonio con doña Jacinta Martínez de Sicilia, perteneciente a una de las familias más poderosas de La Rioja, lo vinculó estrechamente a Logroño, donde vivió en el conocido hoy como Palacio de Espartero donde falleció el 8 de enero 1879.

El palacio está ubicado en el centro de Logroño y es un edificio neoclásico construido en 1752 por orden de Pedro Ruiz de la Porta, regidor perpetuo de la ciudad de Logroño a cuya muerte, el palacio pasó a manos de la familia Martínez de Sicilia. En este palacio vivió Espartero durante tres periodos diferenciados: 1827-1830, 1848-1854 y 1856-1879. El matrimonio murió sin hijos y heredó el edificio Vicenta Martínez de Sicilia y Fernández de Luco, hermanastra de Jacinta, quien lo alquiló al estado, para que a partir de 1881 fuera sede del Gobierno Militar. Sin embargo, en 1882 el Gobierno dictó un Decreto para el traslado de las sedes episcopales a las capitales de provincia y la propietaria ofreció el palacio al Estado para que se convirtiera en Palacio Episcopal y Tribunal Eclesiástico. La venta se hizo efectiva en 1884. Las reformas cambiaron el escudo nobiliario de la fachada por uno episcopal. A pesar de ello, el obispo no llegó nunca a trasladarse y el edificio de titularidad pública quedó desocupado, siendo aprovechado sucesivamente por diferentes instituciones como el Asilo de Santa Rosa en 1900, la Casa Cuna del Niño Jesús y la Caja de Ahorros en 1912, o la Cámara de Comercio y el Círculo Artístico en 1914. En 1932 se intentó instalar el Archivo Histórico de la Provincia, pero nunca se llevó a cabo. Finalmente fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1962 y se le dio la utilidad pública definitiva convirtiendo el Palacio en el Museo provincial de Logroño, que se fundó en 1963 y fue inaugurado en diciembre de 1971. Actualmente, es un museo de titularidad estatal y gestión autonómica.

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