La UDL dice adiós al ‘play off’
Detalles. Asistente con la bandera levantada. Colegiado que señala fuera de juego haciendo caso a su colega. Jugada intranscedente. Pero no. El árbitro rectifica, en apenas uno o dos segundos, y concede el gol. Finalmente, el centro de Kijera desde la izquierda, el pase de Borja Sánchez y el remate de cabeza de Cervero pusieron el adiós, casi definitivo, para que la Unión Deportiva Logroñés pueda estar en la fase de ascenso. Hay que cabrearse, es lógico. Sobre todo porque la acción tiene tela, pero lo vivido en Anduva fue la puntilla a lo que ha sido una temporada en la que se ha estado haciendo demasiado la goma y, al final, se paga caro.
No se le puede poner un pero a la UDL ante el Mirandeés. Lo intentó. Quiso ser protagonista durante la primera mitad, se rehízo a la lesión de Muneta y dejó todo para el segundo tiempo. Costaba generar peligro porque ambos conjuntos sabían que no se podían dejar espacios. El Mirandés acusó los miedos a perder. Las tablas no eran malas por mucho que la grada local mostrara su disconformidad ante el devenir de una segunda vuelta muy irregular. Por eso, los rojillos, prácticos y previsibles, estuvieron más expectantes. Era los blanquirrojos –de azul en Anduva- los que estaban exigidos, los que necesitaban los puntos. Dieron igual las bajas porque se ha demostrado que la plantilla ha respondido con nota.
Resultó un partido equilibrado durante la primera parte, mientras que la UDL pareció darle un punto más de intensidad en los compases iniciales del segundo período, aunque sin que Limones tuviera que fajarse demasiado. Con el paso de los minutos, fue el Mirandés el que fue a más, como si sus jugadores hubieran dosificado un poco más. Lo mejor era que Miguel tampoco tenía que esforzarse. Hasta que vino la jugada decisiva. Y tanto. Con el 1-0, el Mirandés se cerró, especuló y jugó con el cronómetro. Los riojanos lo intentaron, pero sin recompensa.
Los que no fallaron fueron la Real Sociedad B, que goleó al Gernika 0-4, ni el Bilbao Athletic, que superó 3-1 al Burgos. Dos filiales que apuntan a la fase de ascenso. Los donostiarras van lanzados y suman 65 puntos, mientras que los rojiblancos, con 61, meten presión al Racing de Carlos Pouso, que suma 64. La UDL se queda lejos, tiene 55.
En cuanto al partido, la UDL comenzó dispuesta a no amilanarse. Al contrario, con el apoyo de más de mil gargantas blanquirrojas, los de Sergio Rodríguez salieron al campo sin miedos, presionando y complicando a un Mirandés que se tomó las cosas con calma, sin prisas, apostando por no dudar en defensa y esperar su momento. Los riojanos marcaban la pauta. Incluso casi sin querer Marcos André pilló un rechace de Paris y Limones vio, por un momento, el balón dentro. No fue así. La respuesta de los de Pablo Alfaro fue instantánea con un centro de Kijera y un remate de Cervero sin colocación.
Que los dos equipos se estaban jugando mucho se intuía. Había respeto porque se evitaban las florituras y una vez sacudida la presión inicial de los logroñeses, fue el Mirandés el que quería tener algo más el control del juego provocando que su rival fuera retrocediendo metros. Lo hacía más con un fútbol directo que por elaboración. De esa forma, Paris -lateral derecho- se convertía en el mejor argumento ofensivo.
Llegado el minuto 20, la parte posterior del tobillo de Muneta dijo basta. El vasco dejó el campo ovacionado y llorando. César Remón fue su sustituto, el cual no jugaba desde el choque de Zubieta ante la Real Sociedad B. Cambio que no variaba la disposición de los riojanos. Quizá daba más solidez. El caso es que el Mirandés, plano en sus ideas, estaba bloqueado. La iniciativa seguía siendo de una UDL que buscaba ser protagonista, aunque lo hacía sabiendo que el conjunto rojillo no necesitaba de mucho para poder inquietar a Miguel; cuestión que no ocurría.
En un duelo abierto, era Marcos André el que se inventaba una acción individual para obligar a Limones a esforzarse despejando abajo. Daba la impresión de que los visitantes sí sabían cómo acercarse al meta local. Como en una jugada posterior, invalidada por fuera de juego -aunque pitó con mucho retraso- y que acabó con asistencia de Chamorro remate de Marcos André y parada de Limones.
Los de Pablo Alfaro eran previsibles y salvo Igor Martínez, que mostraba algún detalle de calidad, todo eran centros para que el ‘pichichi’ exhibiera su virtud, el oportunismo en el área. Además, el ‘9’ tenía una labor en tareas defensivas, tapar la salida de balón de Caneda lo que obligaba a la UDL a buscar a Zubiri en aras de un compañero en la medular.
Por todo ello, el orden defensivo mandaba sobre la brillantez ofensiva. El miedo a no dejar espacios se acusaba en unos primeros 45 minutos que dejaban todo por decidir. Arrancaba la segunda mitad con una UDL con un punto más de agresividad. Marcos André percutía y Chamorro se resbalaba. Aun así, el brasileño lo volvería a intentar después aunque sin ver portería.
Pablo Alfaro movía piezas. Peláez y Yanis a escena. Le dieron más verticalidad a los suyos. La UDL pareció acusar el esfuerzo realizado y fue cediendo terreno. El Mirandés empujaba y Kijera la ponía desde la izquierda. Borja Sánchez se hacía con el cuero y asistía a Cervero que remataba para superar a Miguel. El árbitro, en primera instancia, señaló fuera de juego. Además, el asistente así lo indicaba. Pero, de repente, cuando nadie se lo esperaba, rectificó su decisión y dio gol. Protestas riojanas, expulsión de Eduardo Valdovinos, pero 1-0 en el marcador.
Titi fue la última bala, previamente había salido Rubén Martínez por un fundido Miguel Santos. El asturiano, como el resto de compañeros, buscaron las tablas. Se volcaron, se vaciaron. Pero sin premio. Lo peor no fue la derrota, fue el haber dicho adiós a la fase de ascenso –matemáticamente aún es posible- en un día en el que más de un millar de aficionados blanquirrojos se desplazaron a apoyar a su equipo. Eso es lo que más duele.
FICHA TÉCNICA
Mirandés: Limones; Paris, David Prieto, Melli, Kijera; Antonio Romero, Ruper; Igor Martínez (Yanis, min. 63), Borja Sánchez (Rivada, min. 82), Llorente (Peláez, min. 53); y Cervero.
UD Logroñés: Miguel; Sotillos, Caneda, Zubiri, Paredes; Miguel Santos (Rubén Martínez, min. 68), Salvador, Muneta (César Remón, min. 24), Marcos André; Espina (Titi, min. 80) y Chamorro.
Gol: 1-0, min. 74: Cervero.
Árbitro: Pérez Muley (Comité Madrileño). Expulsó al ayudante blanquirrojo Eduardo Valdovinos (min. 75). Amonestó al visitante Chamorro (min. 75).
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