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Las claves para una buena siesta

Las claves para una buena siesta

Rioja2

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Son muchos los mitos y consejos que hay para echarse una buena siesta. Esta es un lujo que todos deberíamos convertirlo en una rutina. Según varios estudios echarse una cabezada después de comer tiene numerosos beneficios, entre ellos aumenta nuestra concentración, productividad, entusiasmo e incluso ayuda a reducir el estrés.

¿Cuánto tiempo tiene que durar la siesta?, ¿es beneficiosa?, ¿en la cama o en el sofá?, ¿comer antes o después de la siesta?…estas son algunas de los grandes interrogantes sobre esta cuestión.

Los consejos para una buena siesta son:

  • La duración debe ser entre 20 y 30 minutos y debe hacerse en el sofá. Este tiempo es suficiente para descansar nuestro cuerpo y mejorar el rendimiento. Lo importante es no caer en el sueño profundo para así conciliarlo a la noche más fácilmente.
  • Comida ligera. Un atracón puede dificultar conciliar el sueño. Si la digestión es pesada provocará un sueño de peor calidad.
  • Los expertos aconsejan practicarla en posición reclinada o incluso al aire libre. Tumbarse en la cama da pie a que alarguemos más el sueño y luego nos cueste más iniciar nuestro ritmo.
  • Evitarla a partir de las 17 horas. Lo ideal es hacerla entre las 16 y 16.30 horas para que no interfiera el sueño nocturno. Alterar el reloj biológico tiene consecuencias indeseadas, como provocar un aumento de peso si la siesta se nos va de las manos.
  • Comer fruta después de la siesta. Se aconseja tomar una pieza de fruta aunque el café suele ser la bebida preferida por todos, pero este no se necesita después del mediodía, porque la cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que podría arruinarnos el descanso nocturno.
  • Desconectar el teléfono móvil. Saber que no te va a llamar nadie ayuda a dormirse y evita despertarse antes de tiempo. Es aconsejable ponerse una alarma para evitar problemas de horarios o que se nos vaya la siesta de las manos.

Y muy importante, la siesta no debe de usarse para compensar la falta de sueño. Dormir poco e intentar compensarlo con una siesta larga es una mala opción.

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